Plan de emergencia: seis episodios de una difícil negociación
Tras dos semanas de diálogo y debate, una serie de hechos -algunos de ellos desconocidos- han dejado como consecuencias las tratativas que buscaban lograr un acuerdo para un plan de emergencia de cara a la pandemia del coronavirus. Momentos controvertidos marcaron las conversaciones. Acá el relato de algunos de ellos.
1. La insistencia de Briones por incluir a Felipe Kast en la mesa
Fue en el primer día de negociaciones de la mesa conformada por miembros las comisiones de Hacienda que el ministro de esa cartera, Ignacio Briones, hizo una solicitud a los parlamentarios presentes. A modo de incluir a más fuerzas políticas, el jefe de las arcas fiscales les pidió si se podía incorporar al senador de su partido, Felipe Kast (Evópoli) a las conversaciones por un plan de emergencia.
La solicitud fue recibida con un portazo desde la oposición, desde donde le recordaron al secretario de Estado que el “requisito” que había puesto el propio gobierno para formar parte de las negociaciones era que participaran los partidos que tuvieran representantes en las Comisiones de Hacienda. Ese tema, además, ya había generado roces entre el oficialismo y la centroizquierda, luego de que esa determinación provocara que quedaran fuera de las conversaciones a algunas colectividades del Frente Amplio.
La petición de Briones, sin embargo, distendió el ambiente de esa primera cita. Según cuentan, los parlamentarios de la centroizquierda “bromearon” con la situación y le dijeron a Briones que no tendría sentido incluir a Kast, si ya habían dos Evópoli en la mesa: él y el ministro del Interior, Gonzalo Blumel.
2. “Un pie adentro y otro afuera”: la permanente evaluación opositora
Llamados constantes entre los timoneles Catalina Pérez (RD), Álvaro Elizalde (PS) y Heraldo Muñoz (PPD) marcaron la segunda semana de negociaciones con el Ejecutivo para un plan de emergencia. Y pese al poco margen que reconocen tener en el sector para abandonar el diálogo, en el marco de la coordinación permanente de las tres colectividades estuvo siempre sobre la mesa una posibilidad: bajarse del acuerdo.
El plan, dicen fuentes conocedoras de esas conversaciones, era que si abandonaban el diálogo lo hicieran de forma conjunta para evitar que solo algunos terminaran pagando los costos políticos de esa decisión.
El momento en que surgieron las mayores dudas fue cuando el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, abrió por primera vez sus cartas la noche del lunes, presentando un marco fiscal de 10 mil millones de dólares y un aumento del IFE hasta los 70 o 75 mil pesos, además de un plan de reactivación económica que no convenció a la centroizquierda.
La propuesta, según conocedores de las negociaciones, provocó profunda molestia tanto en las internas partidarias como en las bancadas parlamentarias de las colectividades, desde donde presionaron para no mantenerse en las negociaciones en caso de que el gobierno no cediera en los puntos considerados cruciales para la oposición.
3. La dura discusión de la primera cita
“No corresponde que hablemos de solicitudes de renuncia acá”, fueron las palabras que, según presentes, dijo el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte, y que desencadenaron uno de los momentos más tensos en la primera reunión entre los timoneles del oficialismo y de la oposición.
Las palabras del dirigente habían sido precedidas por las duras críticas que habían lanzado los presidentes del PR, Carlos Maldonado; del PPD, Heraldo Muñoz; y de RD, Catalina Pérez; quienes habían cuestionado la estrategia sanitaria del gobierno y habían deslizado que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, debía dar un paso al costado, ya que “había perdido toda credibilidad”.
Sin embargo, la discusión tomó fuerza luego de que, además de Larraín Matte, la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, defendiera la gestión de Mañalich y asegurara que esas críticas no contribuían a la discusión por un acuerdo.
La polémica logró darse por superada luego de que el presidente del PS, Álvaro Elizalde, remarcara que ninguno de ellos estaba solicitando la renuncia del ministro, y que el ministro de Interior, Gonzalo Blumel, les pidiera a sus invitados que no se “desviaran del foco”.
4. Presión en la Cámara Baja
Un acuerdo paralelo a las negociaciones que llevan adelante sus partidos con La Moneda suscribieron las bancadas de diputados de la oposición. A través del ingreso de un proyecto de resolución, legisladores desde la DC al Frente Amplio, fijaron sus puntos ante la estrategia del Ejecutivo frente a la pandemia y realizaron propuestas concretas.
El hito refleja, en parte, la incomodidad que se instaló en la Cámara Baja en los últimos días, donde no están conformes con el curso que han seguido las negociaciones con Hacienda. De hecho, algunos incluso han transmitido esa distancia públicamente. “Nuestros votos no están disponibles para más medidas de apoyo económico que sean insuficientes”, sostuvieron el miércoles en un comunicado los legisladores del PPD, subrayando que no se han sentido representados en la mesa negociadora, pese a la participación del senador Ricardo Lagos Weber (PPD).
Por su parte, el diputado Manuel Monsalve (PS) -quien integra el grupo de trabajo ante las negociaciones con el Ejecutivo- sostuvo que si se mantenía la primera propuesta presentada por el ministro Ignacio Briones, no estarían los votos del PS para los proyectos que emerjan del acuerdo.
5. La “clase online” del ministro Mañalich
Para finalizar la primera semana de negociaciones entre el gobierno, oficialismo y la oposición, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, y el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Jorge Pizarro, propusieron invitar al titular de Salud, Jaime Mañalich, a la reunión de la mesa negociadora.
La idea de las autoridades era que el secretario de Estado diera luces de la situación sanitaria y cómo eso podría afectar la proyección de las medidas del plan de emergencia.
Así, el domingo pasado, cerca de las 17 horas, el jefe del Minsal se conectó a la cita virtual de los parlamentarios y los secretarios de Estado y les entregó sus proyecciones.
Al principio de su intervención, el secretario de Estado “compartió” la pantalla de su computador con el resto de los presentes y les enseñó algunos gráficos de la progresión de la enfermedad en el país. Asimismo, también realizó una explicación del avance de las pandemias en la historia.
6. Los efectos del cambio Sichel por Monckeberg
Las negociaciones para lograr un acuerdo de cara a un plan de emergencia para enfrentar la pandemia del coronavirus y sus efectos también tensionaron al oficialismo. En medio de las peticiones del presidente de RN, Mario Desbordes, para incluir dentro del pacto la condonación del CAE, lo que fue resistido por el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, el Presidente Sebastián Piñera tomó la decisión de sacar del gabinete al ahora exministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel.
El reemplazo provino, precisamente, de las filas de esa colectividad: el extimonel del partido y entonces ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg. Así, el exdiputado se sumó a las tratativas por el plan de emergencia, incorporación que fue valorada por la oposición. Su llegada también fue aplaudida por la dupla Briones-Blumel, quienes previo a su salida, según trascendió, habían tenido varias diferencias con Sichel. De hecho, algunas fuentes aseguraban que lo estaban marginando de las decisiones.
Con todo, el nuevo titular de Desarrollo Social ha favorecido el diálogo en los últimos días y ha dado señales más audaces que sus pares de Hacienda e Interior, por ejemplo, respecto del aumento del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
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