Eran cerca de las 11 de la mañana del miércoles de esta semana, cuando vestido con un traje formal y acompañado de su pareja y de su abogado, el exdirector médico de Clínica Las Condes (CLC), Rodrigo Mardones Petermann, llegó al Centro de Justicia.

Por segunda ocasión en menos de un mes, el facultativo envuelto en una serie de litigios por millonarias deudas, pisaba la losa del edificio que reúne a los tribunales penales de la capital, ubicado al costado de la Penitenciaria de Santiago, en Avenida Pedro Montt. Hace unas semanas, Mardones fue formalizado por manejo en estado de ebriedad y este miércoles, el Ministerio Público lo formalizó por el presunto delito de estafa ante el 4º Juzgado de Garantía de Santiago, quedando sujeto a las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual en la 1ª Comisaría de La Reina.

Este caso se inició en 2022, cuando Luis Alberto Bilbao Roa, propietario de Carnes Bilbao, presentó una querella en contra de Mardones por el delito de estafa. El empresario es dueño de esa distribuidora mayorista de carnes con 30 años de trayectoria en el abastecimiento de hoteles, casinos y restaurantes.

Hace más de una década, Bilbao pertenece al Club de Leones La Pirámide, ubicado en el Barrio Bellavista de la comuna de Recoleta, lugar en que conoció a Jaime Gallardo Arancibia, con quien forjó una gran amistad, compartiendo regularmente en el contexto de reuniones familiares y sociales. En el año 2016, a través precisamente de Gallardo, conoció a Rodrigo Mardones, quien era uno de sus yernos.

En ese entonces, Mardones se desempeñaba como médico traumatólogo de CLC, institución en la que ocupó el cargo de director médico, “presentándose además como un hombre de gran experiencia y éxito en los negocios”, consignó la querella patrocinada por la abogada Trinidad Luengo.

En ese contexto, Rodrigo Mardones invitó a Luis Alberto Bilbao a participar en uno de sus negocios inmobiliarios, el condominio Marina Golf Rapel, pero el proyecto terminó siendo un fracaso.

Bilbao rechazó este primer ofrecimiento, por considerarlo riesgoso y en el cual solo podría obtener ganancias muy a largo plazo. Pese a ello, Mardones siguió presentándole otras opciones hasta que, finalmente, a mediados del año 2016, le planteó que le entregara una suma de dinero, la que, supuestamente, él destinaría al financiamiento de su proyecto inmobiliario en Rapel, monto que le sería devuelto a Bilbao junto con un interés o ganancia adicional que sería entregada de manera mensual.

“Considerando la cercanía familiar que tenía en ese entonces con su íntimo amigo, así como la aparente prosperidad, profesionalismo y seriedad que mostraba el señor Mardones, mi representado decidió aceptar esta última propuesta. Por dicha razón, el día 20 de junio de 2016, y siguiendo las instrucciones de Rodrigo Mardones, el señor Bilbao depositó 8.000 UF, equivalente en esa época a $208.287.840, en una cuenta corriente del Banco BCI, perteneciente a Inmobiliaria Galenos y Asociados Limitada, sociedad de la cual Mardones era socio desde su constitución en 2011 y gerente general desde marzo de 2015″, detalla la querella.

A continuación señala: “Durante algún tiempo, Rodrigo Mardones hizo creer a mi representado que devolvería oportunamente el dinero entregado, más la ganancia adicional prometida. En ese contexto, lo invitaba a reuniones en las dependencias de Clínica Las Condes en las que procuraba mostrar la supuesta prosperidad de sus negocios. Sin embargo, cuando mi representado le pedía al señor Mardones la devolución de su dinero, solo recibía respuestas dilatorias y evasivas”.

Así, con mucha insistencia, Luis Bilbao logró que en enero de 2017 Rodrigo Mardones le hiciera un primer y único pago de $24.993.340, por concepto de ganancia adicional.

Sin embargo, durante el resto de ese año y todo el curso del siguiente, no volvió a recibir otro pago de Mardones ni de su sociedad. Posteriormente, en 2019, y por medio de la intervención de Jaime Gallardo, el querellado aseguró que devolvería todo el dinero que Bilbao había depositado en junio de 2016.

Supuestamente para cumplir con eso, Mardones le entregó a Bilbao 40 cheques de la sociedad Inmobiliaria Galenos y Asociados Limitada, de $5.200.000 cada uno, todos firmados por él. “El tiempo demostró que la entrega de esos cheques era una simple maniobra dilatoria, que permitió al querellado Rodrigo Mardones quedarse con la mayor parte del dinero que mi representado entregó, bajo engaño, en 2016. Muestra de ello es que el señor Bilbao solo pudo cobrar 11 de los 40 cheques que Rodrigo Mardones le entregó. Los 29 cheques restantes, en cambio, por la suma total de $150.800.000, fueron protestados por el banco librador entre los meses de julio a octubre de 2020, ocasionando con ello a mi representado un perjuicio económico que supera con creces las 400 UTM”, acusó la acción penal.

Uno de esos 29 cheques fue protestado por falta de fondos, dos veces, razón por la cual Bilbao, asistido por su hijo, el abogado Diego Bilbao Barrenechea, gestionó la notificación judicial del protesto, dando con ello inicio a la causa C-5206-2021 del 3º Juzgado Civil de Santiago. En dicho contexto, el día 29 de junio de 2021 se notificó al querellado Rodrigo Mardones Petermann por el cheque del 30 de junio de 2020, por $5.200.000, girado contra la cuenta corriente de Inmobiliaria Galenos y Asociados Limitada en el Banco BCI.