“No me da la guata para compartir con ciertos personajes”: Chanfreau aseguró que no asistirá a la ceremonia de cierre de la Convención

“Yo no voy a asistir el día lunes a la ceremonia”. Con estas palabras, el exvocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), Víctor Chanfreau, reveló que no concurrirá al acto de cierre de la Convención Constitucional que se llevará a cabo este lunes 4 de julio.

Las declaraciones las emitió en el podcast “En La Pioli: Cap.5: La invitación”, que fue subido a Spotify este sábado, donde en una distendida conversación detalló los motivos que lo llevaron a adoptar la determinación de restarse de la cita cúlmine de un proceso histórico para el país.

“No voy a ir porque en este acto en verdad, y aunque escape de la racionalidad típica tan fría del cálculo de los políticos tradicionales y de la política institucional, es que para ser sincero no me da la guata para compartir con ciertos personajes que van a ir a ese espacio”, comentó.

En torno a aquellas figuras que el estudiante de Derecho describió, apuntó sus dardos contra el actual director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, y a “otros personajes nefastos”, según calificó.

“Va a ir, por ejemplo, Sergio Micco, director del INDH, que es cómplice de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que ocurrieron en Chile después del 18 de octubre. Otros personajes nefastos que eran menos de un tercio, aunque a veces lograban sumar un poco más y estuvieron en se espacio solo para retroceder los avances que se podían tener en el borrador de la nueva Constitución. Figuras que han colaborado con la prisión política y que se mantenga hoy en Chile y que la han invisibilizado”, relató.

Respecto a lo anterior, elevó sendas críticas en contra de algunos convencionales, como Teresa Marinovic o Jorge Arancibia, y aseguró estar dispuesto a “quedar mal con ese determinado pequeño grupo de personas con tal de seguir con mis convicciones”.

“Ellos no sólo son negacionistas de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Chile después del 18 de octubre, sino que también de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la dictadura. En verdad, no me da para estar en ese espacio, entiendo que otras personas tengan sus propios motivos e interpretaciones para sí ir a ese espacio, y aunque esto pueda molestar a más de alguno, yo nunca he tomado las decisiones por cumplir con ciertas expectativas dadas a un Víctor Chanfreau que en verdad se le despersonaliza caleta muchas veces, sino que estoy dispuesto a quedar mal con ese determinado pequeño grupo de personas con tal de seguir con mis convicciones”, complementó.

En ese contexto, anunció que para el plebiscito del próximo 4 de septiembre votará por la opción Apruebo, basándose en el avance de los derechos sociales que están plasmados en el borrador de la propuesta de nueva Constitución.

“Lo hemos conversado en diversas instancias, vamos a aprobar el 4 de septiembre, principalmente por el avance de los derechos sociales que existe en el borrador de la nueva Constitución. Son avances importantes en pos de las luchas que han llevado los pueblos desde hace ya muchos años. Esto no parte el 18 de octubre, mucho menos parte el 15 de noviembre, como algunos se lo quieren robar, sino que parte hace muchísimos años con luchas históricas que se van heredando, van cambiando las generaciones de posición de lucha, y al final vemos que en los derechos sociales hay avances”, apuntó.

Finalmente, e insistiendo en su decisión, sentenció “yo no pretendo ir a quedarme callado a un espacio, aceptar ciertas cosas porque así lo indican los hitos republicanos, como tanto color le han puesto, y además van a estar las familias de los presos políticos afuera, movilizándose en Plaza de Armas”.

Cabe recordar la constituyente Alejandra Pérez, de la Coordinadora Plurinacional, fue quien invitó al joven estudiante de derecho que encabezó el boicot a la PSU a fines de 2019, en pleno estallido social, mientras que el año pasado se erigió como uno de los dirigentes de la toma del edificio del Instituto Nacional de Derechos Humanos, que se prolongó por más de seis meses.