Reglas de Uso de la Fuerza: oficialismo y gobierno recurren a jugadas de última hora para evitar nueva derrota en la Cámara
Ante el riesgo de que la derecha rechace de cuajo los principales artículos de la propuesta del Ejecutivo, los parlamentarios oficialistas -con la venía del ministro Álvaro Elizalde (PS)- han realizado maniobras reglamentarias para suspender sesiones, ganar tiempo y tratar de dar vuelta algunos votos frente a una iniciativa emblemática de la agenda de seguridad.
Al menos dos sesiones postergadas registran en las últimas dos semanas las comisiones unidas de Constitución y Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, convocadas especialmente para tramitar el proyecto gubernamental que crea Reglas de Uso de la Fuerza (RUF) para militares y policías.
La iniciativa es una piedra angular de la agenda de seguridad de La Moneda y propone un protocolo de cómo los efectivos pueden usar su armamento frente a situaciones críticas.
Sin embargo, el proyecto encontró una inesperada resistencia de las FF.AA. y de los diputados de oposición, quienes no están dispuestos a retroceder en el estatuto que ya fijó la llamada Ley Nain-Retamal, que otorga cierta protección jurídica a funcionarios para repeler agresiones.
Ante el riesgo de que la derecha rechace de cuajo los principales artículos de la propuesta del Ejecutivo, los parlamentarios oficialistas -con la venía del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que dirige el ministro Álvaro Elizalde (PS)- han recurrido a desesperadas maniobras reglamentarias para suspender sesiones, ganar tiempo y tratar de dar vuelta algunos votos.
La situación más insólita ocurrió el miércoles de la semana pasada. Ese día, el gobierno ya le había retirado la suma urgencia a la iniciativa. Por su parte, las comisiones unidas, presididas por el diputado socialista Raúl Leiva, estaban convocadas casi a la misma hora de una sesión de Sala.
Según la versión de los diputados opositores, que es corroborada por algunos del oficialismo, Leiva recogió un acuerdo unánime para suspender transitoriamente el encuentro para que los presentes pudieran apersonarse en el hemiciclo y marcar su asistencia, con el compromiso de volver quince minutos después para retomar el trabajo de las comisiones unidas que ya están en la fase de votaciones del proyecto de Reglas de Uso de la Fuerza.
No obstante, los legisladores de derecha acusan que Leiva regresó a los 10 minutos con un grupo de parlamentarios del oficialismo con quienes acordó suspender la sesión amparándose en el reglamento, pues la normativa interna señala que las suspensiones son 10 minutos.
Por ello, cuando llegaron minutos después los diputados de Chile Vamos y del Partido Republicano se encontraron con la sorpresa de que la sesión terminaría una vez leída la cuenta, por lo que no habría votaciones ese día.
El diputado Henry Leal (UDI) señaló que el oficialismo está recurriendo a “martingalas” para evitar un revés. “Nosotros volvimos a los 15 minutos, pero resulta que ellos ya habían llegado a los 10 minutos con los diputados oficialistas. Y tomaron el acuerdo de suspender la sesión, porque realmente el reglamento dice que son 10 minutos. Pero el acuerdo de caballeros habíamos hecho era de 15 minutos. Eso no se hace. Y suspendieron la sesión. ¿Por qué? Porque tienen temor a no tener los votos para aprobar el artículo primero que el objeto de la ley”, agregó Leal.
En vista de las negociaciones del gobierno con eventuales votos favorables no habían dado frutos, este miércoles el oficialismo y el Ejecutivo hicieron otra jugada.
Para evitar que las comisiones unidas retomaran el debate de la iniciativa, se le quitó nuevamente la suma urgencia y se le puso mayor celeridad a otro proyecto sobre reincidencia y delitos de alta connotación social.
Con ello, Leiva quedó habilitado para suspender la citación de este miércoles de las comisiones unidades (fusionadas exclusivamente para ver Reglas de Uso de la Fuerza) y convocar en forma sorpresiva sólo a la Comisión de Constitución para votar esta otra iniciativa penal.
“Hicieron que el Ejecutivo le pusiera suma urgencia a un proyecto que está en Constitución a la misma hora, para que no pudiera hacerse la sesión conjunta. O sea, fue un segundo movimiento articulado, entre los diputados oficialistas, el presidente de la Comisión (Leiva) y el ministro Elizalde, porque lo que no quieren es que se vote”, comentó Leal (UDI).
Frente a las críticas, Leiva (PS) respondió que sus acciones están amparadas en el Reglamento de la Cámara. “En la medida que nosotros seguimos buscando un acuerdo, me parece importante legislar bien. Ahora es importante cuando uno ejerce cualquier profesión, hacerlo de una manera adecuada y estudiando el reglamento de la corporación. Cada una de las medidas que he tomado han sido con estricto y riguroso apego al reglamento. Entonces, la invitación que, incluso, les he hecho a otros, a quienes critican la disposición de este presidente, es que estudien el reglamento”, dijo el legislador socialista, quien mencionó que como prueba de la disposición del oficialismo han incorporado indicaciones de sectores no alineados u opositores como Johannes Kaiser (republicano), Jorge Alessandri (UDI), Andrés Longton (RN) o Andrés Jouannet (Amarillos).
En tanto, el diputado Leonardo Soto (PS), también integrante de las comisiones unidas, sostuvo que “el gobierno le quitó la urgencia y habilitó que el presidente de la comisión pudiera retirarlo de tabla. La razón de fondo es que no existe una mayoría nítida que respalde unas reglas de uso de la fuerza claras, precisas y sensatas, que permitan a las policías y a quienes ejercen labores policiales cumplir su trabajo. No existe un acuerdo. Por eso después de las Fiestas Patrias se van a hacer acercamientos”.
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