Recesión de EEUU en 2020 duró dos meses, según panel académico
La recesión siguió a una expansión de 10 años y medio que fue la más larga en los registros históricos que se remontan a 1854, mientras que la recesión anterior más corta fue en 1980 y duró seis meses.
La recesión provocada por el covid-19 en Estados Unidos terminó en abril de 2020 después de dos meses, lo que la convierte en la recesión más corta registrada en el país, según el panel académico que sirve como árbitro de las fechas de expansión en el país.
Todos los indicadores clave de empleo y producción “apuntan claramente a abril de 2020 como el mes de la depresión” en la actividad empresarial, dijo en un comunicado el comité de datación del ciclo económico de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés).
La recesión siguió a una expansión de 10 años y medio que fue la más larga en los registros históricos que se remontan a 1854, mientras que la recesión anterior más corta fue en 1980 y duró seis meses.
La decisión del panel refleja datos que incluyen el empleo y el gasto de los consumidores y que muestran que la economía estadounidense se está recuperando desde la primavera de 2020, cuando el país había sufrido la repentina pérdida de 22 millones de puestos de trabajo.
Un estímulo fiscal récord, la flexibilización monetaria de la Reserva Federal y un programa acelerado de vacunación han llevado a EE.UU. a superar a la mayor parte del mundo este año, y se prevé que el crecimiento para 2021 sea el más fuerte en más de tres décadas.
“La historia recordará este evento como muy malo, incluso si la caída de la producción económica y el empleo haya estado limitada a dos meses”, dijo antes del anuncio de la NBER Jeffrey Frankel, economista de la Universidad de Harvard que se desempeñó durante más de una década en el comité hasta 2019.
“Fue necesaria una agresiva relajación fiscal y monetaria para lograr el cambio económico. El episodio será más recordado como un ejemplo de lo útil que puede ser una gestión macroeconómica activa, si es oportuna y de la escala adecuada”.
Aunque la economía de EE.UU. se recupere a un ritmo rápido, es probable que la tasa de desempleo no se acerque al nivel del 3,5% de febrero de 2020, el más bajo en 50 años, hasta 2023, según los responsables de la política de la Reserva Federal. Los banqueros centrales proyectan su primera alza de tasas de interés desde casi cero en 2023.
El estímulo fiscal, incluido el último proyecto de ley de ayuda por el covid-19, por US$1,9 billones, aprobado por el presidente Joe Biden, es “de la magnitud del rearme antes de Pearl Harbor en 1940-41”, dijo antes del anuncio Robert Gordon, economista de la Universidad Northwestern y miembro del comité del NBER. Eso supuso un crecimiento anual del 12%, añadió.
“El rápido crecimiento en 2021 es posible no solo por el estímulo fiscal con acomodación monetaria, sino también por la naturaleza inherentemente temporal del cierre de viajes, la hostelería y partes del comercio minorista debido al temor al contagio del virus”, dijo.
Situación laboral
El sector laboral ha recuperado alrededor de dos tercios de los puestos de trabajo perdidos, pero sigue estando unos 7 millones por debajo del máximo anterior a la pandemia en junio. El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que la tasa de desempleo actual ofrece una imagen incompleta de los avances en la salud del mercado laboral porque muchos trabajadores siguen al margen por diversas razones, como problemas de salud y madres en casa con niños que no van a la escuela.
La recesión anterior más corta duró seis meses en 1980 y fue seguida por una segunda recesión un año después, cuando la Fed, entonces dirigida por Paul Volcker, luchabao contra una inflación desenfrenada manteniendo altas las tasas de interés.
La recesión del covid-19 fue similar a la de 1980 como “un apagón corto y deliberado de la demanda agregada, que se revirtió rápidamente en cuanto se eliminó el factor exógeno que frenaba el gasto”, dijo Michael Feroli, economista jefe de JPMorgan Chase & Co. en EE.UU. “Será visto como una victoria para los responsables de la política económica”.
Las previsiones económicas de este año han sorprendido sistemáticamente al alza, ya que varios pronosticadores estadounidenses temían que una oleada invernal de casos de covid no sólo frenara la actividad económica, sino que pudiera provocar una contracción del crecimiento en el primer trimestre, si no una segunda recesión.
“Si se mantienen las fuertes tendencias de contratación, el daño a largo plazo causado por el prolongado desempleo puede minimizarse”, dijo Andrew Hollenhorst, economista jefe de Citigroup Inc. en EE.UU. “Hay muchas posibilidades de que el desempleo relativamente bajo, cercano a los niveles que históricamente se han considerado de pleno empleo, se alcance a finales de 2021 y que el desempleo históricamente bajo, como se experimentaba antes de la pandemia, se alcance en 2022”.
La recesión de 2020 se produjo después de la expansión más larga de la historia de EE.UU., que duró 128 meses y comenzó tras la recesión de 2007-09 provocada por la crisis inmobiliaria.
Muchos economistas definen informalmente una recesión como dos trimestres negativos del producto interno bruto. La oficina no usa esa definición y, en cambio, busca una disminución significativa de la actividad económica, que generalmente dura más de unos pocos meses. En el caso de la última recesión, la profundidad de la caída superó su brevedad.
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