Cadem: percepción sobre situación económica de las empresas alcanza su mayor nivel desde 2014 y mejoran perspectivas sobre empleo
Respecto a este último punto, Roberto Izikson, socio y gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, cree que hay una oportunidad de que las perspectivas positivas de empleo superen a las negativas, lo que no ocurre -precisamente- desde el año 2014.
Un creciente optimismo de la población en Chile respecto al panorama económico del país se viene advirtiendo hace algunas semanas en la encuesta Cadem, particularmente respecto a la percepción sobre la situación económica de las empresas, que en su entrega de este lunes alcanzó la mejor puntuación desde julio de 2014.
En el sondeo realizado la semana pasada, un 74% de los encuestados manifestó tener una percepción “buena” o “muy buena” en la materia, un aumento importante desde el 68% observado en la encuesta anterior, pero aún más potente en relación al 47% con el que comenzó el año. Queda así muy cerca del 73% que se observaba la semana posterior al estallido social de octubre de 2019, desde cuando comenzó a ceder.
Por su parte, la percepción “mala” o “muy mala” sobre la situación de las empresas se redujo a 13%, frente al 35% de la primera semana de enero de 2021.
En este contexto, también queda de manifiesto una mejora en las expectativas de empleo. Aunque en esta área sigue primando la percepción negativa, que se queda con un 51% de las respuestas de los encuestados, la brecha de diez puntos con el 41% que tiene una opinión positiva, es de las más bajas desde principios de 2018.
Mercado laboral: ¿cambio de signo?
El avance de una mejor percepción de la ciudadanía respecto del mercado laboral y el cierre de dicha brecha, hace que el escenario se acerque al que había justamente en 2014, cuando la opinión positiva de la gente sobre el empleo, superaba a la negativa. Que se pueda concretar ese cambio de signo en la tendencia de las expectativas de empleo es algo que a juicio de Roberto Izikson, socio y gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, no se puede descartar.
“Hay una oportunidad”, señala Izikson, argumentando que “todo va a depender, primero, de las condiciones sanitarias, que se pueda extender esta nueva normalidad, condicionada al Plan Paso a Paso y que permita la movilidad, el trabajo, la circulación para poder ir a comprar...etcétera. También va a depender de que se mantengan planes de flexibilización, de teletrabajo vigentes, que no estresen, de alguna manera, a la ciudad y a la vida de los empleados”.
Desde su punto de vista, la pandemia “es una de las grandes variables hoy en día. Ahora que está el debate sobre Omicrón y la posibilidad de que llegue a Chile, eso va a tener un impacto sobre las expectativas económicas de los chilenos y también de los empresarios. En tercer lugar, también dependerá de que el Estado tenga incentivos para la contratación, sobre todo de aquellos que se han visto más afectados, como mujeres o industrias específicas como el turismo”.
Cadem también consultó sobre la situación sanitaria y más particularmente sobre las posibilidades de contagio, marco en el que el 46% manifestó estar “mucho o bastante preocupado”, frente al 35% que dijo estar “poco o nada preocupado”.
Economía estancada o en retroceso
Pese a las mejoras antes señaladas, en el área de “Economía y Sociedad” la encuesta también da cuenta de la evaluación todavía negativa que se hace de la economía en su conjunto.
Frente a la consulta: “¿Ud. cree que en el momento actual la economía chilena está: progresando, estancada o en retroceso?” El 74% respondió que la ve “estancada” o “retrocediendo”, mientras que el 26% la ve “progresando”. De todas manera, se trata de las cifras más favorables que se observan desde los meses previos al estallido social.
Sin embargo, la mejora en las cifras no está garantizada y no sólo depende de la evaluación de la pandemia. Según Izikson, el impacto del fin del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) aún “no ha sido captado” por la encuesta Cadem.
“Cuando no haya más IFE, en la medida que el mercado laboral tenga la capacidad de reemplazar y la gente pueda sentir que pueda mantener sus gastos y su calidad de vida, sin ayuda del Estado, no va a haber problema. Si es que hay un segmento de chilenos que no tiene esa capacidad y se acostumbró a vivir con IFE este último tiempo, habrá un problema en la percepción de expectativas que no va a ser menor”, explicó.
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