Los brasileños no son felices y están enojados por la desigualdad récord

Los brasileños no se habían sentido tan mal en 15 años. La desigualdad social alcanza niveles récord, y la pandemia ha perjudicado el mercado laboral y provocado una gran caída de los ingresos de los más pobres.

El ingreso promedio per cápita de los brasileños cayó a 995 reales (US$195) en el primer trimestre, el más bajo en una década y un 11,3% menos que en el mismo período de 2020, según una investigación publicada el lunes por la escuela de negocios Fundação Getulio Vargas, o FGV. Fue una caída repentina: el ingreso promedio estaba en el punto más alto desde 2012, justo antes de que la pandemia golpeara a principios del año pasado.

Los brasileños más vulnerables han sido los más afectados, según los datos: el 40% más pobre del país perdió el 20,81% de sus ingresos el año pasado.

Como resultado, el índice Gini del país, una medida global de la desigualdad de ingresos, alcanzó 0,674 en los primeros tres meses, la marca más alta desde 2012, según cálculos de FGV. La escala va de cero a uno; estar más cerca de uno significa mayor desigualdad.

El impacto de la pandemia en el mercado laboral brasileño generó el sentimiento de infelicidad y enojo más alto en la población en 15 años, dijo el economista y autor de la investigación, Marcelo Neri, quien dirige el centro de estudios sociales de la escuela de negocios.

La felicidad media de los brasileños, medida en una escala de cero a diez, alcanzó el 6,1 el año pasado, 0,4 puntos menos que en 2019 y el punto más bajo desde 2006. Una menor felicidad se detectó más puntualmente entre los más pobres. Para el 40% más pobre, la caída fue de 0,8 puntos; mientras que entre el 20% más rico, hubo un ligero aumento de 0,1 punto.

El estudio reveló que la ira también aumentó en Brasil, pasando del 19% en 2019 al 24% en 2020.

“Las medidas objetivas y subjetivas del bienestar social van relativamente juntas en todo momento”, dijo Neri. “Cuando una sube, la otra también”.