La levadura en el precio del pan

Marraqueta

Aunque en términos reales el precio es inferior a los niveles récord que alcanzaron en febrero pasado, es considerablemente superior al valor que tenían en marzo de 2020.


Muchos bienes y servicios están más caros que antes. Eso la gente lo sabe y lo percibe como no lo hacía desde hace años, lo que se refleja en el fuerte aumento que ha experimentado la inflación en los últimos meses.

La inflación más dolorosa probablemente sea aquella de los alimentos ya que la sufren de manera más aguda los sectores más vulnerables de la población. Y entre los productos de esa canasta el pan debe ser el más relevante.

Y en términos históricos, también está caro.

De acuerdo a información de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), el precio promedio de la entrañable marraqueta promedió en octubre los $ 1.480 el kilo frente a los $ 1.472, 12 de su amiga y rival, la hallulla.

Y aunque en términos reales el precio es inferior a los niveles récord que alcanzaron en febrero pasado, es considerablemente superior al valor que tenían en marzo de 2020, cuando el país reportó el primer caso de coronavirus y empezaban las cuarentenas en el país.

Según la base estadística de Odepa, el precio más bajo para la marraqueta se registró en abril de 2011 cuando promedió los $ 1.288 por kilo. En el caso de la hallulla, la cota más baja se registró noviembre de 2010, cuando se pagaron en promedio $ 1.307 por un kilo.

En términos generales, el precio del pan está determinado por tres variables: el precio de la energía, los insumos (harina, trigo, levadura, sal) y la mano de obra.

Todo sube

Hay que recordar que los precios de la energía han subido en todo el mundo, principalmente por el fuerte y constante incremento que ha registrado el petróleo, que hace algunos días tocó máximos en siete años.

A esto se suma el alza que han mostrado a nivel internacional los cereales, particularmente el trigo, un insumo fundamental para el pan. Hay que recordar también que el precio de los alimentos, según datos de la FAO, está en máximos de 10 años.

Los problemas en las cosechas, la fuerte demanda y las interrupciones de la cadena de suministro globales llevaron a que el índice de precios de los alimentos de las Naciones Unidas subiera 33% durante el último año.

Según la organización, el aumento más reciente, de 1,2% en septiembre, se vio prácticamente en casi todos los tipos de alimentos, elevando los temores inflacionarios en los consumidores, pero también en los bancos centrales, reportó Bloomberg hace unas semanas.

Trigo, insumo clave en la harina y el pan

En conversación con Mega, el vicepresidente de Chilepan, Esteban González, dijo que toda esta situación de alzas en insumos, energía y mano de obra “dificulta a cualquier productor” de pan y la medida natural es subir el precio.

“Cuando ya se tiene la presión de estas tres variables, se vuelve más complicado. Un productor, para poder seguir funcionando, tendría que verse forzado a tener que reajustar el precio”, dijo.

El pan no es cualquier alimento en Chile ya que el consumo es trasversal y usado para el desayuno, almuerzo y la típica once. De hecho, es el alimento que tiene mayor peso en la canasta del IPC, con 2,08% del total.

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