Angelini, minoritarios y Ebco: las diferencias en Red Megacentro

megacentro
Accionistas de Redmegacentro aceptan oferta de compra de hasta 10% de la empresa por parte del grupo Angelini

A fines de septiembre, Inversiones Siemel dijo no a una distribución de dividendos; hace algunos meses, minoritarios optaron por no firmar los balances, mientras otros cuestionaban las operaciones entre partes relacionadas. La reconocida empresa de bodega, Red Megacentro, tiene cuatro grupos de accionistas con diferentes visiones. En junio, asumió un nuevo gerente, salieron los socios de la gestión y se hicieron modificaciones en línea con profesionalizar la firma...un imperativo de una compañía que si bien financieramente estaba en la cúspide, requería mayor orden, dicen varios contactados.


El 22 de septiembre, Red Megacentro aprobó un reparto de dividendos ascendente a $12.000 millones a distribuir entre los accionistas. La compañía acumulaba una caja de $80.000 millones... “Con la cual se podría financiar la distribución de un dividendo sin poner en riesgo el cumplimiento de las obligaciones de la sociedad ni el plan de inversión”, dijo en la oportunidad el presidente de la firma, Hernán Besomi. El reparto se aprobó con el 78,96% de los votos.

“Se solicitó dejar constancia del voto en contra del accionista Inversiones Siemel S.A.”, se lee en el acta.

Sergio Urrejola -en representación de Inversiones Las Arenas Ltda., Inversiones Las Dunas S.A. y Sergio Urrejola M y Cia.-, respaldó la decisión de la firma: “Expresó estar a favor de la distribución de los dividendos en los términos propuestos ya que con la caja existente es posible proceder a ella sin comprometer las obligaciones de la sociedad”. Ello, mientras otro accionista ponía el acento en la relación de la caja y las deudas.

Hoy, la compañía desarrolladora de grandes centros de distribución, bodegas, minibodegas, locales comerciales y oficinas tiene una multiplicidad de accionistas...tantos como diferencias mediante.

Fundada en 1995 por constructora Ebco y sus socios, Hernán Besomi y Germán Eguiguren. Su primera propiedad fue de renta inmobiliaria industrial en Concepción. En 2007 entraría a la propiedad el ex socio de Glasstech, Luis Felipe Lehueda. En 2009, se sumaría Felipe Guzmán. En 2018, entraría el grupo Angelini, vía Inversiones Siemel. Y el 2021, se agregaría el Fondo de Inversión Link-Inmobiliario, de Link Capital Partners.

Actualmente, la firma no tiene controlador. Y, de hecho, sus socios -dicen varias fuentes contactadas- se distribuyen en cuatro grupos que difieren en intereses y proyecciones sin perjuicios de estar cómodos con la inversión. La firma ha elevado 26,3% sus ventas a septiembre, y su utilidad ha subido 177%. Los principales accionistas son el denominado Grupo Ebco con un 28,6%, compuesto por seis sociedades ligadas a Besomi y Eguiguren.

Le siguen los institucionales de la mano de Inversiones Siemel con el 20,3%, y el fondo Link con un 14,34%.

Hay un tercer grupo de minoritarios, donde están sociedades del ex embajador en Argentina, Sergio Urrejola Monckebrg; Inversiones Patagual, vinculada a Rafael Ossa, e Inversiones El Coipo de Gustavo Swett con del orden de un 16% en total. En cuarto lugar, está el Grupo San Felipe, liderado por Luis Felipe Lehuedé y Felipe Guzmán, ambos con cerca de un 11%.

Quienes conocen la interna, destacan que inicialmente la firma se manejaba al igual que lo hace un emprendimiento, con un fuerte ímpetu en crecer sin un orden y estructura acorde a esa magnitud; los socios eran quienes gerenciaban las compañías, ocupaban los directorios de las filiales, etc. De hecho, el gerente general desde 2013 era el accionista Luis Felipe Lehuede. Y el director ejecutivo, Felipe Guzmán. En la junta de accionistas de 2020 se especificaba incluso que el director de ese entonces Gustavo Swett también ejercía labores administrativas en la sociedad.

Y si bien, tal dinámica tuvo éxito financiero, hubo ciertos aspectos que comenzaron a ser cuestionados. “La compañía creció de manera desbocada. Y si bien le ha ido súper bien, es compleja la amistad en el directorio”, resume una fuente que ha sido testigo de esas diferencias. Lo que se ha intensificado con el ingreso de firmas de renombre desde 2018 en adelante.

“Por encargo de uno de los aportantes del fondo de inversión cuya administradora él representaba, solicitaba que se entregase información sobre transacciones entre empresa relacionadas, procedimientos involucrados, tipos de transacciones, comités en que participaban, cotizaciones solicitadas y antecedentes de cumplimiento de las normas del Título XVII de la Ley N°18.046 sobre Sociedades Anónimas, entre otros”, dijo en la última junta ordinaria de accionistas de abril, Cristián Letelier en voz del Fondo de Inversión Link - Inmobiliario I. Sergio Urrejola manifestó su intención de mantener el voto de rechazo a los Estados Financieros, el cual ya había expresado previamente.

El punto en disputa estaba en los contratos con Ebco, la constructora había desarrollado una quincena de las bodegas que opera Megacentro, que hoy suman 49 centros en Chile, seis en Perú y nueve en Estados Unidos. Inicialmente, ambas firmas eran indisociables. Megacentro surgió de la mano de los creadores de Ebco. “De alguna manera esta compañía creció e invitó a inversionistas profesionales, a los cuales estas cosas no les gustan y que tienen una mirada distinta, más estructurada y formal de ver los negocio, de cosas que deben pasar por un comité directores. Y eso fue un proceso difícil, dado que además los gestores eran socios”, resume una antigua alta fuente de la firma. Hoy, el presidente de la compañía es también el presidente de Ebco, Hernán Besomi. Cercanos a Sergio Urrejola explican que el ex embajador de Argentina y antiguo presidente del Consejo de Defensa del Estado cuestionaba duramente la administración respecto a los contratos con la constructora, además de impugnar ciertos valores de arriendo. Contactado, Urrejola no estuvo disponible para este reportaje.

Ello se mezcló con que hasta el estallido social, todo apuntaba a que la firma se abriría a Bolsa. Varios accionistas chicos que habían invertido parte de su capital en ella, vieron en este proceso una opción de salida, opción que hoy está truncada. “En el fondo están atrapados entre comillas, porque no tienen cómo salir”, confidencia un cercano. Este año el grupo contrató a JP Morgan para evaluar una posible venta y no han recibido ningún interesado. “Con la tasa de interés arriba, todas las transacciones inmobiliarias no son muy interesante, porque desde el comprador se ve caro, y desde el vendedor barato. Entonces hoy día no es el timming perfecto”, dice una alta fuente del mercado financiero.

Se ha sondeado la opción de que los minoritarios vendan su participación a otros accionistas, situación que -replican banqueros- sería compleja por el lado de la fijación del precio.

“De alguna manera hoy hay accionistas que tienen distintas perspectivas del futuro y distintas necesidades. Y eso desde ya genera una cierta tensión”, subrayan en el rubro. “Y varios chicos esperan sus inversiones de vuelta”, destacan conocedores. Otras fuentes moderan el problema: “Las diferencias son algo habitual en las compañías con varios socios. No es nada dramático ni que complique la operativa”.

Esas diferentes visiones habrían sido parte de la última junta extraordinaria. Expertos financieros señalan que hoy Megacentro tiene una relación deuda neta-Ebitda del orden de 13%, en comparación con firmas de renta como los malls abiertos en Bolsa que tienen entre 1,9 y 6 veces. Siemel habría rechazado la distribución de dividendos con la finalidad de que ese monto se destinara al pago de la deuda. Contactados, declinaron hacer comentarios. Mientras que el resto habría visto una opción de tener recursos.

En esa junta, de hecho René Lehuedé, representante de Asesores Consultores Ltda. que posee menos del 1% de la propiedad, consultó respecto del match de la caja en relación a las obligaciones de la sociedad y los flujos de arriendos de los activos de la firma. El gerente general desde junio Claudio Chamorro respondió: “En términos de moneda, las obligaciones son en UF y los arriendos también, por lo que existe un match en ese ámbito. En términos de plazos, indicó que los contratos de arriendo, que son en promedio a 8 años, son consistentes con la deuda a largo plazo, siendo esta levemente más larga, pero manteniéndose en una posición conservadora. Al respecto, sólo en Perú hay una obligación importante en dólares que vence a mediados del 2024 en la que se está trabajando y se debe resolver en el futuro próximo”. Indicó que con esta distribución de dividendos el flujo de caja permite afrontar correctamente los próximos 24 meses.

En Megacentro optaron por no participar en la nota.

Una sola compañía

Hace unos viernes atrás, la compañía realizó su fiesta de fin de año. El nombre: “Red Megacentro, una sola compañía”. El lema no era al azar. Graficaba un proceso de profesionalización que si bien avanzaba desde hace años, se consolidó este 2022.

En la junta ordinaria de abril, Gonzalo Cubillos, en representación de Inversiones y Asesorías Lago Rojo Ltda., había destacado, de hecho, los importantes avances en materia de fortalecimiento del gobierno corporativo, desde 2018 en adelante especialmente. Valoró el aumento del número de directores de 5 a 7, la creación del comité de auditoría, la aprobación de manuales y protocolos, la habilitación de un canal de denuncias, etc. Planteó eso sí que consideraba importante que se continuara fortaleciendo el gobierno corporativo, aunque no tenía ninguna duda respecto a la transparencia que siempre primaba en el actuar de la compañía, se lee en el acta de esa oportunidad.

A comienzos de año, el gerente general por 15 años, Luis Felipe Lehuedé, dejó el cargo. En noviembre de 2021 se había anunciado que en acuerdo con la mesa esté dejaría la gerencia. Subiría al directorio. Si bien, en actas varios accionistas valoraron su gestión, que un socio ocupara el mayor cargo ejecutivo de la compañía no iba en línea con el profesionalismo que querían darle a la estructura. En su reemplazo asumió, -tras haber sido anunciado en mayo- el ex gerente de Administración y Finanzas de Parque Arauco, Claudio Chamorro. Desde ahí en adelante el rol del ejecutivo ha sido ordenar la firma; traer gerentes y unificar la compañía. A mediados de año, asumió Vicente González como fiscal, cargo que antes había ocupado Sergio Urrejola Santa María -hijo de Sergio Urrejola Monckeberg.

“Claudio está intentando montar toda una estructura para tener números, e ir armando cosas que funcionen. Antes la operación de Chile estaba por un lado, Perú por otro, más desordenado”, señalan cercanos a la firma. Ejemplifican con el hecho de que los ejecutivos de Estados Unidos estuvieron recién hace un mes acá... por primera vez. La compañía abrió su operación en ese mercado en 2016.

Desde junio en adelante, se revocaron poderes en a lo menos cinco filiales. En líneas generales, lo que se hizo es sacar a los socios de los directorios de estas. “Normalmente, los directores de las filiales de las sociedades anónimas son ejecutivos de la compañía, no socios. El directorio es uno, y es el de la matriz, eso acá no ocurría”, señala un testigo de ello. Añade: “Se daba entonces una dinámica rara, en que el gerente general del corporativo terminaba siendo jefe de los socios al ser directores en filiales. Eso terminó”. Según la Memoria 2021, en prácticamente todas las sociedades aguas abajo los directores eran Hernán Besomi, Felipe Guzmán y Luis Felipe Lehuedé, que a su vez era el gerente general. “Todos los que eran accionistas o socios salieron”, destacan.

Además, se reforzaron protocolos en el aspecto de negocios con partes relacionadas. “Hoy no se les ocurriría contratar a Ebco para que construya sin pedirle permiso al directorio”, dice una fuente.

En agosto, en tanto, se concretó la venta del 50% que tenía Megacentro en Mega Archivos S.A. a la norteamericana Access. El precio total fue de $37.950 millones. La compañía salía así del negocio de almacenamiento y gestión de documentos para enfocarse en su core.

Dos meses antes de ello, el 8 de junio, Megacentro Chile celebró su penúltima junta extraordinaria. O la última bajo esa razón social. Ese día se aprobó una nueva administración...ahora con el nombre de Redmegacentro S.A. Todo, en línea con ser una sola estructura.P

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.