Cómo mejorar las pensiones de las mujeres: las siete propuestas del gremio internacional de AFP

pensiones
Foto: Mario Pinto/ la tercera

La FIAP señala que “el monto promedio de las pensiones de las mujeres es significativamente inferior al de los hombres en casi todo el mundo". Y entre las explicaciones, menciona que las mujeres "ganan menores salarios, cotizan menos años, tienen una menor edad legal de jubilación y viven más años”. En el caso de Chile, advierte que la brecha es de 50,2%, pero se reduce a 21,1% al incorporar el aporte del Pilar Solidario.


Un estudio sobre brechas de género en pensiones fue lo que realizó la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), donde expone los principales factores de esta diferencia y plantea siete propuestas para mejorar las jubilaciones de las mujeres.

En el informe titulado “Brechas de género en pensiones y siete propuestas para mejorar las pensiones de las mujeres en los países FIAP”, el organismo señala que “el monto promedio de las pensiones de las mujeres es significativamente inferior al de los hombres en casi todo el mundo, lo que se debe a varios factores, entre los que se destacan los siguientes: ganan menores salarios, cotizan menos años, tienen una menor edad legal de jubilación y viven más años”.

En el caso de Chile, la brecha de pensión entre mujeres y hombres es de 50,2%, según enseña el documento, pero detalla que esta cifra “se refiere exclusivamente a las pensiones contributivas, ya que dicha brecha se reduce significativamente al considerar las pensiones no contributivas o Pilar Solidario. En el caso de Chile, la brecha de pensiones se reduce desde 50,2% a 21,1%, esto es menos de la mitad, al incorporar el aporte del Pilar Solidario”.

Para reducir esta brecha de pensiones, la FIAP propone, en primer lugar, “igualar la edad de jubilación legal entre hombres y mujeres en los países donde aún existe diferencia”. En segundo lugar, plantea “promover redes de cuidados infantiles”.

Como tercer punto, habla sobre “perfeccionar la legislación laboral para reducir los sesgos de género”, como por ejemplo, con jornada parcial y teletrabajo, o permisos de paternidad igualitarios. En cuarto lugar, señala que se podría “incentivar las pensiones no contributivas o solidarias”.

En quinto lugar, menciona que hay que “entregar pensiones para mujeres en caso de separación o divorcio”. Como sexto punto, propone “crear subsidios para personas que se dedican al cuidado de los adultos mayores y de las personas con discapacidad”. Y por último, plantea “crear planes de ahorro previsional voluntario con incentivos fiscales”.

La brecha

Según recuerda el informe, las mujeres ganan menores salarios. Ahí señala que “la brecha salarial entre mujeres y hombres en Latinoamérica fluctúa entre un 6% en Uruguay y un 24% en México. El único país de la muestra donde los salarios promedios de las mujeres superan al de los hombres es República Dominicana, en un 2,2%”. En el caso de Chile, el documento muestra que esta brecha es de 9,7%.

El reporte también muestra que las mujeres cotizan menos años. “La densidad de cotizaciones (porcentaje de años cotizados en relación con el total de años de vida laboral) de los hombres es en la mayoría de los países superior al de las mujeres”, señala. En Chile, mientras la densidad de cotización de los hombres es de un 60%, en el caso de las mujeres es de un 50%.

Respecto de la menor edad legal de retiro o jubilación, el informe expone que “si bien algunos países latinoamericanos han seguido el camino recorrido por los países desarrollados, de igualar la edad legal de jubilación entre hombres y mujeres, aún existen en la región países donde ésta difiere”. Ese es el caso de Chile, por ejemplo, donde la edad legal de retiro de los hombres es de 65 años, mientras que en las mujeres es de 60 años.

En paralelo, el documento recuerda que las mujeres viven más años. “La expectativa de vida a los 65 años de las mujeres es superior en varios años a la de los hombres, en todos los continentes. En Latinoamérica y el Caribe las mujeres viven casi tres años más que los hombres. Entonces, para un mismo ahorro acumulado durante la vida laboral, éste debe distribuirse en un período mayor, lo que automáticamente reduce el monto de la pensión de la mujer en relación con la de un hombre”, plantea.

Asimismo, advierte que “hay que tener presente que la magnitud de la diferencia de pensiones entre mujeres y hombres se reduce en forma importante en el caso de personas con parejas con respecto a personas solteras, ya que el ahorro debe financiar la pensión del trabajador y de su cónyuge”.

Así las cosas, concluye que “el efecto combinado de menores salarios, menor densidad de cotizaciones, menor edad legal de retiro y mayor expectativa de vida de las mujeres respecto a la de los hombres, es la causa principal de la menor pensión relativa de las mujeres”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.