Plan de emergencia: oposición cuestiona marco fiscal propuesto

Como “decepcionante” e “insuficiente”. Así calificaron este martes en la oposición la primera propuesta formal que presentó la noche del lunes el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, en el marco de las negociaciones por un plan de emergencia para enfrentar los efectos económicos y sociales de la pandemia.

El jefe de las arcas públicas abrió por primera vez sus cartas y planteó un marco fiscal de 10 mil millones de dólares de gasto para un periodo de 20 meses, de los cuales US$ 3 mil millones estarían disponibles para este 2020 y US$ 7 mil millones para el próximo año y hasta febrero de 2022. Un diseño que también considera aumentar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) desde los actuales $ 65 mil mensuales por persona y una serie de medidas para la reactivación económica.

“La propuesta del gobierno es decepcionante”, sostuvo el presidente del PS, Álvaro Elizalde. Mientras que su par de la DC, Fuad Chahin, afirmó que “claramente está muy lejos de lo necesario”.

En la oposición no cayó nada de bien que el ministro partiera la negociación con el “tejo” tan “por debajo” de las expectativas que tiene el sector respecto del eventual acuerdo, lo que podría tensionar aún más las tratativas ad portas de que este viernes se cumpla el plazo autoimpuesto por ambas partes para alcanzar un consenso.

En ese sentido, en el bloque cuestionaron que la propuesta del Ejecutivo no inyecte mayores recursos y que, además, gran parte de ellos pudiera provenir de reasignaciones presupuestarias. Pero lo que más preocupó en la oposición es que el plan no acogiera lo planteado por la centroizquierda en orden a aumentar el monto del IFE por sobre la línea de la pobreza y que, además, se consideren medidas de reactivación económica que ellos han cuestionado.

Por ejemplo, en algunos sectores advierten que iniciativas como el “fast track regulatorio” -que busca acortar plazos y reducir los tiempos de trámites regulatorios para proyectos de inversión- o la contención de pérdidas vía devolución de impuestos a algunas empresas, serían complejas de aprobar para la centroizquierda.

En ese sentido, desde la oposición insistieron en la necesidad de que el Ejecutivo priorice iniciativas sociales, como el aumento del IFE, y que materias más controvertidas se discutan con más tiempo o que, incluso, puedan quedar fuera del pacto.

“La propuesta está muy lejos de lo planteado por la oposición”, dijo el senador e integrante de la mesa negociadora, Carlos Montes (PS), mientras que el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Jorge Pizarro (DC), señaló esperar a “que el gobierno se abra” a corregir lo que sea necesario.

Desde el Frente Amplio, en tanto, el diputado Giorgio Jackson (RD) sostuvo que “lamentablemente (la propuesta) está muy lejos de lo que Chile necesita”.

En ese bloque, de hecho, se encuentran evaluando su permanencia en las conversaciones con el Ejecutivo, porque consideran que la propuesta de Hacienda podría terminar profundizando las desigualdades y, además, porque creen que La Moneda busca incorporar materias que exceden el plan de emergencia.

En el Ejecutivo comentaban este martes que si bien esperan que la negociación contemple los pilares que se acordaron inicialmente, algunos apuntaban a que para evitar dilatar aún más las negociaciones, se podrían dejar caer algunos de los temas más complejos. Sin embargo, estaban conscientes de que si no lograban introducir ahorna normas de reactivación sustanciales no habría una nueva oportunidad. “Es ahora o nunca”, afirmaban en La Moneda.

Ese misma discusión se dio la noche de este martes en una nueva reunión de Briones con parlamentarios de la mesa negociadora.

“Todos planteamos que se pudiesen tratar por separado los puntos en materia social donde hay mayor acuerdo. Esa es la prioridad”, dijo Montes tras la cita.

En la reunión Briones volvió a exponer y defender el diseño del gobierno, ante lo que varios legisladores de oposición insistieron en que hay un mayor margen de gasto y cuestionaron el alcance de varias medidas pro reactivación económica, argumentando que algunas de ellas tenían un lógica neoliberal y que más se parecían al programa de gobierno de Piñera que a un plan de emergencia.