¿Se viviría mejor trabajando menos?

PHOTO ILLUSTRATION BY ELENA SCOTTI/THE WALL STREET JOURNAL, ISTOCK(3)
FOTO ILUSTRACIÓN POR ELENA SCOTTI/THE WALL STREET JOURNAL, ISTOCK(3)

Desde jornadas a tiempo parcial hasta semanas laborales de cuatro días, los estadounidenses experimentan con vivir más. Pero para muchos trabajadores la posibilidad de trabajar menos horas no es una opción, porque necesitan el dinero o por el tipo de trabajo que realizan.


Stephen E. Griffith trabajaba hasta 80 horas semanales. Le frustraba la burocracia de las reuniones y ansiaba pasar tiempo con la familia. Así que en 2021 dejó su próspera consulta en un hospital de Kansas City, Mo. y decidió trabajar menos.

Ahora, el neurocirujano trabaja entre la mitad y dos tercios de las horas que solía, aceptando encargos temporales a través de una agencia de contratación de personal médico y viajando a veces hasta Oregón. Sigue siendo médico y sigue curando a la gente. Pero también hace ejercicio a media mañana con su mujer. Lleva a sus hijos a clase de música. En los últimos meses se ha tomado más vacaciones (Hawai, Gran Caimán, México) que en todos los años de su vida anterior como médico en un hospital.

“El tiempo es una moneda de cambio”, afirma este hombre de 47 años. “Atrás quedaron los días en los que firmabas en la línea de puntos y podías estar allí sólo el tiempo que te dijeran”, señala.

Las personas con todo tipo de trabajos parecen estar de acuerdo. Están reconsiderando su relación con el trabajo, cuánto tiempo les absorbe y haciendo cambios. En febrero de 2023, 21,9 millones de estadounidenses trabajaban voluntariamente a tiempo parcial, frente a los 20,7 millones del año anterior. Mientras tanto, algunos participantes en un experimento de una semana laboral de cuatro días en el Reino Unido dicen que no hay cantidad de dinero que pueda hacerles volver. Los legisladores de Estados Unidos han tomado nota y han propuesto una ley que reduciría la semana laboral a 32 horas.

Es difícil no mirar alrededor y preguntarse: ¿Mi vida sería mejor si trabajara menos?

“Tienes la sensación de que has tomado las riendas de tu vida”, dice Kevin Richardson, que trabaja unas 25 horas de lunes a jueves para una pequeña agencia creativa. “Ves el trabajo como parte de tu vida, en lugar de como el centro”.

Libertad recién encontrada

Richardson pasó a trabajar como autónomo a tiempo parcial el año pasado a instancias de su mujer, Lindsay King, que ya había reducido su jornada a entre 15 y 20 horas semanales. Liberados del costo y el estrés de buscar una guardería de pago, pueden alternar quién se encarga de sus hijos de uno y cuatro años. Incluso han podido trasladarse a otros países durante meses.

Hace poco, desde una casa rodeada de olivares y naranjos en Kalamata (Grecia), King sostuvo que no se ve volviendo a trabajar a tiempo completo, ni siquiera cuando sus hijos sean mayores.

“Tendría muchas otras cosas que hacer con mi vida”, asegura, y cita viajes, voluntariado, jardinería y carreras de larga distancia.

No es que todo sea perfecto. La pareja no ha reunido ahorros suficientes para comprar una casa en Texas, su lugar de residencia, y saben que trabajan según los requerimientos de las organizaciones para las que laboran. Sus trabajos pueden acabarse en cualquier momento.

¿Por qué trabajamos todos cinco días?

Para muchos trabajadores, la posibilidad de trabajar menos horas simplemente no es una opción porque necesitan el dinero -especialmente en medio de la inflación- o por el tipo de trabajo que realizan.

Algunas personas que trabajan menos horas, entre ellas Richardson, indicaron que ganan lo mismo que antes. Pero los contratistas tienen que pagar ellos mismos el seguro médico y no disfrutan de las prestaciones de la empresa, como el tiempo libre retribuido.

Otros aceptan grandes recortes salariales para pasar a trabajar a tiempo parcial, pero de todos modos se ven presionados para abrir el computador en su día libre, o se ven excluidos de los principales debates y promociones de la empresa.

La respuesta podría estar en organizaciones enteras en las que todo el mundo trabaje menos horas, afirma Brendan Burchell, profesor de sociología de la Universidad de Cambridge que ha estudiado cómo afectan las horas de trabajo al bienestar psicológico.

Los seres humanos necesitamos trabajar para estructurar nuestros días, para darnos un propósito y autoestima, plantea. Pero no lo necesitamos tanto. Un artículo de 2019 del profesor Burchell y varios coautores descubrió que las personas que realizaban entre una y ocho horas de trabajo remunerado a la semana obtenían el mismo estímulo para la salud mental -menos ansiedad, menos depresión- que las que trabajan entre 44 y 48 horas a la semana.

En el futuro, “miraremos atrás y pensaremos: ¿Por qué trabajamos todos cinco días?”, dice el Profesor Burchell.

El modelo de negocio a tiempo parcial

Emplear sobre todo a trabajadores a tiempo parcial ha ayudado a la empresa de consultoría de ventas de Sam McKenna a ser ágil y ahorrar dinero.

“No tenemos personas a las que pagamos 40 horas y que sólo necesitan 20 para hacer su trabajo”, asegura este residente del área de Washington D.C. “No pagamos salarios excesivamente competitivos. No tenemos prestaciones sanitarias”, agrega.

Sin embargo, los candidatos inundan el equipo con consultas cada mes, apunta McKenna, incluso cuando la firma no tiene vacantes. Antes de la pandemia, eran sobre todo las amas de casa y los cónyuges de militares y expatriados los que mostraban interés. Hoy en día, McKenna señala que escucha a ejecutivos de alto nivel de importantes empresas de consultoría y servicios financieros que desean un trabajo significativo, pero a un ritmo más lento.

Al principio, McKenna también se imaginaba trabajando a tiempo parcial. Dejó su trabajo en LinkedIn para lanzar el negocio a finales de 2019 con el objetivo de ganar la mitad del dinero que ganaba anteriormente, en la mitad del tiempo que solía pasar trabajando.

“Quería equilibrio”, manifiesta. Pero como los clientes seguían llegando, rápidamente aumentó a 60 horas a la semana. Mantener el ritmo de la demanda requería, bueno, más trabajo. “No se puede hacer mucho a tiempo parcial”, añade.

Rendimiento máximo

Muchos se han dado cuenta de que sus largas horas de trabajo dan rendimientos decrecientes.

Al principio de su carrera, Megan Neiderhiser, ingeniera medioambiental, era una empleada a tiempo completo. Ahora, que trabaja 30 horas a la semana, pero aspira a los mismos objetivos de ingresos que sus colegas a tiempo completo, reserva cada hora para objetivos específicos y no malgasta el tiempo de su equipo de 40 personas con reuniones excesivas.

Los viernes los dedica a clases de yoga y a jugar con sus hijos, lo que le deja tiempo para pensar y relajarse. La residente de Salt Lake City dice que el lunes tiene mejores ideas y una mejor actitud.

“Estoy convencida”, enfatiza, “de que este es mi mejor rendimiento”.

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