Rodrigo Ubilla (RN): “Más allá de las negociaciones, la oposición debe tener como estrategia levantar candidatos institucionales”


RODRIGO UBILLA
El exsubsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla (RN). FOTO PEDRO RODRIGUEZ

Aunque lamenta que el sector no haya llegado a un acuerdo en candidaturas a gobernadores, lo que asegura les traerá un costo electoral, está satisfecho con el resultado de las tratativas, de las cuales formó parte. El exsubsecretario está inquieto por la amenaza de los independientes y dice que, por lo mismo, deben tener un relato común en la centroderecha.


El exsubsecretario Rodrigo Ubilla es un experto en negociaciones electorales, tanto que Chile Vamos recurrió a sus oficios cuando las conversaciones no avanzaban. Ahora -ya cerrado el proceso de inscripción- aventura una fórmula para que la oposición maximice sus resultados en octubre.

¿Qué tan conforme quedó con el resultado de la negociación municipal de la oposición?

Si uno mira la cifra, se logró coordinación en muchos lugares. Estoy hablando, primero, de los dos grandes bloques, por así decirlo: Chile Vamos y republicanos. Lógicamente que cuando uno empieza a agregar nuevos actores, como los partidos de centro político, Demócratas y Amarillos, esa coordinación va disminuyendo. Y cuando se agregan partidos que son de oposición, como el PDG y los socialcristianos, bajan aun más los niveles de coordinación. Pero si uno mira: se logra una coordinación en 270 comunas y en 39 comunas hay una competencia.

¿De quién es la responsabilidad de que no se lograra una coordinación total?

Aquí hay varios incentivos en este proceso. Uno era coordinarse, que se logra en 270 comunas, pero hay otro incentivo que es la presencia territorial. Y la pregunta que uno se hace es por qué los partidos además sobreponen este concepto de la presencia territorial. Y es que tiene que ver con los futuros procesos electorales. El próximo año hay elecciones de diputados, senadores, y para muchos partidos esta es la posibilidad de tener en esa comuna, en esa región, una base electoral que le permita el próximo año elegir un diputado o fortalecer la posición.

Y en esta lógica de presencia territorial y no ceder, ¿quién tiene más responsabilidad? ¿Chile Vamos o republicanos?

No conozco el detalle de las conversaciones. Lo que sí tengo claro es que cuando hay una negociación entre dos grupos, ambos tienen responsabilidad. Pero también hay que ser pragmático. ¿Era posible que en 345 comunas se lograra esto? Yo creo que no. Además hay un tercer factor que no hemos tocado, que son los independientes, aquellos que no están dentro de los dos bloques.

Y el mejor ejemplo es el caso del concejal (Felipe) Cruz en Recoleta. El concejal Cruz renuncia un año antes a RN, dice que va a juntar firmas, parece que no las junta, va donde el partido PDG, lo patrocina el PDG, lo inscribe y después conocemos la violencia que lo termina enterrando. Pero ese factor de independientes y de partidos emergentes como PDG, que recogen candidatos que no llevan las listas de los partidos mayoritarios, hace más complejo el tema.

Y en términos generales, ¿cómo ha visto la disposición del Partido Republicano?

Si hay algún elemento que se le puede asignar a esta negociación de la oposición, es lo bullada que fue comunicacionalmente, y eso atenta contra la coordinación. La coordinación tiene que ver también con decisiones sigilosas. Segundo elemento, cuando yo hablo de proyectos personales, no me refiero a los proyectos institucionales como el de republicanos (...). Me estoy refiriendo a gente que inscribe con 100 mil firmas una candidatura y que desarma la articulación de propuestas electorales, ya sea de gobierno o de oposición.

¿Y cree que los independientes le pasarán más la cuenta al oficialismo u oposición?

Depende. Todavía no conocemos la cantidad de gente que va a inscribir su candidatura independiente. Pero la fragmentación se observa básicamente a nivel de gobernadores. En ambos bloques se optó por no ir por lista única. El oficialismo va con cuatro listas y en la oposición hay al menos tres. Y esa era la teoría de los republicanos, con la cual yo tengo una diferencia importante, de que la segunda vuelta se podría corregir esta dispersión de la primera.

¿Les costará esa decisión?

Creo que perdimos la oportunidad de haber ganado gobernaciones en primera vuelta.

¿Y cómo deberían contener el riesgo de los independientes?

Hay que reformar el sistema electoral, subir las barreras. No puede ser que con el 0,05% de las firmas de una comuna se inscriba una candidatura con clave única, eso es una barrera de entrada bajísima. No puede ser que si la persona saca, por ejemplo, menos del 5 por ciento de los votos igual se le pague por parte del Estado el reembolso.

Para esta elección ya no alcanzan y tampoco se ve voluntad política...

Hay que ser realistas en cuanto a que cualquier modificación de un sistema electoral, para que no contamine el próximo proceso, tiene que ser el subsiguiente. Usted vio lo que intentó hacer, mañosamente en mi opinión, el gobierno con el tema de los extranjeros. Que después recogió cuerda y lo modificó.

Dado lo bulladas que fueron las negociaciones en la derecha, ¿cree que no tomaron el peso que estas elecciones son la antesala de la presidencial?

Fue un periodo largo, donde son muchos los partidos involucrados, entonces se genera una sobreexposición pública que muestra una cierta descoordinación básica. Pero, más allá de las negociaciones, acá todavía hay una oportunidad para el sector. La oposición debe tener como estrategia levantar candidatos institucionales.

¿En qué sentido?

Yo pienso que, por ejemplo, el candidato Enrique Bassaletti en Maipú, y voy a usar un nombre de un candidato republicano, que genera consenso a lo menos en Chile Vamos, debería ser proclamado como candidato institucional. Desde la alcaldesa de Providencia, tal cual lo hizo, como los presidentes de los partidos de Chile Vamos, lo nombren como tal. Esa condición de candidato institucional va a generar la diferencia. Hay que hacer lo mismo con Bellolio, con Desbordes. Podemos elegir nombres de cada partido para que no se generen suspicacias.

Hasta ahora solo han existido apoyos aislados, ¿deberían hacer un esfuerzo común?

Deben hacer un esfuerzo de mostrar a esos candidatos.

Pero no se ha visto, por ejemplo, a los presidenciables -Kast y Matthei- en una puesta en escena común...

Está bien que respalden candidaturas, pero lo peor que podría suceder es contagiar esta campaña con los espíritus presidenciales (...). Más que mirar hacia adelante, uno tiene que mirar los antecedentes. Yo creo que hay dos grandes hitos unificadores: el primero fue el 62% del Rechazo y el segundo fue la elección de los consejeros, donde claramente ganaron republicanos, pero también se sacó el 62% frente a propuestas del actual oficialismo. Esos dos grandes hitos unificadores después tienen un gran revés, hay una pérdida, que es el segundo plebiscito. Ese 62% se transforma en el 44%. Yo creo que esta es una nueva oportunidad. Es la oportunidad de mostrar que esta oposición que empieza en el centro político y termina en republicanos es posible de aglutinar una gran cantidad de votos más allá del 50%.

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