Tregua maternal en la Cámara ante inminente ausencia de Cariola: Aedo asumirá presidencia inicial de la sesión y Rivas cerrará el debate
Los tres integrantes de la mesa acordaron un diseño salomónico para no dar pie a tentaciones de censura de parte de la derecha, una vez que la presidenta de la Cámara inicie su prenatal. Además, diputadas de derecha advierten que tampoco avalarían intentonas para tomar el control de la corporación, aprovechándose de la licencia de la legisladora comunista. La idea es dar paso a un clima de entendimiento entre oficialismo y oposición para conformar a mediados de abril una nueva directiva de consenso.
Con un desayuno “baby shower”, organizado por las mujeres de la Federación de Asociaciones de Funcionarios y Funcionarias del Congreso Nacional y diputadas de todas las bancadas, fue sorprendida la presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC), que ya lleva 27 semanas de gestación, la mañana del 27 de noviembre.
El encuentro -en el que participaron “compañeras” políticas de Cariola, pero también adversarias como las diputadas Chiara Barchiesi (republicana), Flor Weisse (UDI), Carla Morales (RN), Camila Flores (RN), Marcia Raphael (RN), Marlene Pérez (indep. UDI) y Joanna Pérez (Demócratas, quien fue su rival en la última elección de presidencia de la Cámara)- era una muestra de la tregua política que tácitamente se ha instalado en esta rama del Congreso a raíz del embarazo de la legisladora.
Si bien la llegada de un o una militante comunista a la testera, el 15 de abril de este año, fue resistida por la derecha durante años (de hecho, Cariola se convirtió en la primera PC en llegar a este cargo en toda la historia republicana), en privado las bancadas opositoras hoy valoran su conducción.
El embarazo de Cariola, anunciado el 24 de agosto, además, añadió otro elemento para sepultar las intentonas opositoras que buscaban derribar la actual mesa de la Cámara, integrada también por el primer vicepresidente, Gaspar Rivas (indep. ex-PDG), y el segundo vicepresidente, Eric Aedo (DC).
En la misma derecha, algunos diputados reconocían que hoy “se vería mal” censurar a una mujer embarazada.
Sin embargo, en las mismas bancadas opositoras, a modo de conversaciones informales, se evaluaba que una vez que Cariola asuma su prenatal, posiblemente a fines de enero de 2025, se podría generar un escenario distinto.
Presumiblemente, Rivas -quien en el pasado protagonizó varias actuaciones y declaraciones polémicas como insultar a Andrónico Luksic, marchar con ropa interior y usar peluches y papel higiénico para adornar sus discursos- iba a asumir la presidencia en calidad subrogante. Incluso, el reglamento avalaba esas presunciones. “Por ausencia, enfermedad o renuncia del presidente, ejercerán sus funciones los vicepresidentes, según el orden de precedencia”, dice el artículo 47 de la normativa interna.
Por lo tanto, había una subterránea tentación de reactivar una censura a la mesa suponiendo que Rivas podría liderar la corporación y volver a incurrir en alguna “extravagancia”.
El diseño
No obstante, anticipándose a ese escenario, los tres integrantes de la mesa de la Cámara, con la asesoría jurídica del secretario general de la Cámara, Miguel Landeros, acordaron un diseño salomónico para no dar pie a esas tentaciones de censura.
El plan estipula que Aedo (DC) asuma la presidencia al inicio de la sesión en ausencia de la presidencia de la Cámara y encabece igualmente la reunión de comités, instancia donde se toman los acuerdos más políticos y se fijan las tablas de discusión.
Rivas, por su parte, quedaría a cargo del cierre del debate, las votaciones y la hora de incidentes. Hace meses, incluso, que el legislador independiente conduce esta última parte de la sesión (no así las votaciones, que generalmente eran llevadas por Cariola) y, hasta el momento, no ha protagonizado ninguna salida de libreto, que por lo demás él siempre ha reconocido que eran estrategias comunicacionales.
Este diseño permite acortar el margen que tendría la oposición para forzar errores o provocar a Rivas, episodios que luego pudiesen ser usados como insumos para una eventual solicitud de destitución de la mesa.
El plan también considera que Cariola aplace, en lo posible, el inicio de su prenatal hasta la última semana de la actual legislatura (hasta el miércoles 22 de enero). Por lo tanto, esa licencia coincidiría con el receso legislativo del verano.
La fecha de parto de la presidenta de la Cámara está prevista para el 8 de marzo, por ende, ya está asumido que ella no podrá estar para la reanudación del trabajo legislativo durante ese mes.
Solo entonces entraría en juego el diseño con Aedo como rostro inicial de las sesiones, lo que también le acomoda a Rivas, quien a raíz de su trastorno obsesivo compulsivo (TOC), que él mismo ha sincerado, tiene dificultades para llegar puntualmente al inicio de la sala.
Este acuerdo le permitirá a la mesa extender esta tregua por unas cinco semanas más hasta mediados de abril, fecha en que probablemente sus miembros podrían presentar su renuncia.
El diseño tiene un aval importante. Las mismas diputadas de derecha, algunas de las cuales participaron del baby shower de Cariola, han advertido sutilmente a sus pares masculinos que congelen por ahora cualquier intentona para tomar el control de la corporación, aprovechándose de la licencia de la legisladora comunista.
Las parlamentarias -que empatizan con el respeto del período de embarazo y defienden que las mujeres no pierdan sus puestos de trabajo por la maternidad- consideran que igualmente sería una pésima señal destituir la mesa, aun cuando Cariola no esté presente, ya que las censuras inevitablemente derriban a todos los integrantes de la directiva y no pueden ser dirigidas contra un solo vicepresidente.
La diputada Camila Flores (RN) comentó que ella no respaldaría una acción de esa naturaleza. “Se vería muy feo que se presente una censura a una mujer que esté saliendo con su prenatal, simplemente porque no va a estar. El debate tiene que ser por las ideas o porque se falte gravemente al reglamento, no por una simple jugada política. Sería una señal muy fea. He sido madre en el ejercicio del cargo y no me gustaría haber vivido algo así”.
“Soy mujer y madre de tres hijas, el prenatal y el posnatal son un derecho, por lo tanto, no parecería correcto y sería inadecuado pensar en una censura solo porque la presidenta de la Cámara se va con licencia. Si alguien tiene un cuestionamiento por quién queda a cargo, ese es otro tema y que habría que evaluar. Pero yo no he escuchado que se hable de una censura a la mesa”, dijo la diputada Marlene Pérez (indep. UDI).
Incluso, ante la falta de apoyo que tendría una arremetida para tomar en forma brusca la presidencia de la Cámara, la idea que está ganando más fuerza en la oposición y en el oficialismo es dar paso un clima de entendimiento para conformar a mediados de abril una nueva directiva de consenso.
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