Caso Factop: fiscal y coordinador de la CMF detallan ante el Ministerio Público las “transacciones manipuladas” de STF
El fiscal Andrés Montes y el coordinador Carlos Isensee, ambos de la Unidad de Investigación de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), declararon ante la Fiscalía sobre graves irregularidades en STF Corredora de Bolsa, señalando prácticas contables manipuladas que alteraron el mercado y afectaron a clientes, en el marco del caso Factop.
Andrés Montes, fiscal de la Unidad de Investigación (UI) de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), y Carlos Isensee, coordinador de la misma unidad, declararon el mes pasado ante la Fiscalía en el marco del caso Factop. En esta ocasión, ambos detallaron las sanciones aplicadas al factoring y a STF Corredora de Bolsa, tras la investigación de graves irregularidades en sus operaciones.
Se trata de la segunda ocasión en que ambos funcionarios de la CMF declaran ante la Fiscalía desde que el 14 de noviembre de 2023 Ciper publicara el audio de la conversación que sostuvo la abogada Leonarda Villalobos con Daniel Sauer y Luis Hermosilla, en el que planificaban el pago de coimas a funcionarios públicos en medio de una trama que involucra presuntos delitos tributarios.
“Los antecedentes recopilados muestran una manipulación deliberada de los estados financieros y operaciones que alteraron el funcionamiento del mercado”, declaró Montes el pasado 7 de noviembre ante el fiscal Juan Pablo Araya de la Fiscalía Local de Las Condes.
Por su parte, Isensee describió las irregularidades detectadas en el funcionamiento de STF: “Se comprobó que manipulaban cifras a través de transferencias reversadas y depósitos ficticios, registrándolos como ingresos válidos en los libros contables”. Estas prácticas se extendieron desde marzo de 2021 hasta febrero de 2023, implicando a ejecutivos clave, entre ellos Luis Flores, gerente general de STF, y los hermanos Ariel y Daniel Sauer, socios mayoritarios de la corredora.
Según ambas declaraciones, Luis Flores, gerente general de STF durante el período investigado, implementó un esquema diseñado para engañar a los clientes, al regulador y al mercado. Según los antecedentes recopilados por la CMF, Flores coordinó diariamente operaciones ficticias de compra y venta de cuotas del fondo CFICAP1B-E, un instrumento cuya demanda aparentaba ser alta, pero que en realidad carecía de interés en el mercado.
“La razón de estas transacciones no era obtener ganancias ni acumular activos, sino generar una ilusión de liquidez para atraer a nuevos inversionistas y dar confianza a los clientes existentes”, explicó Isensee. Las operaciones eran ejecutadas entre la cartera propia de STF y cuentas controladas por el propio Flores, sin movimientos reales de dinero ni intención de generar rentabilidad.
Estas transacciones, realizadas entre febrero y marzo de 2023, lograron mantener artificialmente el valor de las cuotas en el mercado. Sin embargo, la investigación reveló que este mecanismo se detenía en cuanto las operaciones eran suspendidas. “Cuando cesaron las transacciones manipuladas, el interés en las cuotas desapareció, y su valor cayó abruptamente, generando pérdidas millonarias para los inversionistas”, agregó Montes.
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Otro eje clave de la estrategia de Flores, según la CMF, fue la manipulación de los estados financieros de STF mediante el uso de clientes y sociedades relacionadas. Las operaciones incluyeron transferencias y depósitos ficticios que inflaban los índices de solvencia de la corredora. En muchos casos, los fondos eran proporcionados temporalmente por empresas vinculadas, como Factop, y posteriormente devueltos para no comprometer recursos reales.
La investigación de la CMF reveló además que Flores utilizó a clientes como intermediarios involuntarios en estas maniobras. De acuerdo a Isensee, “los clientes realizaban transferencias que eran registradas como ingresos de partes relacionadas, creando la falsa percepción de que STF contaba con un flujo constante de efectivo”. Este esquema no solo permitió a la corredora ocultar su precariedad financiera, sino también continuar operando bajo la apariencia de cumplimiento normativo.
La combinación de operaciones ficticias y manipulación contable no solo afectó a los clientes de STF, sino que también tuvo un impacto directo en la confianza del mercado y la labor de los reguladores. “El objetivo de estas maniobras era burlar las normativas de la CMF y proyectar una imagen de estabilidad que en ningún momento correspondía a la realidad”, afirmó Montes.
La gravedad de las acciones cometidas por Flores y el equipo ejecutivo de STF ha llevado a la Fiscalía a intensificar su investigación, mientras la CMF trabaja en la verificación del cumplimiento de las sanciones impuestas.
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