Mario Desbordes, presidente de Renovación Nacional: “Es un suicidio derechizar a RN al extremo de disputarle el voto a José Antonio Kast”
El diputado responde a quienes critican su forma de actuar tras el 18 de octubre, y dice que tiene “la conciencia tranquila” y se siente apoyado “por la derecha que yo quiero representar”.
El miércoles, luego de que la Cámara Baja aprobara la paridad de género en el proceso constituyente, la diputada comunista Camila Vallejo le tomó las manos y le agradeció las gestiones que lideró en su partido. La escena grafica la valoración que tuvo el rol del presidente de RN, Mario Desbordes, en la búsqueda de acuerdos con la oposición y, al mismo tiempo, las razones por las que fue criticado desde su propio sector, en particular, por parte de la UDI.
Quince diputados y cuatro senadores de RN se plegaron a la oposición y permitieron viabilizar la paridad en una eventual convención constituyente…
Le corrijo: no nos plegamos a la postura de la izquierda. Esto se acordó entre distintos partidos con un grupo de politólogas. Una vez que estuvimos de acuerdo con ellas, se planteó la primera fórmula en la Cámara.
Pero lo que ocurrió esta semana es que hubo una fórmula de Chile Vamos y otra, que es la que quedó, propuesta por la oposición.
La UDI propuso la lista cerrada distrital y como no logró apoyos, el senador Rodrigo Galilea, por encargo de RN, hizo otra propuesta. Era una buena propuesta, pero la propia UDI exigió que en la reforma constitucional quedara zanjado el guarismo de 155, y cuando intentamos convencer a la oposición, dijeron: “Si tú quieres reformar el capítulo XV que acabamos de reformar, es abrir la puerta para todo”. Ante ese escenario, y habiendo una fórmula de la Cámara que ya habíamos votado favorablemente y que se había mejorado, era evidente que la apoyáramos.
¿Falta a la verdad, entonces, Jacqueline van Rysselberghe cuando dice que prefirieron “pactar con la izquierda en vez de avanzar con nosotros”?
Es que ella no quería avanzar. No voy a entrar en las descalificaciones que ella ha hecho, no tengo ningún interés. Sí entiendo que a ella le conviene la polarización, la pelea, pero eso no le conviene a Chile ni a Chile Vamos.
¿Por qué a ella le convendría la polarización?
Porque está apelando al elector duro, al extremo, y en esa pelea por ese nicho pequeño de electores de derecha más dura, obviamente es bienvenida la polémica, el discurso ultra. Muchas de las frases que dijo la senadora en La Tercera son injustas y ofensivas. Pero no voy a recoger el guante, que pelee sola.
Se buscó dar una señal previo al 8 de marzo, pero ¿no se podría haber dado más tiempo para conseguir un acuerdo?
La mayoría de los que pedían más tiempo no querían paridad. Es inaceptable que a estas alturas estemos discutiendo sobre paridad. Además, sería ensuciar el inicio de una constituyente si no hay paridad entre hombres y mujeres. Siempre dijimos que una fecha límite era el 8 de marzo.
Tras la primera votación por paridad, el 19 de diciembre, la UDI congeló su participación en Chile Vamos. Eso no va a ocurrir ahora, pero las críticas de Van Rysselberghe indican que no están superadas las diferencias.
Yo entiendo las frases de la senadora como parte de su estrategia para pelear el voto duro. No me siento aludido u ofendido. Entiendo que tiene que liderar a su partido en momentos complejos, donde le aparece competencia por el lado derecho. La vez pasada se congeló de manera unilateral y se descongeló nuevamente por ellos; ellos se enojaron, ellos volvieron, ya pasó.
Pero ella lo critica a usted principalmente...
Sí, pero son tan poco ajustadas a la realidad las críticas que es evidente que está apuntando al nicho duro. No creo que sea necesario fracturar la coalición.
¿Le ha costado mucho hacer frente a los embates que recibe desde su propio sector?
No me cuesta nada, porque estoy actuando por convicción. Tengo la conciencia tranquila y la mayoría de mi sector, de la derecha a la que yo quiero representar, me apoya. Camino por la calle y la gente de derecha, centroderecha y centro me dice que el partido está haciendo lo correcto. RN no tiene ningún interés en disputarle el voto a José Antonio Kast o el voto duro de la UDI, eso sería un suicidio. A aquellos líderes de RN que no se han dado cuenta de eso, les hago presente que es un suicidio derechizar a RN al extremo de disputarle el voto a J. A. Kast. Y a quienes critican la firma del acuerdo del 15 de noviembre, quiero decirles que nadie responsablemente puede decir que el Chile de hoy está funcionando igual que el del 13 o 14 de noviembre. Esos días el país estaba paralizado, las empresas cerraban a las 2 de la tarde, había miles de personas en las calles. Cuando firmamos el acuerdo, la mayoría de los manifestantes pacíficos se fueron a sus casas dejándonos la tarea de dar solución a los principales problemas sociales. Ahora sienten que no hemos avanzado, que no hemos cumplido. Culpa del gobierno o de la oposición, creo que hay bastante de cierto. Hay que ser mucho más audaces en las reformas, más profundos en los cambios. El Presidente tiene una oportunidad histórica de llamar y encabezar el proceso de un gran pacto político y social. Las soluciones serán de largo plazo, pero es urgente acordarlas con la mayor cantidad de actores posibles. El ejemplo de Irlanda puede ser el modelo a seguir.
Pensiones fue uno de los proyectos que se trató de acelerar, pero finalmente se acordó despacharlo en mayo del Congreso.
Hay tres posibilidades: la que planteó la presidenta de la UDI, que es votar mañana y que se rechace, y creo que es un error. La segunda es aceptar todo lo que pide la oposición y, obviamente, tampoco lo haría. Y la tercera es abrirnos a un diálogo razonable, con gente que está dispuesta a apoyar estos proyectos en la medida que se hagan ajustes razonables. Yo iría por ese tercer camino. Tenemos que estar dispuestos a conversar.
“Tengo confianza en Blumel”
Otro debate que marcó la semana fue gatillado por los dichos del senador Allamand y sus críticas al gobierno, en particular al ministro Gonzalo Blumel. Hubo otras voces, como el alcalde Lavín y usted mismo, que plantearon reparos por la falta de apoyo a Carabineros.
Carabineros no se siente respaldado, y cuando me preguntaron si no se siente respaldado por el gobierno, fui muy claro: no se siente respaldado por nadie. Como sociedad, los que creemos en el rol de Carabineros, le hemos fallado a la institución, los hemos dejado solos. Unos creen que Carabineros tiene que resolver esta crisis social, como si se tratara de un problema de orden público, pero el orden público es consecuencia de la crisis social. Otros pretenden que la institución se haga responsable, a sangre y fuego, de terminar con las manifestaciones. Y, por último, hay un grupo que le atribuye a Carabineros todas las culpas del mundo cada vez que hacen uso de la fuerza. Tenemos que exigirles a Carabineros que trabaje en el marco de la ley, que respete los derechos humanos y tenemos que apoyar su labor. Yo me niego a aceptar que un grupo minoritario de violentos derrote a 17 millones de chilenos. Creo que Gonzalo Blumel está haciendo un gran esfuerzo, tengo confianza en él.
Algunos han planteado la violencia como un factor que complicaría el plebiscito...
No veo en términos de orden público ninguna posibilidad de que no se lleve adelante el plebiscito. Probablemente, los grupos violentos intenten entorpecer el proceso, y esa es la principal muestra para desmentir a aquellos que están con la campaña del terror diciendo que los violentos están por el “apruebo”.
Los del “rechazo” son los de la “campaña del terror”, según dicen en su propia bancada...
No todos. La gente de RN tomó una decisión muy correcta que es un rechazo bastante razonable, que plantea reformas, que se hace desde el diálogo.
¿Esa campaña no se parece a la del 88? Así lo dijo usted a propósito de un tuit de Allamand en que subió un video de la campaña.
Ese video no me convencía, pero tengo que ser muy claro: como partido estamos tranquilos respecto de lo que se está haciendo por ambos lados.
¿No hay riesgo de polarización o quiebre dentro del partido?
Polarización, sí; quiebre, no creo.
Este proceso se da justo en la mitad de un gobierno que salió electo con un programa que no incluía una nueva Constitución. En ese sentido, ¿qué rol le asigna al Ejecutivo en este proceso y cómo lo evalúa justo en la mitad de su periodo?
Teníamos una propuesta de 80 reformas en el programa. El Presidente Piñera, antes del estallido, ya estaba planteando reformas muy importantes en términos institucionales. Creo que el gobierno ha hecho lo que cualquier otro gobierno hubiera hecho en este período y más. Es muy fácil ser general después de la batalla o desde fuera de la batalla, y es muy fácil criticar al gobierno, pero el Presidente Piñera es el gran artífice de que pudiéramos llegar al acuerdo del 15 de noviembre. A algunos les cuesta reconocerlo, pero creo que la historia se lo va a reconocer. La muñeca que ha tenido para mantener unida a su coalición en momentos en que hemos estado unos pensando en A y otros en Z... Gracias al Presidente esta coalición sigue estando unida. El balance para el gobierno es positivo, apoyo al Presidente y estoy seguro de que va a terminar su período habiendo firmado reformas sociales importantísimas, y si la gente así lo quiere, incluso pudiendo firmar una nueva Constitución.
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