Víctor Pérez: Dos meses complejos y el episodio que reflotó la acusación en su contra
El ministro del Interior ha tenido que enfrentar cuestionamientos luego de la caída de un joven desde el Puente Pío Nono al río Mapocho. En su entorno dicen que la demora inicial en reaccionar a lo ocurrido se debió a la necesidad de recopilar información. Esta es la historia de cómo vivió lo ocurrido y de los escenarios internos que se abrieron.
Desde que asumió sabía que una posible acusación constitucional era parte de los riesgos de ser ministro del Interior y fue un tema que, incluso, conversó con el Presidente Sebastián Piñera cuando llegó al cargo. En los poco más de dos meses que lleva como jefe de gabinete, a Víctor Pérez le ha tocado enfrentar tres crisis, las que no han estado exentas de polémicas y críticas hacia su gestión.
Primero fue la huelga de hambre de comuneros mapuches en medio del conflicto en La Araucanía, luego el paro de camioneros y ahora los cuestionamientos por el actuar de Carabineros y la postura que ha adoptado el gobierno luego de que la fiscalía detuviera y acusara de homicidio frustrado a un funcionario de la institución, argumentando que -según la evidencia que manejan- empujó a un joven de 16 años desde el Puente Pío Nono al río Mapocho.
El tema escaló a tal punto que la oposición reactivó una acusación constitucional contra Pérez, que fue ingresada ayer, bajo los argumentos de no haber ejercido control jerárquico sobre Carabineros, posibilitando los hechos ocurridos con el joven en Plaza Italia; no haber aplicado el principio de “igualdad ante la ley” en el marco del paro de camioneros, y también habrá un capítulo sobre los hechos de violencia en La Araucanía.
La ofensiva de la centroizquierda preocupa a La Moneda, donde creen que la mayoría opositora podría hacer prosperar el libelo en ambas cámaras. A juicio del gobierno, la acusación le sirve a la oposición para unirse políticamente en torno a un tema, sobre todo en un mes en que se conmemora el estallido social y se realizará el plebiscito.
Pese a eso, en Interior dicen que el ministro está tranquilo y que él -a diferencia de Andrés Chadwick, quien terminó inhabilitado por cinco años para ejercer cargos públicos- no hará gestiones personales para evitar que la acusación avance, ya que no está dispuesto, por ejemplo, a que se remueva al general director de Carabineros, Mario Rozas, a cambio de que el libelo no prospere. Esto último, una opción que han deslizado en algunos sectores de la oposición.
En este contexto, cercanos al ministro dicen que, incluso, le han recomendado renunciar al cargo con miras a evitar que prospere la ofensiva. Sin embargo, agregan que Pérez ha transmitido que él no dará un paso al costado, ya que no tiene otras aspiraciones políticas. Hasta ahora, además, aún no ha elegido quién será su abogado defensor.
Más allá de eso, en Palacio afirman que el Presidente ha tomado nota de la situación. En ese sentido, fuentes de gobierno dicen que el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, ha contactado a algunos parlamentarios de oposición y ya inició las primeras tratativas.
En tanto, en los partidos de Chile Vamos -sobre todo en la UDI, donde milita Pérez- también hay parlamentarios que han sondeado el ambiente. Desde el bloque sostienen que hay un margen para lograr frenar en la Cámara el libelo, pero que dependerá de la presión mediática que se vaya generando.
En medio de este escenario, una vez ingresada ayer la acusación, los ministros del comité político se reunieron con Pérez en señal de apoyo. Tras esa cita, el titular de la Segegob, Jaime Bellolio, realizó un punto de prensa enfatizando en que el libelo, a juicio del Ejecutivo, no tendría ningún fundamento jurídico.
Las primeras horas de la crisis
El manejo del jefe de gabinete ante la crisis que se originó por el caso del Puente Pío Nono no solo ha sido observado desde la oposición, sino que al interior del propio gobierno. El viernes, cuando ocurrieron los hechos, Pérez estaba en una reunión en Palacio con Rozas, pero ese encuentro terminó antes de que el tema escalara a nivel mediático.
Cerca de las 22.00 fue cuando el episodio se volvió más complejo y, según algunas versiones del Ejecutivo, hubo dificultades para contactar al ministro del Interior en esos momentos más críticos, lo que, en todo caso, es desestimado en el entorno de Pérez.
Asimismo, en Palacio hay quienes lamentan lo que califican como “lentitud” a la hora de reaccionar, ya que no hubo declaraciones de Interior el mismo viernes, sino que recién el sábado, pasadas las 13.00. Así, en privado algunos en el Ejecutivo cuestionan que Pérez, antes de realizar una vocería oficial en La Moneda, apareciera en un programa de televisión de Sergio Hirane, una situación que, incluso, habría sido advertida desde la Secom, lo que, sin embargo, es desestimado entre los cercanos al ministro. En el entorno de Pérez agregan que la demora se debió a la necesidad de recopilar todos los antecedentes del caso.
Pese a eso, la situación también generó -según fuentes de gobierno- incomodidad en el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, quien habría resentido la demora en salir a hablar y que no haya sido convocado a la reunión que tuvo el ministro con Rozas el lunes en La Moneda.
Lo que también generó algunos cuestionamientos en privado, según comentan en Palacio, es que no se haya convocado a un comité de crisis el mismo viernes y que Interior no haya tenido control sobre la primera versión que entregó Carabineros, cuando la institución negó cualquier participación en los hechos. Así, después se le pidió a la policía uniformada que corrigiera su declaración inicial.
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