Los factores que están determinando un cambio de gabinete
Que se viene, que se enfría, que es inminente, que están pasando la aspiradora en el salón Montt- Varas, son algunas de las frases que se han dicho en las últimas semanas respecto de un cambio en el gabinete. "Creo que habrá un cambio, pero no esta semana", precisó este lunes la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe. Más allá de fechas, lo cierto es que el tema está instalado en La Moneda y en Chile Vamos. ¿Cuáles son los factores para realizar un ajuste? Aquí entregamos algunas claves, según expertos y miembros del gobierno consultados.
El mal momento del gabinete, según Cadem
El escenario post cuenta pública era uno de los factores que manejaban en La Moneda para definir, junto a otros elementos, si se realizaría una modificación en el equipo. Y el panorama tras ese mensaje presidencial es complejo, al menos si se observan las encuestas. Según la medición de Cadem, el Presidente Sebastián Piñera no logra mejorar su nivel de respaldo desde que bajara de 39% a 36% a principios de abril. Desde entonces, su aprobación –que se mide semanalmente– se mantuvo en ese rango y, después, cayó a 33% a mediados de mayo. En la última medición, además, aparece con 34%. Esto, descontando el 39% que logró en un sondeo especial realizado el 1 de junio, tras la cuenta pública.
Sumado a eso, los resultados que logra el gabinete son aún peores: un 29% de aprobación, de acuerdo a la última encuesta Cadem, regresando a la cifra más baja que ha tenido el equipo ministerial durante todo el gobierno y que también se evidenció en los sondeos del 17 de mayo y del 21 de diciembre del año pasado.
En el Ejecutivo, además, reconocen que entre los factores para hacer cambios está darle un nuevo impulso al gobierno y la necesidad de fortalecer ciertos equipos ministeriales. Esto, porque admiten que hay algunos secretarios de Estado "que no brillan tanto como deberían", porque no mantienen buenas relaciones con sus equipos o porque no han avanzando tanto como quisiera Piñera en sus respectivas áreas.
¿El fin de Apoquindo 3000?
Una de las claves del éxito del triunfo de Piñera fue el "fiato" que existió entre el equipo que lo acompañó tras dejar el gobierno en marzo de 2014. El trio integrado por Andrés Chadwick, Gonzalo Blumel y Cecilia Pérez trabajó coordinadamente durante todo el gobierno de Bachelet, luego en la campaña y fueron ellos los elegidos para el comité político. Pero hoy los presidentes de los partidos admiten que el próximo cambio podría desarmar este grupo.
El sorpresivo rol de Blumel (Segpres) reemplazando a Pérez (Segegob) en la vocería post cuenta pública presidencial ha alimentado la posibilidad de que el ministro de Evopóli llegue a darle un nuevo aire al relato del gobierno. "Pese a (Pérez) que ha hecho una gestión sin grandes chascarros -lo del caso Catrillanca fue un problema estructural-, su impronta, su capacidad de incidir en la opinión pública, se ha debilitado mucho", dice el analista Max Colodro, agregando que Blumel "podría servir mejor en la vocería de gobierno, dado que, además, hay un problema en ese rol".
"Con alguna frecuencia se tiende a culpar a las comunicaciones por problemas que no necesariamente son comunicacionales", dice Cristina Bitar, socia de Azerta Comunicaciones y exasesora de campaña de Joaquín Lavín (2005). Explica que "no veo por qué tenga que ser condición cambiar la vocería cada vez que hay un ajuste en el equipo político. Eso es la solución fácil, una aspirina, y no resuelve los problemas de fondo". ¿Significa eso que no hay que tocar ninguno de los patios de La Moneda? Para nada. "El problema es de gestión política", advierte.
Incumplimiento de expectativas económicas
El tema económico fue uno de los aspectos que más cambios positivos prometió Piñera en su campaña, pero que ha terminado siendo, según reconocen en el propio gobierno, un flanco de críticas. Por esta misma razón es que el gobierno ha hecho esfuerzos, en más de una oportunidad, por potenciar el aspecto económico en lo comunicacional, impulsando conceptos como "Chile lo hacemos todo" y "Chile en marcha".
Se esperaba que el sinceramiento de las expectativas realizado por el Presidente en la cuenta pública tranquilizara las aguas, pero eso no sucedió. Con el mismo objetivo se hizo la apuesta para potenciar el área de obras públicas e infraestructura. No obstante, las sensación de no haber cumplido con lo prometido sigue latente: el tema fue analizado ayer durante el comité político, instancia en que el ministro Felipe Larraín les entregó una minuta con las directrices de Hacienda y les pidió a los dirigentes de Chile Vamos potenciar ese discurso.
El componente afectivo
Piñera ha comentado que le costó mucho pedirle la renuncia a su exministro de Educación Gerardo Varela, quien dejó el gobierno el 9 de agosto. Entre él y Varela existía amistad y confianza, pero los errores comunicacionales del abogado terminaron por imponerse. Por ello, la relación humana, señalan cercanos al Presidente, sin duda juega hoy un rol preponderante a la hora de hacer ajustes, más de lo que muchos piensan.
El Mandatario, señalan las mismas fuentes, tiene una gran amistad con el canciller Roberto Ampuero y su eventual salida sería una derrota personal para él, ya que fue él quien le pidió que fuese canciller.
Piñera, señalan las mismas fuentes, ha destacado la lealtad y el arduo trabajo de algunos ministros que han sido cuestionados en el último tiempo, como Emilio Santelices, en Salud; y Susana Jiménez, en Energía.
Partidos y la carrera presidencial
En el primer cambio de gabinete, realizado en agosto de 2018, los partidos de Chile Vamos no fueron consultados. Sin embargo, diez meses después el Presidente Piñera ha recibido una serie de señales de disconformidad sobre el accionar del gobierno. Por ello, la voz de la UDI, RN y Evópoli será clave a la hora de un nuevo ajuste, más aún si se toma en cuenta que hace algunas semanas el senador Andrés Allamand abrió, sorpresivamente, el tema presidencial en el oficialismo, alertando a los posibles candidatos del sector. Serán ellos y las propias colectividades los que estarán alerta para que se mantengan los equilibrios políticos en los equipos de ministros y subsecretarios y, por consiguiente, el peso de cada colectividad en el gobierno. Así como Evópoli ha defendido y destacado el rol de Gonzalo Blumel (Segpres), por ejemplo, RN ha resaltado en varias ocasiones el papel que ha desempeñado Cecilia Pérez como vocera de gobierno.
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