El cauto avance de los programas de recompra de acciones de las empresas IPSA
Los montos aún son bajos y existen tres compañías con planes aprobados por las juntas, que todavía no llevan adelante ninguna operación. Los expertos apuntan a temas de liquidez del mercado, pero también a que en muchos casos los programas de recompra son una señal, más que un plan concreto.
Con el IPSA aun plano en medio de la crisis provocada por la pandemia, algunas de las empresas que componen el selectivo accionario de la Bolsa de Santiago anunciaron una serie de programas de recompra de acciones. Aprobados ya por las respectivas juntas de accionistas, parte de ellas empezaron a ejecutarlos en septiembre, pero hay otras que todavía no los han iniciado.
Así, la compañía que ha concretado el mayor monto en recompras es Concha y Toro. La empresa controlada por la familia Guilisasti, propuso el programa en marzo de este año, y durante los primeros días de septiembre empezó a comprar. En total, según información entregada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) en relación a las transacciones realizadas bajo el artículo 20 de la Ley de Mercado de Valores, ya han comprado $4.487 millones.
En todos los casos, las recompras fueron aprobadas por hasta el 5% de la propiedad de cada compañía, que es el máximo que permite la ley para estas iniciativas, por un plazo de hasta 5 años. Sin embargo, no necesariamente llegarán hasta dicho porcentaje.
Una vez adquiridas las acciones, pueden ser enajenadas en el mercado dentro de un plazo máximo de 24 meses. De no ser vendidas, el capital social quedará disminuido de acuerdo a la regulación y a las normas contables vigentes.
También en septiembre iniciaron las compras Grupo Security y SK, que en total han adquirido papeles de propia emisión por $1.873 millones y $793 millones, respectivamente.
En Concha y Toro y Security, el 5% de las compañías para el día previo al llamado a junta para votar el programa se valorizaban en US$59 millones y US$32 millones, en cada una.
Sin embargo, aún existen tres empresas con programas de recompras que no han empezado a ejecutarlos. Una es Cencosud, que dado el tamaño de la compañía, el 5% máximo que podría adquirir ronda los US$300 millones, mientras que Watts e ILC tampoco han partido.
¿Avanzan lentos los programas? Según Germán Guerrero, socio de MBI, “en general hay un tema liquidez en muchas acciones y dado el pesimismo que hay, las empresas están muy cuidadosas del momento de comprar, para asegurarse comprar muy barato”.
Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, apunta que “el principal objetivo del sistema de recompra de acciones es dar señales al mercado para entregar cierta estabilidad en el precio de una acción. Por lo tanto, cuando una acción cae demasiado, la administración toma la decisión de comprar acciones para estabilizar el precio, más que hacer un buen negocio comprando barato y vendiendo más caro en un tiempo más. Por lo tanto, si se anuncia un determinado porcentaje, no es que se salga a comprar dicho porcentaje de una vez, sino que se va haciendo cada vez que la acción baje en forma demasiado abrupta, con el objetivo de dar una señal al mercado. más que hacer un negocio financiero”.
Por su parte, Luis Flores, gerente general de STF Capita, indica que es absolutamente normal el avance. “Habitualmente las compañías establecen plazos para el proceso de buy backs, de forma de encontrar el mejor momento en términos de precio y cantidad de acciones que se establece para recompra. Recordar que estos procesos se dan en la búsqueda de rentabilizar el uso de activos como la caja generada por la operación en beneficio de los accionistas, considerando además las perspectivas que tiene cada una de las empresas respecto a su operación futura, y que debiesen impactar positivamente en los precios de cada una de ellas que se someten a estos planes”.
CAP no tiene un programa de recompra de acciones, pero su matriz, Invercap, comunicó en septiembre que otorgó “un mandato irrevocable a Credicorp Capital S.A. Corredores de Bolsa con el encargo de adquirir acciones de CAP S.A. en una o más operaciones bursátiles. Para estos efectos Invercap se ha obligado a proveerle de fondos a Credicorp Capital por hasta US$25 millones”.
El monto es equivalente al 1,37% del valor bursátil de CAP en ese momento.
Desde el noveno mes, Invercap ha adquirido papeles de CAP por $17.810 millones, pero a eso se podrían sumar los $76.911 millones que gastó en adquirir el 6,77% de CAP a MC Inversiones, filial de Mitubishi Corporation. Con esto, en 2021 ha desembolsado $94.721 millones.
Invercap no es el único controlador que ha comprado aguas abajo. Julio Ponce a través de Inversiones SQYA adquirió US$90 en acciones de Nitratos, Oro Blanco y Norte Grande. En tanto, la familia Paulmann se hizo con el 1,67% de Cencosud, por US$112 millones.
En el año el IPSA renta 4,91%, mientras que la acción de CAP cae 28,11%, Security pierde 10,53%, Cencosud baja 7% y SK se contrae 5,4%. Concha y Toro sube 3,59%.
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