Joseph Ramos y bajo crecimiento de la economía: “El gobierno está pagando el costo de haber asustado”

El académico de la U. de Chile se refirió al bajo crecimiento del PIB que se espera para 2023-2024, indicando que hay factores coyunturales y estructurales que lo explican. Entre los segundos mencionó razones de fondo "que tienen que ver con que el programa del Presidente Boric era muy ambicioso en sus metas sociales", lo que requería de muchos recursos y de aumentar fuerte la tributación, lo que ahuyenta a los inversionistas. "Cuando asustas a la gente no necesariamente te creen porque cambiaste de opinión", dijo.


El gobierno de Gabriel Boric está impulsando una serie de reformas, como la de pensiones, tributaria y de salud. Luego del rechazo de la idea de legislar el proyecto tributario, el Ejecutivo ha dicho que negociará las iniciativas que impulsa. Ante este escenario el economista y profesor de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, dijo a Pulso TV que la negociación entre oficialismo y oposición es clave.

“A golpetazos lo están aprendiendo. Basta mirar la conformación del Senado. Además, los que están dentro de la coalición de gobierno están divididos. No sólo necesita la unanimidad del oficialismo, sino que también a algunos de la oposición. Evidentemente que el gobierno tiene que negociar. Hay que llamar las cosas por su nombre. Después del Rechazo (en el plebiscito de septiembre) se envalentonó la ex Concertación, donde casi todos se habían cuadrado con el Frente Amplio. Ya vemos que el PPD, la DC y el PR van en lista separadas para la elección de consejeros constitucionales. En la votación de seguridad los socialistas están a favor de medidas más duras. Necesariamente tiene que haber negociación, y espero que la oposición también sea flexible en sus posturas”, dijo el académico.

Sobre la necesidad de una reforma tributaria, señaló que “hay dos maneras de tener una reforma tributaria. Por ejemplo, pensiones va a requerir un punto del PIB y se va a financiar de esta manera. Eso no es una reforma tributaria, es el financiamiento para pensiones. Las listas de espera requieren tanto, seguridad tanto. Cada proyecto de gasto puede ir acompañado con su financiamiento. Eso es posible y espero que se dé”.

Reforma de pensiones

Por otro lado, el economista apuesta a que habrá una reforma previsional, pero cree que el 6% de cotización extra es insuficiente, y echa de menos que se hable de cuál será la tasa de reemplazo de las pensiones.

“Creo que va a salir una reforma de pensiones. Por ejemplo, hay dos acuerdos grandes. Yo no los comparto necesariamente, pero los veo. Uno es que la PGU suba a $250 mil, y el otro es que se suba la cotización a cargo del empleador en 6 puntos. No estoy de acuerdo, porque creo que se necesitan más de 6 puntos. La crítica que haría es que ni este gobierno, ni el gobierno de la presidenta Bachelet, ni el presidente Piñera cuando presentaron sus reformas, dijeron qué porcentaje de los sueldos va a ser cubierto por las pensiones. Ninguno lo ha dado, es vergonzoso eso, porque es lo que verdaderamente importa. Creo que 6 puntos es insuficiente. Hay discusiones sobre cuánto a la cuenta individual y cuánto a la colectiva, pero nadie ha dicho si 6 puntos es suficiente, o cuál va a ser la tasa de reemplazo”, acusó Ramos.

Y ahondó en el tema de la cotización adicional, diciendo que “el problema con los 6 puntos es que hoy la rentabilidad de los fondos es muy inferior a lo que fue históricamente. No vamos a volver a tener la rentabilidad del pasado, y la esperanza de vida va a seguir aumentando, y la tasa de interés con la cual se calcula la renta vitalicia va a ser significativamente menor al pasado. Si uno pone esas tres cosas en la juguera, mi impresión es que las pensiones en el futuro van a ser peores que las de hoy”.

El economista sigue siendo crítico de los retiros de fondos, y en cuanto al autopréstamo que considera la reforma de pensiones, dijo que debe ser acotado, y con un aumento en la edad de jubilación.

“Si hubiera autopréstamo tendría que ser para fines muy específicos, por montos muy limitados, y contra la edad de jubilación. No que pagaran, porque no van a pagar. Si extiendes la edad de jubilación es más claro. Es lo único que yo toleraría, pero para uso muy limitado”.

Crecimiento

Por último, también se refirió al bajo crecimiento del PIB que se espera para 2023-2024. El académico, indicó que hay factores coyunturales y estructurales que explican lo que estamos viviendo en materia económica.

“Hay factores coyunturales y factores más estructurales detrás de este bajo crecimiento. El coyuntural es que el 2021 fue una bonanza impulsada por US$50.000 millones de apoyos fiscales y retiros, con la cual nos dimos una gran fiesta de consumo. Consecuencia de ello es que la inflación en su peor momento llegó a un 14% y el Banco Central tuvo que encarecer el crédito para enfriar la economía que estaba sobrecalentada. Bajar la inflación requiere apretar el cinturón y que la gente gaste menos. Se proyecta un crecimiento plano este año, porque por la bonanza anterior se tenía que frenar el gasto para bajar la inflación. Esa es la causa coyuntural”, sostuvo.

Señaló que “el Banco Central incluso proyecta que 2024 tampoco va a ser muy fuerte. Ahí empieza a haber razones no sólo coyunturales, sino más bien de fondo, y que tienen que ver con que el programa del Presidente Boric era muy ambicioso en sus metas sociales. Para ello requería gran cantidad de aumento de recursos. Un 4% del PIB, que era la última, es un aumento del 25% de la recaudación tributaria, lo que no es menor. Es muy difícil y aumentar la tributación, aunque uno haga lo que haga, naturalmente reduce los fondos disponibles para inversión. La inversión contribuye al crecimiento. Había un desequilibrio creo yo entre aumento de la tributación con fines loables, pero perjudicando la inversión. A eso hay que agregar que los primeros meses cuando estaba en discusión la nueva Constitución, la Convención fue bastante radical en sus propuestas”.

Y añadió que “eso afecta al inversionista que siente que no es querido y que le quieren quitar los recursos. Eso repercutió en el lento crecimiento. Creo que el gobierno ha tratado de cambiar esa postura. Hay cosas prioritarias, por ejemplo pensiones, las listas de espera, el tren a Valparaíso. En mi opinión en su cartera de objetivos tenía cosas de primera prioridad, de segunda y de tercera, y han ido cayendo. Está pagando el costo de haber asustado. Cuando asustas a la gente no necesariamente te creen porque cambiaste de opinión. Estas conversiones, es mejor que la gente cambie correctamente, pero afecta la credibilidad. Entonces el inversionista dice: ‘Ahora dicen esto, pero quizás qué dirán mañana’. Si bien los cambios que ha propuesto el gobierno van en la dirección de aliviar la angustia de los inversionistas, no es visto como un gobierno amigable al sector privado, y eso va a costar mucho cambiarlo”.

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