Pablo Wagner: "La fiscalía ha reconocido que el cargo de cohecho no tenía sustento"

Recibió una condena del Octavo Juzgado de Garantía, pero salió contento del Centro de Justicia. El exsubsecretario de Minería, Pablo Wagner, acusado en marzo de 2017 por cohecho, delitos tributarios y lavado de activos, logró junto a su defensa que las imputaciones que se le efectuaron en el caso Penta finalmente solo se circunscribieran a la facilitación de boletas ideológicamente falsas y a haber incrementado su patrimonio de forma indebida.

Se fue sonriente. "En paz", dijo a la salida de la audiencia, pese a que algunos transeúntes -en una práctica habitual de días que en el tribunal se tratan causas sobre platas políticas- le tiraron monedas.

"Estoy tranquilo, siempre dijimos que no había cohecho y hoy esto se ha demostrado completamente", fue lo que dijo antes de ahondar sobre el proceso en conversación con La Tercera

¿Cómo enfrenta este desenlace del caso Penta?

Estoy tranquilo y en paz. La fiscalía ha reconocido que el cargo de cohecho no tiene sustento y el tribunal me ha absuelto completamente por el delito de cohecho. Y por lo tanto estoy tranquilo de que la resolución judicial probó lo que siempre dijimos, que nunca he cometido el delito de cohecho.

¿Lo dice porque el juez desestimó las acusaciones de los querellantes, que presentaron cargos y penas distintas a los del Ministerio Público?

Hubo acusación particular respecto de los querellantes por el delito de cohecho del 248 bis, o sea, agravado. Y eso fue rechazado completamente. Y por lo tanto, ante esa acusación que ellos tenían derecho a hacer, yo fui absuelto por el juez. O sea, aquí hubo una acusación que fue resuelta por el juez, en el sentido de que no hay delito de cohecho. Y este tribunal ya lo resolvió dos veces. La primera vez fue la jueza Alicia Rosende, exactamente el 28 de abril de 2015.

¿Cuál cree que fue el punto de inflexión de la fiscalía para dejar de imputarle el delito de cohecho?

No lo sé, no puedo especular de eso. Lo que sí, yo me tomo las palabras textuales del fiscal. Él dijo que el cargo de cohecho no tenía sustento. No sé en qué minuto él se dio cuenta. Pero lo único que sé es que vi un hecho, lo escuché a tres metros míos: que el cargo de cohecho no tenía sustento.

¿Qué hace que ahora no tenga sustento? Porque en la primera formalización se llegó a la conclusión de que hubo cohecho en base a una serie de correos y pagos. Una versión muy distinta a la que se escuchó en las audiencias de esta semana.

Esa es una pregunta jurídica que la tendría que responder mi abogado. Pero en lo práctico, nunca tuvo sustento. Desde el 28 de abril de 2015 perdió sustento cuando la jueza Rosende dio su fallo. Y cuando el fiscal el día de ayer justifica el haber sacado el delito de cohecho, se basa en dos elementos: en su convicción, en lo que dijo mi abogado Gonzalo Medina ese día y lo que dijo la jueza.

El fiscal Manuel Guerra dijo también que no existe conexión entre los pagos que usted recibió de Penta y acciones que a partir de su entonces cargo beneficiaran a la empresa.

Yo jamás utilicé mi cargo para ayudar a alguien, para ayudar al grupo Penta, para tener una actitud discriminatoria ni nada de eso, absolutamente nada. A través de una cadena de mails, se intentó crear un escenario ficticio de cohecho, pero no existió.

Usted estuvo 52 días recluido en prisión preventiva en el anexo penitenciario Capitán Yáber. ¿Con qué perspectiva mira ahora esa época?

Como dije, estoy tranquilo y en paz. La verdad es que no tengo ningún resentimiento, odio, ni nada contra nadie. Siempre estuve seguro de que no había cometido ningún hecho contrario a lo que tenía relación a mi cargo. Es muy duro, son extremadamente dolorosos los ataques infundados, pero los resistimos tranquilos, en familia y teniendo claro que la verdad estaba de nuestro lado. Eso era lo más importante.

El Ministerio Público tomó una decisión impopular al haber desistido de acusarlo de cohecho. ¿Cree que eso puede comprometer la imagen y credibilidad de la institución?

No me puedo pronunciar sobre cuál es la credibilidad de las instituciones. Solo puedo tener claro que hay una resolución de un juez respecto de un acto específico. Aquí se imputó cohecho y no existió. Se me hizo una nueva acusación por cohecho, y nuevamente se resolvió que no existía. Y por lo tanto, si estamos en un Estado de derecho, las resoluciones judiciales se respetan.

De todos modos se le condenó por delitos tributarios y enriquecimiento ilícito. ¿Si volviera atrás, cambiaría su actuar?

Por supuesto.

Entre las penas se le condenó a dos años de inhabilidad para acceder a cargos públicos. ¿Transcurrido ese tiempo estaría interesad en alguna carrera política?

No, nunca. Nunca he tenido una aspiración política y nunca la voy a tener, a Dios gracias. Hay mucha gente que es militante y candidato a nada. Yo estuve en el servicio público. Pero no, en lo absoluto. Eso está descartado.