Los criterios que tendrá el protocolo de viajes presidenciales

La Cancillería, Presidencia y la Segpres están trabajando en la elaboración del protocolo que encargó, la semana pasada, el Mandatario Sebastián Piñera para los viajes presidenciales.

La idea fue una de las medidas para salir a responder a las críticas que se generaron en la oposición y en sectores del oficialismo por la asistencia de sus hijos Cristóbal y Sebastián a la gira a Asia, y particularmente por su participación en un encuentro con empresarios. De hecho, la Contraloría acogió ayer el requerimiento de parlamentarios opositores, y resolvió pedirle un informe a la Segpres.

En este contexto, según fuentes de gobierno ya hay varios borradores sobre el protocolo -de cerca de cinco páginas- y hay criterios definidos sobre lo que contendrá.

Según las mismas fuentes, el instrumento regulará al menos cinco áreas: la planificación de los viajes presidenciales; construcción de la agenda; los contenidos; la realización de las avanzadas; y la composición de las comitivas oficiales y de apoyo.

Respecto a la regulación sobre la participación o no de los familiares, en el gobierno afirman que aún no está zanjado si se permitirá incluirlos en las giras bajo ciertos criterios o si finalmente estará prohibido.

Además, en el Ejecutivo recalcan que son borradores preliminares y que una vez que haya un texto acordado entre la Segpres, Cancillería y Presidencia se le presentará a Piñera para que zanje la materia. Con todo, esperan que el tema quede definido y se dé a conocer esta o la próxima semana.

Como material de insumo para la elaboración del protocolo, según fuentes de gobierno, la Segpres realizó un estudio comparado de cómo se regula la participación de las personas en las giras presidenciales en otros países.

Así, por ejemplo, se revisaron las normativas en Colombia, EE.UU. y España.

De acuerdo a ese análisis, el tema de la participación en las comitivas ha sido una materia recurrente de debate y que, en la mayoría de los casos, en dichos países se establece una resolución fundada sobre quiénes acompañan al Presidente en una gira. Esto, con el objetivo de justificar las razones de su presencia en los viajes, algo que -dicen- podría replicarse en Chile.