La declaración de Marcelo Rivadeneira por fraude a Primus: “Francisco Coeymans me dijo que necesitaba (...) mis sociedades para hacer operaciones falsas”
El millonario fraude a Primus Capital, controlada por Raimundo Valenzuela, suma un nuevo testimonio. Marcelo Rivadeneira declaró el 12 de julio ante la Fiscalía Metropolitana Oriente, revelando su papel en el reclutamiento de venezolanas para crear sociedades de papel y endeudarse con el factoring. Rivadeneira, técnico en cocina, busca develar el esquema que involucra a Francisco Coeymans, Ignacio Amenábar y Antonio Guzmán. Este último será formalizado el 2 de octubre, mientras Coeymans sigue detenido en Perú esperando su extradición a Chile.
Un nuevo hito registra el millonario fraude a Primus Capital, sociedad controlada por el empresario vitivinícola y financiero Raimundo Valenzuela. El pasado 12 de julio ante la Fiscalía Metropolitana Oriente, comenzó a declarar Marcelo Rivadeneira, técnico en cocina, sindicado por la fiscalía como quien se encargó de reclutar a venezolanas en tránsito para crear sociedades de papel para endeudarse con el factoring.
El antofagastino busca entregar información a la fiscalía que le sirva para terminar de develar el esquema fraudulento que involucró al entonces gerente general Francisco Coeymans, al director comercial Ignacio Amenábar y al abogado Antonio Guzmán. Mientras este último será formalizado el próximo 2 de octubre, Coeymans permanece recluido en Pucallpa, norte de Perú, a la espera de ser extraditado a Chile.
Rivadeneira llegó a Primus a través de una serie de conexiones personales y profesionales. Inicialmente, conoció a Antonio Guzmán, abogado de las empresas de Rubén Calvo, y su vecino de condominio, con quien entabló una amistad. A través de Guzmán, Rivadeneira conoció al doctor Rodrigo Mardones, cliente de Need Solucions y asociado con Primus. Mardones, quien enfrentaba problemas financieros, introdujo a Rivadeneira a Primus Capital. En Primus, Rivadeneira comenzó a relacionarse con Francisco Coeymans, en ese tiempo su gerente general, y más tarde con Ignacio Amenábar, gerente comercial, iniciando así su involucramiento en las operaciones financieras de Primus, incluyendo algunas de carácter fraudulento.
“Nosotros les llamábamos ‘muñecas de la mafia’ a las personas que figuraban como dueñas y representantes de estas sociedades que hacían operaciones falsas y que fueron creadas a petición mía, por encargo de Francisco e Ignacio. Yo le mandaba todos los meses un correo a Francisco en el que le entregaba como un detalle de los gastos del mes por mantener el engranaje (sueldos de las dueñas, mantención del hosting y otros gastos de las sociedades, personal administrativo, etc). Yo mantenía todo y le daba instrucciones a las personas que trabajaban en esto. Arrendamos una oficina en el World Trade Center. Yo, por administrar el esquema, me quedaba con aproximadamente 15 millones de pesos mensuales. Los gastos eran variables y los fondos para pagar todo esto se sacaban de operaciones falsas que realizaban Francisco e Ignacio”, relató.
“El problema es que los costos se dispararon y había que mantener la cartera limpia de otros clientes morosos y otros conocidos, como Bañados, Otero, Ormeño, Hugo Galilea y sus empresas, SMG y Mantos Group. Francisco era socio de Hugo Galilea. Quiero mencionar que respecto de las operaciones falsas, implicaban abonos a la cuenta de mi señora, que luego traspasaba a las cuentas de Primus. Hubo transferencias sin operación subyacente de cuenta a cuenta que se realizaron desde las cuentas de Primus, en el Banco Security, a la cuenta de Need Solucions o de Mountain Road del mismo banco. Esa plata era flujo del proyecto R4 y R5 de Hit Chile y Mantos Group, para compras de boletas de garantía y sueldos. Yo tenía que devolver el capital más un 7% de interés, suma que se repartían Francisco, Ignacio y Brian (Moore, gerente de riesgo de Primus). El capital se devolvía a la cuenta de Primus al mismo banco Security y el 7% a la cuenta que ellos me indicaban”, indicó.
“En el año 2020 Francisco Coeymans me dijo que necesitaba que le prestara mis sociedades para hacer operaciones falsas, para pagar moras, intereses y otros conceptos de clientes que se encontraban en deuda, manteniendo sana la cartera, para evitar los cobros de las cartas de crédito y multas. Estas sociedades que se utilizan son mías y de mi señora, yo las ocupaba para negocios reales, pero se las presté a Francisco e Ignacio a cambio de obtener financiamiento rápido para mis operaciones personales y de mis clientes”, explicó.
Fútbol
También dijo que “bastaba con que le hiciera un requerimiento telefónico para que me las aprobara. Yo me relacionaba con todas o casi todas las ejecutivas de confianza de Francisco, tales como la Claudia y Constanza Ahumada, Steffy, Lorena y Tamara. Ignacio tenía una relación bien especial con ellas, porque les faltaba el respeto. Comencé a hacerme amigo de Francisco desde que participé en los partidos de fútbol los días miércoles en la casa de Guzmán, tipo 2019. En esos eventos participaban Moore, Patricio Cárdenas, fiscal de Primus, y otros. Llegaban también Ignacio, Patricio Rubio y Mauricio Pinilla”. Estos últimos, exjugadores de fútbol profesional.
“Al principio Francisco hacía con mis sociedades operaciones para pagar cartera vencida, intereses, renovaciones y otros. Esta plata era depositada en las cuentas de mi cónyuge, porque eran del Banco de Chile, entidad que permite realizar transferencias sin tope de monto. Entonces yo devolvía después a la cuenta de Primus en el Banco de Chile”, sostuvo.
“Las operaciones las hacía según lo que Francisco me decía y pagaba en la forma que este señalaba. En realidad él me decía que iba a pagar operaciones concretas, que él no destinaba a esos efectos y utilizaba los fondos para otras deudas de la empresa. Quiero mencionar que Francisco e Ignacio hacían lo mismo con otras personas que prestaban empresas para estos fines, por ejemplo, Pablo Gómez, Bañados y otros. Esto se hacía de antes en Primus, de mucho tiempo atrás. La deuda de Primus siguió creciendo exponencialmente a tasas del 40% al año, porque el mismo Francisco e Ignacio cobraban el máximo convencional. Ambos ante la necesidad de generar más movimientos dada la altísima deuda existente, me piden crear empresas para los mismos fines, para mantener la deuda más baja y que el directorio no se percatara, para llamar menos la atención”, dijo.
“Borra todo”
Rivadeneira, asesorado por el abogado Leonardo Battaglia, declaró ante la fiscalía cinco días antes de ser formalizado por los presuntos delitos de administración desleal, uso malicioso de instrumento mercantil falso, asociación ilícita, y lavado de activos. Actualmente está en prisión preventiva en el penal de Capitán Yáber.
“Yo conocía a una escort de Antofagasta, Paula Cereso, a quien recluté para crear sociedades, a cambio del pago de $1 millón mensual. Ella a su vez, tenía amigas que trabajaban en una casa de masajes, a quienes no conocía en ese momento, las que estuvieron dispuestas también a crear sociedades a cambio de $1 millón. Las operaciones con estas sociedades eran con facturas y otros documentos, tales como contratos, pagarés y cheques falsos. Había créditos Fogape incluso. Respecto de los cheques falsos debo señalar que Ignacio Amenábar me pidió que me juntara con un sujeto, no recuerdo su nombre”, contó también Rivadeneira.
“Algunas operaciones se hacían respaldadas con terrenos que adquiría con las platas que me prestaba Primus o que compraban clientes. A mí me pagaban la compra del terreno y cuando las vendía, la utilidad que se generaba la repartía con Francisco y otros terceros. Patricio Cárdenas hacía los estudios de títulos, que le pagaba Francisco en efectivo. Marcelo Haristoy figuraba como socio de alguna de las empresas que adquirían estos terrenos, pero en realidad era un testaferro de Coeymans”, explicó.
“No tengo conocimiento que Francisco e Ignacio hayan sacado fondos del país en maletas. Francisco e Ignacio viajaban harto a Perú. No sé que hacían específicamente. En una ocasión Francisco me transfirió US$ 200.000 a mi cuenta, que devolví a Primus. Luego supe que ellos habían sacado un crédito a mi nombre por US$ 380.000 que actualmente debo en Perú. Sé que hacían muchas fiestas ellos allá”, señaló.
Finalmente Rivadeneira indicó que “recuerdo que Francisco me avisó un día en marzo del año pasado, me comentó que quedó la cagada, unos días antes del directorio. Francisco me transfirió $30 o $40 millones de una cuenta de la sociedad Inversiones Seba, para pagar parte de una deuda que tenía Juan Pablo Bañados con Pablo Jorquera. Me dijo que borrara mi perfil de Linkedin, porque en Primus estaban hablando de mí y me dijo pesca tu celular y borra todo con las ejecutivas, con Francisco e Ignacio. Un grupo de WhatsApp (...) para mis operaciones personales y de mis clientes. Yo eliminé todo eso de mi celular de Movistar terminado en 55, cuya tarjeta SIM dejo a disposición para periciar”.
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