The Economist vuelve a catalogar a Chile como una democracia “defectuosa” y parlamentarios cuestionan al gobierno

FACHADA PALACIO LA MONEDA
FOTO: BASTIAN SEPULVEDA

La publicación de la revista británica produjo preocupación en el mundo político, desde donde se llamó a preservar la estabilidad democrática. La oposición, en todo caso, apuntó sus dardos directamente al Presidente Boric.


Chile sufrió un fuerte revés en el ranking que anualmente elabora la unidad de inteligencia de la revista británica The Economist. A un año de ser calificado como una “democracia plena”, el país volvió a ser catalogado como una “democracia defectuosa”, junto a naciones como Argentina, Colombia y Paraguay.

De esta forma, el país entró nuevamente en esa categoría. Ya había ocurrido en el 2022.

En esta ocasión, Chile bajó seis puntos y quedó en el lugar 25° entre todos los países. En el informe se menciona que este descenso responde a “una mayor preferencia por el gobierno de expertos, según los últimos datos de la encuesta”.

El estudio clasifica la calidad de la democracia de los países en una escala del 1 al 10, y otorga un puntaje de acuerdo a cinco ejes. Conforme a la revista, Chile tiene una puntuación de 9,58 en proceso electoral y pluralismo, 8,21 en funcionamiento del gobierno, 6,11 en participación política, 6,88 en cultura política y 9,12 en libertades civiles.

Esto da como resultado que el país tenga una puntuación promedio de 7,98, que lo ubica en el tercer lugar de América Latina, por detrás de Uruguay y Costa Rica.

El posicionamiento de Chile en el ranking provocó una ola de reacciones de preocupación al interior de la esfera política. El diputado socialista Marcos Ilabaca señaló que “si bien nos mantenemos en un buen nivel, en orden a seguir en el lugar 25° a nivel internacional, tenemos que preocuparnos de proteger cada una de las instituciones democráticas de nuestro país (...). Pareciera que a algunos sectores, tanto de la extrema derecha como de sectores del oficialismo, les interesa destruir estas instituciones. Eso daña la imagen del país”.

Por su parte, el diputado liberal Sebastián Videla instó al gobierno del Presidente Gabriel Boric “a priorizar la estabilidad y el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas. Los ciudadanos merecen un liderazgo que responda de manera efectiva a sus necesidades y preocupaciones”.

El diputado Héctor Ulloa (IND-PPD) señaló que el resultado “debe llamarnos a reflexionar sobre la importancia de la participación y cultura política, ambos ítems que están muy por debajo del promedio. Aquí le cabe responsabilidad a la clase política, pero también a la ciudadanía, donde propuestas muchas veces populistas (...) comienzan a ser llamativas y aceptadas”.

Su par Jaime Araya (IND-PPD), en tanto, sostuvo que “esta es la última alerta que faltaba. Es evidente que los fracasos constitucionales, la falta de soluciones concretas, el clima áspero y, sobre todo, la crisis de seguridad hacen ver inútil la democracia, por la incapacidad de sus instituciones para entregar respuestas a las demandas ciudadanas. En ese contexto, todos tenemos responsabilidad, por cierto el Congreso y el gobierno”.

El jefe de la bancada de la DC, Eric Aedo, culpó a la crisis de seguridad, los dos procesos constitucionales fallidos y la impunidad de los “crímenes de los poderosos”, citando como ejemplo al lío de platas entre fundaciones y reparticiones gubernamentales y el caso de la exalcaldesa de Maipú Cathy Barriga.

En el caso de la oposición, las críticas apuntaron directamente al gobierno del Presidente Boric. La diputada de RN Camila Flores expresó que, a partir del estallido social, se “dejó en evidencia la debilidad de nuestra democracia”. La parlamentaria manifestó que “quienes nos gobiernan, es decir, el Presidente y sus coaliciones, particularmente la del Frente Amplio y el Partido Comunista, son los principales responsables de que no tengamos una democracia fuerte en nuestro país”.

En la misma línea, el diputado Jorge Alessandri (UDI) apuntó sus dardos al Ejecutivo y acusó que ese sector validó “la violencia como acción política” y que hoy “Chile es un país más pobre, más peligroso, más caro”. El parlamentario cree que este descenso en la calidad democrática va a afectar en el endeudamiento exterior del país y en la inversión extranjera.

Mientras, el también diputado RN Diego Schalper afirmó que la publicación del informe “nos tiene que alentar a hacer una reforma al sistema político, que es sin duda aquella parte del proceso constitucional que falló, donde había mayor nivel de consenso”. También cree que se debería impulsar una reforma al sistema electoral, que “nos permita fortalecer nuestra democracia”.

De forma irónica, el presidente de Amarillos, el diputado Andrés Jouannet, felicitó al Mandatario por la categorización de Chile. “Esto fundamentalmente ha sido gracias no solo a su gestión, sino a que hace muchos años usted (Presidente Boric) viene horadando y degradando la democracia, junto a sus jóvenes amigos. Hicieron todo para que desde el 18 de octubre, incluso antes, la democracia efectivamente fuese defectuosa”, sostuvo.

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