3M acaba de llegar a un acuerdo de US$ 6.000 millones. Le esperan más demandas

Researchers in Cincinnati examining the effect of potentially dangerous chemicals on drinking water. PHOTO: JOSHUA A. BICKEL/ASSOCIATED PRESS
Investigadores de Cincinnati examinan el efecto de sustancias químicas potencialmente peligrosas en el agua potable. FOTO: JOSHUA A. BICKEL/ASSOCIATED PRESS

Se trata de un litigio sobre la calidad de tapones de oídos de uso militar. Pero además, la fabricante se enfrenta a numerosas demandas relacionadas con las denominadas sustancias químicas “para siempre” (PFAS), presentadas por abogados especializados en lesiones personales y fiscales generales estatales.


3M llegó a un acuerdo de US$ 6.000 millones esta semana para poner fin a la mayor demanda colectiva de la historia de EE.UU. y acordó en junio pagar hasta US$ 12.500 millones para resolver los litigios sobre las denominadas sustancias químicas “para siempre” (PFAS).

Pero sus problemas legales distan mucho de haber terminado, lo que empaña las perspectivas de uno de los fabricantes más conocidos de Estados Unidos.

El continuo marasmo legal está aumentando los costos de 3M, mermando sus beneficios y exigiendo la atención de sus ejecutivos, mientras la empresa intenta contener las consecuencias de productos desarrollados décadas atrás.

Miles de personas han demandado al fabricante con sede en Minnesota, alegando que los productos de 3M que contienen las sustancias químicas conocidas como PFAS les han provocado enfermedades. Los estados también han presentado demandas, señalando que 3M y otras empresas contaminaron sus suelos y cursos de agua.

Los analistas afirmaron que estos casos podrían sumar miles de millones de dólares a lo que 3M ya se ha comprometido a pagar a cientos de sistemas municipales de abastecimiento de agua supuestamente contaminados por PFAS, y a miles de veteranos militares que acusaron que los tapones para los oídos fabricados por una filial de 3M no protegían su audición.

Kevin Rhodes, director de asuntos jurídicos de la empresa, dijo que es demasiado pronto para hablar de cómo pueden resolverse los casos restantes de PFAS. “Eso llevará tiempo”, sostuvo el martes en una conferencia con inversores.

Las demandas relacionadas con los PFAS y los tapones para los oídos de uso militar se han multiplicado hasta convertirse en uno de los mayores litigios de responsabilidad civil por productos defectuosos de la historia, con cientos de miles de demandas presentadas contra 3M, fabricante de la cinta Scotch, las notas Post-it y las vendas Nexcare.

Los desafíos legales han lastrado el precio de las acciones de 3M, que ha caído cerca de un 50% en los últimos cinco años, mientras que el índice bursátil S&P 500 ha subido un 54%. Los litigios también han afectado a los resultados de la empresa, ya que 3M registró unas pérdidas de US$ 6.840 millones en su último trimestre, debido en parte a un cargo de US$ 10.300 millones relacionado con el acuerdo sobre PFAS.

Al anunciar el acuerdo sobre el litigio de los tapones para los oídos de calidad militar el martes, 3M informó que pagaría US$ 5.000 millones en efectivo y US$ 1.000 millones en acciones entre 2023 y 2029, ratificando un informe anterior de The Wall Street Journal. La compañía indicó que esperaba asumir un cargo de US$ 4.200 millones en el tercer trimestre en relación con el acuerdo.

3M aseguró que el acuerdo no era una admisión de responsabilidad, y que los tapones para los oídos son eficaces cuando se utilizan correctamente.

Researchers in Cincinnati examining the effect of potentially dangerous chemicals on drinking water. PHOTO: JOSHUA A. BICKEL/ASSOCIATED PRESS
Investigadores de Cincinnati examinan el efecto de sustancias químicas potencialmente peligrosas en el agua potable. FOTO: JOSHUA A. BICKEL/ASSOCIATED PRESS

Las acciones de 3M han subido casi un 7% esta semana tras conocerse que estaba a punto de llegar a un acuerdo sobre los tapones para los oídos, por un importe inferior a los US$10.000 millones a US$ 15.000 millones que habían pronosticado algunos analistas. Las acciones han subido cerca de un 15% desde su mínimo a finales de primavera, antes de que se anunciara el acuerdo provisional en los casos del agua municipal.

A partir de aquí, es probable que continúen las batallas legales de la empresa por los PFAS. Veintitrés fiscales generales estatales retiraron esta semana su oposición al acuerdo de 3M con los proveedores municipales de agua, y el martes un juez dio su aprobación preliminar al acuerdo. Los estados dijeron que conservaban el derecho a reclamar indemnizaciones por otras demandas contra 3M relacionadas con los PFAS.

Los fiscales generales de Arizona, California, Pensilvania, Wisconsin y el Distrito de Columbia manifestaron el lunes en una carta al tribunal federal de Carolina del Sur que el dinero que 3M ha prometido en el acuerdo sobre PFAS de US$ 12.500 millones, es “sólo una pequeña fracción del coste en que incurrirán los proveedores de agua debido a la contaminación por PFAS”.

Matt Pawa, abogado que representa a Maine y Vermont en los casos de PFAS, comentó que participar en el acuerdo sobre el agua potable no prohibiría a los estados reclamar indemnizaciones por lesiones relacionadas con PFAS u otra contaminación no relacionada con los sistemas municipales de agua, como en los pozos de agua privados utilizados por los propietarios de viviendas.

“Quedan muchos litigios por delante”, afirmó. “No ha terminado ni mucho menos”, añadió.

3M y otras empresas también se enfrentan a miles de demandas por lesiones personales relacionadas con los PFAS, que los demandantes han alegado que son responsables de determinados cánceres y otras enfermedades.

La empresa se opone a estas demandas. 3M ha señalado que los estudios realizados durante décadas por los investigadores no han encontrado una relación causal definitiva entre las sustancias químicas y ningún problema de salud.

El abogado Michael London, cuyo bufete Douglas & London, con sede en Nueva York, representa a más de 2.000 clientes que dicen haber sufrido daños por la exposición a PFAS, indicó que un juez elegirá el mes que viene casos de prueba para sopesar la solidez de esas reclamaciones. En total, más de 10.000 personas han presentado demandas por lesiones personales relacionadas con PFAS contra 3M y otras empresas, detalló.

Algunos demandantes han expresado su preocupación por la capacidad de 3M para financiar todos sus acuerdos. La carta enviada el lunes por los fiscales generales de los estados decía que el calendario de pagos a lo largo de más de una década “aumenta el riesgo de que 3M se enfrente a la insolvencia antes de haber abonado la totalidad de esa cantidad”.

London sostuvo que los acuerdos alcanzados hasta ahora están permitiendo a 3M poner sus finanzas en orden.

“3M ha hecho un trabajo estupendo para poner un tope a sus responsabilidades y saber lo que debe”, aseguró London. “Ya no son una incertidumbre para la empresa ni para Wall Street”, agregó.

La compañía está liberando fondos que podrían utilizarse para los acuerdos. Bruce Jermeland, vicepresidente senior de relaciones con los inversores de 3M, dijo el martes que 3M recibirá un pago único de la unidad de atención sanitaria que está a punto de separarse en su propia empresa. Los analistas han calculado que el pago podría ascender a varios miles de millones de dólares.

3M también conservará una participación del 20% en la nueva firma, lo que, según Jermeland, aumentará la flexibilidad financiera de 3M para efectuar pagos tanto en el caso de los tapones para los oídos, como en el del tratamiento del agua.

Mitch Kramer, de Fluent Financial, con sede en Dallas, una empresa que posee acciones de 3M, manifestó que sigue siendo optimista sobre la compañía a pesar de sus continuos desafíos legales.

“3M ha sido una empresa muy sólida durante muchas décadas”, apuntó Kramer, fundador de la firma. “Pagan un buen dividendo y tienen una buena gestión. Me gusta lo que están haciendo”, concluyó.

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