Economía brasileña crece más de lo previsto por el mercado en el segundo trimestre
El resultado se situó sobre la media de estimaciones de analistas encuestados por Bloomberg, que esperaban un nivel de 0,9%, dato que favorece al gobierno, previo a las próximas elecciones.
La economía de Brasil creció más de lo esperado en el segundo trimestre, impulsada por la industria y los servicios, reforzando los esfuerzos del presidente Jair Bolsonaro para mantener una actividad sólida antes de las elecciones de octubre.
El producto interno bruto (PIB) creció 1,2% en el período de abril a junio respecto a los tres meses anteriores, dijo el jueves la agencia nacional de estadísticas. El resultado se situó sobre la media de estimaciones de analistas encuestados por Bloomberg de 0,9%. Respecto a un año, la economía creció 3,2%.
El informe del PIB fue uno de los últimos indicadores importantes, y quizás el más importante, antes de que los brasileños emitan su voto en la primera vuelta el 2 de octubre. Bolsonaro, que ocupa el segundo lugar en todas las principales encuestas de opinión detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha apostado gran parte de su candidatura a la reelección a mejorar las perspectivas de la economía más grande de América Latina.
Con la inflación anual superando el 10% y los altos costos de endeudamiento desgastando el poder adquisitivo, aún no está claro cuán arraigadas están las percepciones de los brasileños sobre la economía antes de la votación. El mercado laboral ahora es más fuerte que antes del brote del Covid-19 y los precios al consumidor han comenzado a disminuir, pero las preocupaciones sobre las finanzas de los hogares, los empleos y salarios, han dominado este ciclo electoral.
Los subsidios en efectivo a los brasileños pobres y de bajos ingresos ayudaron a impulsar el consumo en el segundo trimestre. Los altos precios de productos básicos, impulsados por la guerra de Rusia contra Ucrania, aumentaron el valor de las exportaciones brasileñas, como la carne de vacuno y petróleo.
El efecto combinado llevó a los analistas a elevar constantemente sus proyecciones económicas a lo largo del año. Por el contrario, el alto precio de la gasolina y los alimentos ha enfurecido a los brasileños comunes, con Bolsonaro recibiendo la mayor parte de la culpa por sus problemas.
En respuesta, el banco central ha aumentado su tasa de interés en 11,75 puntos porcentuales desde marzo de 2021 tras la pandemia. El ente emisor mantuvo la puerta abierta para un aumento adicional de tasas este mes a medida que se acerca al término de su ciclo de ajuste.
Bolsonaro también ha invertido unos US$8.000 millones en alivio a la economía en las últimas semanas para compensar el dolor inflacionario y estimular el crecimiento. Los analistas advierten que es probable que los beneficios de dicha ayuda desaparezcan después de las elecciones.
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