Rodrigo Vergara y Eduardo Bitran coinciden en que el tema tributario no debió quedar en la propuesta de nueva Constitución

Rodrigo Vergara se la juega por aprobar la propuesta de nueva Constitución y Eduardo Bitran por rechazarla. Sin embargo, ambos consideran que los temas tributarios que plantea el texto no debieron quedar plasmados en el documento a plebiscitar este fin de semana tras el trabajo del Consejo Constitucional.

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“Muchos economistas que votan a favor han dicho que esto es un error. Primero, los temas de política tributaria no van en la Constitución, son temas de política pública, en primer lugar, porque es un tema que varía, que depende de la visión ideológica, de los acuerdos democráticos, etcétera”, comentó Bitran en el mercado de un seminario de Icare.

De esta forma, el economista y exministro de Obras Públicas apuntó que, “establece ciertos elementos que son una barbaridad desde el punto de vista de la equidad, el eximir de las contribuciones de bienes raíces, que es uno de los impuestos más efectivos en términos de la capacidad de recaudación en todo el mundo. Hay experiencia en todos los países, es realmente un atentado en contra de la equidad”.

En tanto, el economista del Centro de Estudios Públicos (CEP) y expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, también detalló su postura en rechazo de que el tema tributario sea parte de la propuesta de nueva Constitución: “Introducir temas tributarios específicos no corresponde, más allá de los principios generales que están, que no sean confiscatorios, etcétera. Es un tema que debiera ser dejado al debate legislativo”.

Otro de los reparos de Vergara fue la extensión del texto, junto con las referencias que se hacen a los derechos sociales. “Yo creo que no era necesario entrar en ese detalle”, sostuvo.

Mientras que, por el otro lado, sobre los temas positivos que ven ambos expertos en la nueva Constitución, estos dicen relación con las modificaciones al sistema político. “El avance en el sistema político es fundamental, ahí tenemos una tarea pendiente, ojalá podamos en el Congreso, pero yo tengo también duda de que los incumbentes quieran hacerlo. Pero los partidos políticos hay que fortalecerlos para evitar que cada parlamentario busque su propio beneficio”, comentó Bitran.

Ante este escenario, Bitran alertó que de que en la actual Constitución que queda vigente tras el plebiscito, se mantiene como un problema los bajos quórum que tiene el texto para su reforma. Esto, luego de que parlamentarios impulsaran la medida como respaldo para llamar a rechazar la propuesta anterior del Consejo Constituyente, dando la garantía de que se podrían hacer modificaciones a la “Constitución del 80″.

“Nos pone un riesgo de que mayorías circunstanciales puedan generar cambios muy profundos. Ojalá los partidos que van a votar en contra y que son de la ex Concertación, se hubieran comprometido o se comprometan a hacer modificaciones en el sentido de mejorar el sistema político”, añadió Bitran.

Por su parte, el llamado de Vergara a votar “A favor”, se basa en el argumento de que la mejora del sistema político no se podrá generar bajo las condiciones actuales: “Yo creo que es altamente improbable, porque eso es pedirle a los incumbentes que se autoperjudiquen. Yo creo que es altamente improbable que (...) vayan a cambiar las cosas y podamos tener un sistema político funcional”.

“No es perfecta, pero sí podemos decir lo siguiente: avanza en la dirección correcta. Y eso, en mi opinión, es clave. La pregunta que se nos hace el domingo no es si está la Constitución perfecta (...) solo si es mejor que la actual, ¿Cierto? Y en mi opinión, la respuesta es claramente sí”, añadió Vergara, quien ve en el aprobar el texto una forma de hacer avanzar al país tras años de estancamiento en lo económico.

En tanto Bitran -quien también votó en contra la propuesta de la Convención Constituyente-, defendió su postura del rechazo con base en que no ve en la propuesta una solución a los problemas de estancamiento de la economía de Chile: “En esta Constitución, especialmente en lo que se refiere al abordaje de los temas sociales y las políticas públicas en el ámbito social, se toma una posición de extrema desconfianza en el Estado. Se ponen excesivas limitaciones al rol que puede cumplir y se nos encajona en soluciones que efectivamente eran la intención de un sector político, pero que tienen una visión excesivamente optimista de lo que el mercado puede lograr”.

“Es una propuesta constitucional anti-Estado. Exacerba el tema de la libertad de elegir, sin tener en cuenta lo que nos han planteado varios ganadores del premio Nobel de Economía, que muchas veces las asimetrías de información hacen que la libertad de elegir genere un peor desempeño económico”, agregó.