“Se demoraron un poco”. Así sentenció el Presidente Gabriel Boric -desde Los Ángeles, California- al momento de evaluar la propuesta DC que busca rebajar el quórum a 4/7 para reformar la actual Carta Magna . En clave política, la iniciativa de los democratacristianos respondió a los dichos del titular de la Segpres, Giorgio Jackson, quien planteó que se dificulta concretar el programa sin un nuevo texto constitucional. Y, por otro lado, para algunos allana una “tercera vía” de cambio a la Constitución, en caso de que la opción Rechazo se imponga en el plebiscito del 4 de septiembre.

“La Constitución -continuó Boric- lleva más de 30 años, entonces que no lo vengan a plantear ahora (...) antes del plebiscito”, añadió. El Mandatario, además, hizo un duro emplazamiento a Chile Vamos, coalición que ha promovido la ida de un “plan b” y que parte de sus senadores se plegaron a la moción promovida por los parlamentarios DC, Matías Walker, Ximena Rincón, Iván Flores y el independiente (pro PPD) Pedro Araya.

“Yo sé que se ha planteado antes esta iniciativa, pero la verdad es que quienes en su mayoría han estado del lado contrario a las transformaciones durante tanto tiempo es difícil de creer que ahora se van a poner del lado de los cambios (...). La derecha rechaza, están en su derecho, es totalmente legítimo, pero que no le digan a la gente que acá hay terceras vías”, manifestó el Jefe de Estado.

Y añadió, de forma enfática, que “lo que se juega el 4 de septiembre son dos posiciones: aprobar o rechazar”.

De forma más sutil, el Mandatario también hizo un llamado a su coalición y aseguró que “no me cabe ninguna duda de que los partidos progresistas que han impulsado este proceso de cambios no van a estar en esta alternativa”.

Y es que, precisamente, en el gobierno se encendieron las alertas con la firma del senador Araya como parlamentario parte de una de las coaliciones de gobierno, pese a su calidad de independiente.

Más temprano, el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, desde Valparaíso, se refirió al tema. El secretario de Estado también cerró la puerta a la posibilidad de apoyar la moción y manifestó que “nosotros estamos priorizando esperar ese texto (de nueva Constitución), revisar cuál es la opinión de la ciudadanía, para que desde ese momento, el 5 de septiembre, independiente de si gana el Apruebo o Rechazo, ver cuál es el marco constitucional desde el cual nos tenemos que mover en el siguiente ciclo para que los cambios lleguen a la ciudadanía”.

Y añadió: “en el Congreso están las facultades para poder introducir modificaciones a la Constitución, pero creemos que hay prioridades y la lista de proyectos que está en la Comisión de Constitución del Senado es larguísima”.

Así, en el Ejecutivo ven el asunto con cierta inquietud pues -tal como han advertido parlamentarios de sus filas- esta idea podría terminar favoreciendo la posición del Rechazo en el referéndum. Por ello, la lectura que hacen en Palacio (cuando el Presidente habla de no engañar a la ciudadanía con terceras vías) es que la moción de los senadores responde más a una estrategia que a una intención real por modificar la Constitución.

En esa línea, las mismas fuentes señalan que las palabras del Mandatario van en la dirección de marcar su liderazgo en la coalición, pero al mismo tiempo respetando la posición de sectores como la derecha y la DC.

De hecho, en la centroderecha transmiten que la fuerte respuesta del gobierno responde, justamente, porque saben que viabilizar este proyecto pone en jaque al Apruebo y puede contribuir a que el Rechazo, que sigue liderando en los sondeos de opinión, siga al alza. “Darle a una nueva oportunidad para una buena Constitución, emana de la sociedad civil y del mandato del plebiscito de entrada. No necesita permiso del gobierno. Y aunque no sea su opción, tienen la oportunidad de demostrar liderazgo como conductores si una mayoría dice Rechazo”, publicó ayer en su cuenta de Twitter el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien también se encuentra en Estados Unidos y ha coincidido con Boric en su gira.

Hasta ahora, la senadora Ximena Rincón -y autora de la moción- señaló que no se han sumado nuevas rúbricas al proyecto. Sin embargo, uno de los parlamentarios oficialistas que sí marcó una buena valoración al proyecto -en la eventualidad de que este llegue a sala- fue el socialista Juan Luis Castro. Aunque aclaró que la postura debe ser discutida con el resto de su bancada.

“Valoro que se haya presentado una iniciativa que busca lo que los socialistas hemos buscado hace años: el fin de los quórum supramayoritarios. Esto se da en sincronía con lo que los propios constituyentes de izquierda han acordado. Por ello, no veo sospecha o algún tipo de interrogante que haga pensar que plantear una medida como esta pueda ser dañina o perjudicial, o favorable al Rechazo”, dijo durante esta mañana.

En privado, la noche del pasado martes -y en medio de una cena que se llevó a cabo entre senadores y diputados socialistas- el proyecto presentado por los DC fue parte de la discusión. Si bien varios señalaron que era complejo dar un respaldo explícito -dado que la mayoría de los parlamentarios coincidió que esta es una “estrategia” que favorece al Rechazo-, también rondó la idea de que será difícil estar en contra de la iniciativa si llega a la sala de la Cámara y del mismo Senado. Es decir, no pocos votos PS podrían ir en respaldo de la moción.

El senador José Miguel Insulza (PS), por su parte, si bien señaló que la medida es “respetable”, no se mostró partidario de “decidir este tipo de cosas cuando la Convención esté terminando de discutir esos temas”.

En el PPD, si bien el senador Jorge Soria (PPD) salió en respaldo de la iniciativa, desde la misma colectividad, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), se mostró contrario. “El pueblo de Chile es el que va a definir entre el Apruebo y el Rechazo (...) Si gana el Apruebo, lo que se va a aprobar va a ser el texto propuesto por la Convención. Si gana el Rechazo, se pierde esta propuesta de texto. Esas son las dos alternativas, no existe una tercera vía o un plan b. Otra cosa es lo que vamos a hacer el día después del plebiscito”, aseveró.

En la misma línea, la senadora Loreto Carvajal (PPD) sostuvo que “desde luego que disponerse a reformar algo que no sabemos su texto final no es el sentido. Hay que ser cautelosos, hay que esperar que la Convención termine el trabajo. Hay que tener confianza en el organismo. La política no actúa sobre supuestos”.