Marco Antonio Zaldívar, director de empresas en Perú: “Tendremos de 10 a 15 días sin saber quién ganó. Y esa incertidumbre golpea mucho”
Fue director de la Bolsa de Valores de Lima y hoy integra otras mesas, como la de Minera Buenaventura. Sobre el plan de Pedro Castillo de resultar electo, señala que no hay certeza de cuál es su programa, quiénes serán sus colaboradores y el rol que tendrá el presidente de partido, Vladimir Cerrón, quien no pudo ser candidato a vicepresidente por estar con libertad vigilada.
Los temores y la incertidumbre sobre el resultado de la elección en Perú han llevado a los mercados financieros de ese país, contagiando de paso a Chile, a tener importantes caídas. Esencialmente esa preocupación de los inversionistas tiene que ver con el eventual triunfo de Pedro Castillo, quien en su primer programa de gobierno habló abiertamente de nacionalización de empresas. Pero tras pasar a segunda vuelta atenuó bastante sus dichos, recurrió a técnicos más moderados y hoy se presenta menos radical.
Marco Antonio Zaldívar, consejero de Valtin Capital, director de empresas y quien presidiera la Bolsa de Valores de Lima en el pasado, aterriza la inquietud de los privados y sostiene que la gran duda es qué rol tendrán los técnicos más moderados en caso de ser electo Castillo, y si no se impondrá finalmente el presidente de Perú Libre, Vladimir Cerrón, más radical y quien asoma como el cerebro tras la campaña de quien, hasta ahora, lidera los conteos por escaso margen.
¿Cómo está la situación en su país?
-Hay un sentimiento de preocupación por la incertidumbre. Creo que por primera vez en esta elección, uno de los candidatos ha impugnado una cantidad importante de las actas. Ya está terminando todo el conteo de las actas que han sido impugnadas y eso debería concluir mañana cuando llegue a las actas más lejanas. Usualmente a estas alturas ya teníamos un Presidente, porque si bien siempre hay estas impugnaciones, no variaban el resultado final. Lo podrían redondear, pero no lo variaban. Hoy se da una diferencia de algo más de 80.000 votos, pero falta contar la mitad de los votos del exterior. Se da una particularidad, que hay dos países donde ha ganado Castillo: Cuba y Suecia. Y hay uno donde la diferencia a favor de Fujimori es muy poca, que es Chile. En los demás ha ganado con mucho holgura Fujimori. Hay cerca de 300 mil votos que se van a tener que dirimir en el jurado electoral por diferentes impugnaciones. Ese proceso por los plazos legales toma entre 10 o 15 días. Entonces, lamentablemente nos encontramos en que esta vez sí puede influir en el resultado final.
¿Y las eventuales acusaciones de fraude?
-Pasó algo el domingo con las huestes de Castillo, que son un poco más beligerantes que las de Fujimori. Hubo algunas movilizaciones pacíficas, pero ciertas movilizaciones en la calle, algunos gritos de fraude y de defender los votos, que se calmaron cuando el boca de urna le dio la diferencia a favor de Castillo. Pero el tema es que hay una sensación de que hay un ganador y después viene la mesa y le quite el triunfo. Y los gritos de fraude se empiezan a hacer más fuertes. Eso es un riesgo. Tendremos de diez a quince días sin saber quién ganó. Y esa incertidumbre golpea mucho más que saber quién ganó. Los inversionistas se van al escenario más negativo. Es esa incertidumbre la que más me preocupa. Todos los planes de contingencia implicaban trabajar desde hoy lunes el Plan A o el Plan B. Pero ahora sabemos que esa decisión recién la tomaremos en diez días.
Ese plazo de diez días, ¿es en un escenario optimista?
-Lo que todo el mundo pensaba hasta ayer en la mañana era que se terminaba de contar el martes, o a más tardar miércoles, pero ya íbamos a tener una tendencia para saber por dónde ir. Pero lo que nos hemos encontrado, a partir de ayer en la tarde, es que la cantidad que estaba siendo impugnada, sobre todo por Perú Libre, era muy grande, y en zonas donde la votación favorece a Keiko Fujimori. En Perú tienes más de la mitad de las impugnaciones de Lima, en el exterior, cerca del 10 % de las actas. En total, tienes cerca de 1.300 actas impugnadas. Y cada acta es un proceso.
¿Se teme un escenario en que no se reconozca el resultado?
-Hasta ahora en los dos candidatos no ha habido triunfalismo. En ambos casos hay un llamado a la calma y a esperar los resultados oficiales. Esa es la cara visible. Hacia abajo, tras bambalinas, estás trabajando muy fuerte en el tema legal con los jurados electorales, donde se va a definir este tema acta por acta, de la validez de la elección. Sí es cierto que la ONPE tiene un proceso muy abierto, donde puedes ver las actas escaneadas. Se puede seguir en línea. Pero es evidente que el proceso lo que va a tener, lamentablemente, es el retraso en definirse. Pero el Jurado Electoral usualmente ha sido práctico en decir, salvo que haya errores muy groseros, que va a respetar la decisión de las personas y no anularlas por temas formales. Ese ha sido su concepto histórico. Pero podemos tener diez días de acusaciones cruzadas.
Perú se ha caracterizado, más allá de la turbulencia política, por la continuidad de sus políticas económicas y la apertura a la inversión. ¿Esperan que eso continúe?
-Si saliera electa Keiko Fujimori no se esperan cambios en el marco y el tratamiento de la inversión. Donde sí se esperarían cambios es en la tributación. Perú es un país que recauda el 14% del PIB. Eso es sabido: hay un problema de recaudación. Pero también de gasto. Perú ha hecho frente a la pandemia con una serie de ahorros fiscales, pero que no han venido de ahorros programados, sino que de falta de gasto. De lo que estaba presupuestado gastar, no se gastó. Si tú miras la construcción de 20 o 25 hospitales el año pasado, eso no se dio. Si tenías esos 25 hospitales, no tenías el efecto de la pandemia que hemos visto.
¿Y si gana Castillo?
-Sí hay una preocupación allí por varias cosas. El problema es que no ha sido claro respecto de lo que quiere hacer. Si vas al plan original, no te da mucha luz. Nadie lo miró mucho al principio, porque no es un plan de gobierno, sino que una copia de un documento, probablemente marxista-leninista del año 70. Es más, es el único plan de gobierno que no tiene una sola línea de la pandemia. Es algo que desempolvaron y lo presentaron. Y ahí, el Estado lo es todo. Ahí va de frente a Cuba. Las declaraciones de Castillo han sido, primero, que hay que respetar la inversión privada, la propiedad, y después dijo que el turismo debe ser sin fines de lucro, que el Estado debe participar de todo. Y lo más fuerte, que es el cambio de la Constitución.
Actualmente la Constitución tiene pilares importantes, como la autonomía del Banco Central, que ha sido muy relevante. Él ha dicho que se va a respetar la autonomía del Banco Central. Pero es importante lo que ocurra con las personas que lo manejan. Hace diez años asumió Ollanta Humala, y si uno mira cómo reaccionó la Bolsa y el tipo de cambio entonces, fue peor que ahora. Pero él cambió rápidamente, dijo que iba a proponer que se mantuviera al presidente del Banco Central y nombró como ministro de Economía a quien era viceministro del gobierno anterior, de Alan García. Eso calmó a los mercados. Pero acá no lo sabes y no lo vas a saber en un período largo.
¿Y qué estructura tiene su partido, Perú Libre?
-En Perú Libre tienes una bicefalía: el candidato, que es Castillo, y el presidente del partido, que es Vladimir Cerrón, quien está con libertad condicional y que postuló para la segunda vicepresidencia, pero fue inhabilitado. Pero es quien maneja el partido. Cerrón es de izquierda dura, cubana, muy cercano a Maduro. Le preguntas a Castillo y dice A. Vas donde Cerrón, y dice B. Y sobre los asesores, tampoco hay mucha claridad. Ha presentado un equipo primero y hace dos semanas presentó otro. Después, tienes un vocero económico, que es la gente más allegada a Verónica Mendoza, que es de una izquierda más moderada y más moderna en lo social, no tanto en lo económico.
Precisamente, se han escuchado voces más moderadas de asesores de Castillo, como Pedro Francke. ¿Podríamos esperar una moderación también en un eventual gobierno de Perú Libre?
-Yo creo que sí debería moderarse. El problema es que tienes un candidato que no sabe, con un líder del partido muy radical. Antes de Francke estuvo convocado Kurt Burneo, un economista de izquierda que en algún minuto fue viceministro. Y él dijo que quería entrar, pero quería ver primero el plan que tenía Cerrón. Y Cerrón en un tuit lo lapidó, le dijo poco más que era un pedido fuera de lugar y que él había participado en la corrupción. Y se acabó. Cuando a Castillo le preguntaron por el equipo económico, dijo que eso eran temas de repartijas y puestos, y que acá el pueblo define. Pero luego pidió ayuda a la izquierda más moderada de Verónica Mendoza, que es la que tiene los técnicos. Francke viene de esa ala. Y Cerrón no ha dicho nada hasta ahora. Francke ha comenzado a dar declaraciones en nombre de Perú Libre y nadie lo ha desmentido. Y sus posturas son bastante razonables: mantener la disciplina fiscal y recuperándola, la independencia del Banco Central, etc. Tú no puedes estar en desacuerdo con lo que dice él. Mejorar la tributación, sobre todo del sector minero, etc.
Lo que no se sabe es si tendrá la suficiente fuerza como para que lo vamos a buscar mañana y te diga que ya no es parte de Perú Libre. Y ese es el problema: como no tienes personas representativas en Perú Libre, que tú digas “es la mano derecha del candidato”, no. Se siente que Pedro Francke está hablando por Pedro Francke. Porque lo que está diciendo él, nadie lo repite. No hay comunicados de Perú Libre con sus dichos. Pero creo que por la razón es lo mejor que le ha pasado a Perú Libre en las últimas tres semanas y está saliendo en todos los medios. Si eso es lo que quieren hacer, habría tranquilidad, porque si bien es un hombre de izquierda, es bastante razonable para escuchar. Es más, lo primero que ha salido ahora en Semana Económica este fin de semana, en una entrevista con él, es “no habrá impuesto a la riqueza”.
¿Persiste cierta animadversión hacia la inversión chilena? ¿O es parte del pasado?
-No, yo creo que primero, la inversión extranjera en general, la gente la ha asumido como necesaria. Y lo que es Latam, Falabella, etc., es más por el tema monopólico que acusó el candidato. A pesar de que Falabella no tiene nada de monopólico, pero el candidato lo dijo. Latam tiene un gran porcentaje del mercado aéreo, pero ya no hay una animadversión por el hecho de que venga de Chile, que existía hace veinte años. Recuerdo haber conversado mucho cuando se formó la Cámara Empresarial Chileno-Peruana, que obviamente las primeras exportaciones de ejecutivos no fueron probablemente las más apropiadas. Eso costó al principio, pero ha ido poco a poco desde los 90, en que comenzó esta apertura, han pasado 30 años y ya el tema de chilenos aparece cada vez menos. Además, también hay menos inversión chilena, porque empresas que eran chilenas fueron comprados por extranjeros. Pasa con las eléctricas, por ejemplo, que hoy son italianas.
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