Autónomo pero con reformas: Así fue el debate entre los constituyentes Royo, Daza y Cozzi sobre el futuro del Banco Central
En el primer capítulo de la segunda temporada de Debates de ReConstitución -instancia de La Tercera donde los convencionales podrán discutir algunos de los temas más relevantes del proceso constituyente- se abordó qué debe ocurrir con el Banco Central de aquí en adelante. Los constituyentes que participaron son integrantes de la comisión de Sistemas de Justicia y Órganos Autónomos de la Convención, quienes tendrán que realizar una propuesta sobre el ente al pleno del órgano constituyente.
Anoche se llevó a cabo el primer debate de la segunda temporada de Debates de ReConstitución, la instancia de La Tercera para fomentar algunas de las discusiones que la Convención Constitucional tendrá que abordar de aquí a su término.
En esta ocasión, los convencionales Manuela Royo (Movimientos Sociales Constituyentes), Ruggero Cozzi (RN) y Mauricio Daza (Independientes Por una Nueva Constitución), todos integrantes de la comisión de Sistemas de Justicia y Órganos Autónomos de la Convención, debatieron sobre el futuro del Banco Central (BC) y el Tribunal Constitucional.
Uno de los acuerdos de los participantes del debate fue que todos están por mantener la autonomía constitucional del Banco Central, sin embargo, difieren en qué objetivos debe tener el ente y cómo se podría dotar de nuevas herramientas para cumplir esos nuevos desafíos.
Pasada la mitad de la discusión, que duró un poco más de una hora, se entró de lleno al debate respecto al futuro del BC. Daza (Ind), por su parte, es partidario de otorgarle mayores atribuciones al BC. Además, para él éste debe ser autónomo pero no solo desde el poder político sino que también desde la banca privada. “Colocar término o trabar una posible puerta giratoria entre los directorios de los bancos privados hasta el consejo del BC. Esa es la autonomía en la que creo y que he defendido siempre”, agregó.
En la misma línea, la constituyente de Movimientos Sociales Constituyentes, cree que “es importante pensar en un BC que invierta en proyectos, que generen empleo a la ciudadanía, que incrementen la cantidad de bienes y servicios, y que además se hagan cargo de la crisis política que hoy vivimos”.
Cozzi (Vamos Por Chile), en tanto, es contrario a sus compañeros de comisión ya que no cree que sea necesario extender las funciones del BC. “En Chile el BC tiene una legitimidad política y social importante. Ha mantenido la inflación del 3%, comparado con países vecinos la inflación esta sobre el 50%. Tenemos que sentirnos orgullosos de la gestión del BC. Hay que tener un mandato acotado, con control inflacionario y con una estructura que garantice la economía y que mantenga lo que tenemos porque es muy bueno y hay que cuidarlo”, agregó.
Y precisamente, el expresidente del Banco Central, José De Gregorio, realizó una pregunta para los tres constituyentes sobre qué instrumentos tiene o debería tener el BC si es que se busca aumentar sus objetivos como ayudar a las pymes, combatir la desigualdad y contribuir a la diversificación productiva los tres constituyentes afirmaron sus posturas.
El constituyente de Vamos por Chile por su parte aseguró que “El problema cuando se pretende extender el mandato al fomento de producción, al pleno empleo, es que no se le entrega las herramientas al BC para ello (...) el fomento productivo y las políticas de empleo están en manos del gobierno de turno y a la creación de empleos. Entregarle esto al BC es contraproducente”, señaló Cozzi.
Daza, por su parte, estableció que si bien la labor principal del BC está ligada a resguardar la estabilidad de precios y controlar la inflación, “en aquel objetivo, también se establecen otros factores como la estabilidad del empleo. Cuando se ocupan los instrumentos para la estabilidad de precios y control de la inflación, también se está mirando el mercado laboral y los efectos que se puede dar a partir, de por ejemplo, el alza de la tasa de interés”.
Para finalizar, Royo (MSC) sostuvo que las políticas fiscales no pueden estar desintegradas de las políticas monetarias. “Un gobierno también necesita tener un diseño programático que permita avanzar como país. Esto no significa que nos vamos a transformar en Zimbabue que tenían billetes de 300 millones de dólares. Un ejemplo podría ser pensar en instrumentos que permitan fomentar créditos productivos para pymes o empresas con ambientación ambientalista”, agregó.
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