El Estados Unidos corporativo se retractó de los programas de diversidad. La revuelta no ha terminado
Desde Ford hasta Walmart, algunas grandes empresas redujeron sus esfuerzos en materia de diversidad, equidad e inclusión (DEI) ante la arremetida de los activistas. Bajo el próximo gobierno de Trump, la presión aumentará.
Las empresas estadounidenses dieron marcha atrás en sus programas de diversidad en 2024 bajo la presión de los activistas. Este nuevo año, se enfrentarán a un desafío aún más poderoso.
El segundo gobierno de Trump se está preparando para poner fin a la política de diversidad, equidad e inclusión (DEI), en docenas de programas gubernamentales y empresariales después de que muchos de los mismos conceptos fueran atacados en algunas de las mayores compañías estadounidenses.
“El péndulo está volviendo a oscilar y lo está haciendo con mucha fuerza contra la DEI”, dijo Mike Davis, un exabogado del Senado que dirige el Proyecto Artículo III, un grupo conservador de defensa legal, que es un asesor externo cercano a Trump. “Hasta que la DEI sea erradicada de la sociedad aún queda trabajo por hacer”, señaló.
Wisconsin Institute for Law & Liberty, que ha demandado a empresas por políticas de DEI, está apuntando a 61 programas federales que considera maduros para el litigio y la eliminación, incluida la asistencia técnica para agricultores minoritarios y las preferencias de contratación para bufetes de abogados de propiedad minoritaria que ayudan a cobrar deudas estadounidenses. Tendrá un aliado dentro de la Casa Blanca: El asesor de Trump Stephen Miller, que dirigió un grupo que también ha demandado a firmas por políticas de DEI.
El asalto a la DEI -término que engloba las políticas diseñadas para crear más oportunidades para las minorías y sus empresas- despegó después de que el Tribunal Supremo anulara en 2023 la discriminación positiva en las admisiones universitarias. A raíz de la decisión, los activistas cuestionaron las políticas corporativas y muchas empresas dieron marcha atrás.
Ford Motor comentó que dejaría de facilitar datos sobre el lugar de trabajo a un grupo de presión a favor de los derechos de los homosexuales. UBS dejó de conceder subvenciones de US$ 25.000 a empresas dirigidas por mujeres de color. Walmart, por su parte, dijo que no renovaría la financiación de una organización benéfica que había creado para abordar las disparidades raciales.
Este mes, un tribunal federal de apelaciones rechazó la iniciativa de Nasdaq de establecer objetivos raciales y de género para los consejos de administración de sus empresas cotizadas.
Los partidarios de la DEI sostienen que la mayoría de los consejos y ejecutivos siguen apoyando los esfuerzos de diversidad, aunque eviten el término, se plieguen a las demandas de los activistas o traten de esquivar las escaramuzas con el gobierno de Trump. Los directores ejecutivos también se arriesgan a reacciones negativas entre clientes y empleados.
“La diversidad es una característica estadounidense fundamental”, manifestó Daniella Ballou-Aares, directora ejecutiva de Leadership Now Project, un grupo empresarial que no ha tomado una posición sobre la DEI. “¿Creo que todas las empresas harán hincapié en los beneficios de la diversidad en la mano de obra? No, y tampoco creo que todas lo estén haciendo ahora mismo. Pero no desaparecerá del todo”, agregó.
Tractor Supply fue una de las primeras empresas destacadas en afirmar que se retractaría de sus compromisos con la DEI: recortando funciones y retirando su apoyo a los actos LGBTQ. “Los clientes nos han dicho que los hemos decepcionado”, declaró el minorista en junio.
Tractor Supply hizo el anuncio apenas unas semanas después de que el provocador de las redes sociales, Robby Starbuck, apuntara contra la empresa.
Ford y otras empresas no tardaron en anunciar que dejarían de trabajar con la Human Rights Campaign (HRC), organización a la que Starbuck había señalado. Durante décadas, el grupo de presión de los derechos de los homosexuales había conseguido que las grandes compañías apoyaran políticas favorables a los empleados y clientes lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer.
Cambios en los programas de formación
Los profesionales de recursos humanos también se retiraron durante el verano. SHRM, un grupo con miembros en cientos de empresas, comentó que eliminaría la “e” de DEI, promoviendo en su lugar la inclusión y la diversidad.
Para los profesionales de RRHH, “equidad” significa que las empresas deben garantizar la igualdad de condiciones para todos los trabajadores. Pero los activistas anti DEI tachan la equidad de perseguir la diversidad a expensas del mérito.
Las firmas también han renovado los programas de formación que en su día exponían el racismo social, favoreciendo en su lugar esfuerzos más limitados pero con apoyos más amplios, como la reducción de las diferencias salariales entre mujeres y hombres, dijo Josh Bersin, un veterano analista del lugar de trabajo y asesor de empresas.
“La inclusión, la diversidad y la igualdad salarial siguen siendo muy importantes”, aseguró Bersin. “Pero han suavizado el enfoque”, añadió.
En otros casos, las empresas ampliaron las oportunidades de formación -sobre la mejora de las técnicas de comunicación, por ejemplo- a todos los empleados, indicó Sheila Abron, copresidenta de la práctica de acción afirmativa y cumplimiento de contratos federales del bufete de abogados Fisher Phillips. El objetivo: garantizar la igualdad de acceso.
“Ahí es donde estamos viendo los desafíos legales, cuando no hay igualdad de oportunidades para todos”, dijo Abron.
Algunas empresas que se enfrentan a litigios o a críticas públicas reafirmaron su compromiso con la diversidad. El CEO de Ford, Jim Farley, señaló que el fabricante de automóviles seguía comprometido a tener un “espacio de trabajo inclusivo”. Donna Morris, jefa de Recursos Humanos de Walmart, comentó a su personal que el minorista seguía queriendo crear un sentimiento de “pertenencia” a nivel interno.
Los tribunales se hacen cargo de las luchas
Tribunales federales distintos desestimaron esta primavera dos demandas en las que se acusaba a Amazon.com de discriminar mediante subvenciones a servicios de reparto con propietarios negros, latinos y nativos americanos. Los demandantes en ambos casos carecían de motivos para demandar porque ni siquiera habían solicitado prestar servicios de entrega a Amazon y, por tanto, no podían optar a las subvenciones independientemente de su raza, según los tribunales. Sus recursos están pendientes.
Honeywell y Pfizer también han visto desestimados casos contra ellas: Honeywell, después de que un empleado alegara que había sido despedido injustamente por negarse a asistir a un seminario de DEI en el lugar de trabajo, y Pfizer, que fue acusada de discriminar al patrocinar una beca abierta a solicitantes negros, latinos y nativos americanos.
En junio, un tribunal federal de apelaciones ordenó a Fearless Fund, una empresa de inversiones de Atlanta que defiende a las mujeres pertenecientes a minorías, que suspendiera un programa que concedía subvenciones de US$ 20.000 a empresarias negras. El tribunal rechazó el argumento de que el gasto constituía un discurso protegido. En septiembre, Fearless Fund llegó a un acuerdo en la demanda y suspendió el programa de subvenciones.
Los representantes de Fearless Fund y Pfizer no hicieron comentarios.
Los activistas también presionaron a los inversores para que se opusieran a lo que denominaron políticas corporativas “woke”. Presentaron docenas de propuestas a los accionistas de las empresas del S&P 500. A menudo enmarcadas en la idea de sacar la política de los negocios, estas propuestas encontraron poca tracción: pocas obtuvieron más del 2% de las acciones votadas.
De todos modos, los activistas dicen que hay que prepararse para más.
Si el gobierno de Trump se suma a la presión, “las corporaciones van a ser aún más receptivas a los tipos de accionistas con los que trabajamos”, sostuvo Jeremy Tedesco, asesor principal de Alliance Defending Freedom, que califica a las empresas sobre políticas de libertad de expresión y libertad religiosa, y ayuda a los accionistas a presentar propuestas de representación.
Reacción interna en Walmart
En noviembre, Walmart se sumó a la lista de compañías que hablan de poner fin a los programas de DEI. Entre otras medidas, el minorista dijo que no participaría en las encuestas de HRC ni renovaría el financiamiento del Centro para la Equidad Racial, una organización sin fines de lucro que había financiado en 2020 con US$ 100 millones durante cinco años.
Dentro de la empresa, algunos trabajadores se mostraron contrariados por el cambio de postura, pocos años después de que la empresa anunciara con bombos y platillos su apoyo a este tipo de iniciativas.
El 13 de diciembre, el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, envió un correo electrónico a toda la plantilla en el que manifestaba que había tenido noticias de muchos empleados sobre los cambios. “Algunas de las notas compartían aprecio mientras que otras compartían preocupación y decepción”, escribió. “No estamos cambiando nuestros valores, pero nuestro enfoque siempre está evolucionando a medida que aprendemos y recibimos comentarios”, indicó.
Es posible que las declaraciones públicas no reflejen cambios políticos radicales. Walmart no ha anunciado cambios en la cobertura del seguro médico ni en otras políticas en las que se basa su primera posición en la clasificación del HRC.
Los partidarios de las iniciativas de DEI pasaron la mayor parte de 2024 a la defensiva. Ahora están esperando a que el gobierno de Trump tome forma antes de decidir cómo responder.
“Trump es un líder carismático que dice cosas de improviso, pero hay que ver qué pasa realmente”, dijo Bianca Agustin, codirectora ejecutiva de United for Respect, que está pidiendo a los accionistas de Walmart que apoyen una auditoría de equidad racial.
Entre las estrategias que los partidarios de la DEI están considerando: demandar para apoyar programas clave u organizar protestas públicas del tipo que ayudó a conducir a nuevas iniciativas de diversidad en 2020.
Al igual que algunos aliados, sostuvo que reconoce que los esfuerzos de la DEI tienen que cambiar. “Tenemos que ser capaces de articular visiones alternativas”, comentó. “No podemos limitarnos a defender los viejos programas”, agregó.
-Traducido del inglés por Pulso.
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