Tohá aboga por reforzar poder político de Interior y convertir a la Segpres en “un ministerio legislativo”

En una visita relámpago al Congreso, la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), expuso ante senadores y diputados su propuesta para destrabar la reforma que crea un nuevo Ministerio de Seguridad.

Sin embargo, en vista de que las tareas de seguridad y orden público serían traspasadas a una nueva cartera especializada, la secretaria de Estado insistió en un conjunto de medidas para compensar a Interior con nuevas atribuciones políticas.

“Dentro de las modificaciones que se quieren hacer en esta readecuación del Ministerio del Interior, que es parte de las materias de la ley, es que las tareas de Estudios, Coordinación Interministerial y de Auditoría, que están radicadas en Segpres (Ministerio Secretaría General de la Presidencia), estén radicadas en Interior y que Segpres sea un ministerio exclusivamente legislativo, que es en realidad lo que es y a lo que se dedica”, dijo Tohá ante los diputados y senadores integrantes de la comisión mixta, que se constituyó esta semana para tratar de resolver los nudos críticos del proyecto.

La idea de dotar de más poder político a Interior surgió de una evaluación jurídica del gobierno, que detectó que gran parte de funciones de coordinación que ejerce el titular de esta cartera operan de facto o por tradición.

Por lo general, se suele decir que el ministro del Interior es el “primus inter pares” o el “jefe del gabinete”, incluso asume como vicepresidente ante viajes al extranjero del primer mandatario, pero no había mayor respaldo legal de esas atribuciones que eran concedidas por la mera de voluntad del Presidente de la República.

Actualmente, el concepto de “jefe de gabinete” no existe en la Ley del Ministerio del Interior ni en la Constitución y solo ciertas normas hablaban someramente del rol coordinador de esta cartera.

De acuerdo a ese análisis, el gobierno propuso compensar a Interior con ciertos “superpoderes políticos”, según definían parlamentarios.

En el primer paquete de enmiendas que ingresó Tohá en la Cámara de Diputados se propuso que el titular del Interior ejerciera explícitamente como “jefe o jefa de gabinete”, como coordinador de otras secretarías de Estado (incluso con la facultad de poder citar a consejos de gabinete), y también como supervisor estratégico del programa de gobierno, tarea que tradicionalmente había estado radicada en el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y en el llamado “Segundo Piso” de La Moneda, área de oficinas donde trabajan los asesores del Presidente de la República.

Además, como mencionó Tohá, se proponía que las divisiones de Coordinación Interministerial y de Estudios, que hoy están en manos de la Segpres, fueran traspasadas íntegramente a Interior.

No obstante, casi todas estas referencias no tuvieron piso en la sala de la Cámara, en la sesión especial del 3 mayo, en el marco de una semana, en la que se suspendió el receso legislativo, para destrabar un paquete de proyectos, a modo de respuesta institucional del Congreso ante el homicidio de tres carabineros en Cañete.

Posteriormente, para tratar de reponer aquellas facultades de Interior, la ministra logró un acuerdo con senadores del oficialismo y de la oposición con el fin de que rechazaran lo obrado por la Cámara y remitieran esta materia a la mencionada comisión mixta.

No era el único nudo de la reforma. Este miércoles, Tohá también reflotó su propuesta para darle una orgánica regional al nuevo Ministerio de Seguridad.

El Senado había propuesto que en cada región hubiera un “comisionado” para diferenciarlo de los secretarios regionales ministeriales (seremis), pero la Comisión de Seguridad de la Cámara resolvió eliminar esa figura y volver a la idea del seremi.

El tema se complicó aún más, porque la sala de la Cámara al final rechazó todas las fórmulas y dejó al Ministerio de Seguridad sin un responsable en cada territorio.

Algunos diputados de RN proponían que el delegado regional (funcionario del Ministerio del Interior) mantuviera las responsabilidades de orden público y seguridad, a lo que la ministra se negó, debido a que ello hacía innecesario crear una cartera especializada para combatir la delincuencia y coordinar a las policías.

La fórmula de Tohá era distinta y en la comisión mixta reiteró su modelo para empoderar al delegado regional, dándole atribuciones para nombrar y remover a los seremis o comisionados de seguridad. “El delegado regional no es delegado de la seguridad, pero es el delegado del Presidente en la región. Cuando hay una embarrada en Salud, el delegado se mete, cuando hay una embarrada en Educación, el delgado se mete y cuando la hay en seguridad, el delgado se tiene que meter también”, explicó, al tiempo que se mostró abierta a buscar alternativas que sean satisfactorias para todos los sectores políticos.

La ministra comentó que su idea es que “el mando directo de las policías esté en el Ministerio de Seguridad, pero el delegado regional, en las materias de alta connotación tenga un rol directo, en el seremi, en el comisionado o como se llame, cuando los problemas de seguridad son graves”.

Tras la exposición de la ministra, la comisión mixta, que preside el senador Iván Flores, acordó reunirse la próxima semana para tratar de acordar un texto en un plazo breve.

Esta instancia quedó integrada por los diputados Jorge Alessandri (UDI), Raúl Leiva (PS), Diego Schalper (RN) y las diputadas Alejandra Placencia (PC) y Lorena Fries (Frente Amplio). Por su parte, desde el Senado participan todos los integrantes de la Comisión de Seguridad Pública: Paulina Vodanovic (PS), José Miguel Durana (UDI), Jaime Quintana (PPD) y Manuel José Ossandón (RN), además de Flores (DC).