Swell Capital: fallo de primera instancia condena a Octavio Gamboa a pagar $6.900 millones

Swell Capital

“Incurrió en abandono de sus deberes y obligaciones legales, por no haber empleado en el ejercicio de sus funciones el cuidado y la diligencia que las personas emplean ordinariamente en sus negocios", dice el fallo.


Fue en julio 2021 cuando estalló en el caso Swell. Octavio Gamboa, socio de Swell Capital, se autodenunció ante el Ministerio Público por conductas constitutivas de delitos que habrían comenzado en enero de 2021, y que habrían implicado la adulteración de los sistemas de control interno de márgenes y garantías de la gestora cuyo foco estaba en el mercado del dólar.

Casi dos años han pasado desde entonces, y ya hay aspectos del caso que empiezan a resolverse. El mismo 2021 la fallida presentó una demanda interpuesta por Rodrigo Zegers y Martín Molina, en contra de Gamboa y Michael Suarez, excontroller de la firma, acusándolos a ambos que “por intermedio de sus respectivas sociedades dispusieron y distrajeron ilícitamente sumas de dinero de propiedad de Swell Capital, con fin de garantizar operaciones forward celebradas por los demandados con la propia Swell, perjuicio valorado en $7.322.726.826, sólo por concepto de daño emergente, dejando de lado el lucro cesante”.

Cabe recordar que las acciones de Gamboa implicaron la caída de los fondos Intra Trade y Norswell, que estaban bajo la administradora de Sartor, afectando a unos 50 aportantes con $4.000 millones.

Este miércoles, en un fallo de primera instancia dictado por Matías Franulic, juez titular del vigésimo noveno juzgado civil de Santiago, se acogió la demanda, aunque “sólo en cuanto se condena a Octavio Gamboa Fernández e Inversiones Boris a pagar solidariamente a Swell Capital, la suma única y total de $6.900.000.000, pro concepto de daño emergente más reajustes e intereses”.

El fallo sostiene que la Ley 18.046 de sociedades anónimas, establece una responsabilidad legal para quienes contravengan sus disposiciones, instruyendo una serie de obligaciones fiduciarias, las que eran exigibles para Gamboa, pero “en cuanto al Sr. Suarez la situación no es igual, ya que el cargo de controller no ha encontrado en la prueba un desarrollo que permita conocer, clara y precisamente, cuáles eran sus funciones específicas y, particularmente, si dicho cargo estaba revestido de facultades de administración”, por lo que sólo el fallo sólo se centró en las conductas de Gamboa.

Respecto de Gamboa, se estableció que “es un hecho acreditado que Octavio Gamboa, en su condición de gerente de inversiones y administrador de Swell y dueño (en un 90%) y administrador de Inversiones Boris (que era el cliente principal de Swell), valiéndose de Michael Suarez, adulteró los balances contables, los informes de gestión mensual y los informes de garantías, manipulando el sistema de control interno y sus datos”.

Así, el texto sostiene que “aprovechó su cargo y posición en la empresa, que entre sus deberes como gerente de inversiones estaba precaver la existencia de garantías, cosa que no hizo respecto de Inversiones Boris”

Gamboa “incurrió en abandono de sus deberes y obligaciones legales, por no haber empleado en el ejercicio de sus funciones el cuidado y la diligencia que las personas emplean ordinariamente en sus negocios, motivo por el cual debe responder solidariamente con Boris Limitada de los perjuicios que causaron a la demandante”, sostuvo el juez.

Cabe recordar que actualmente Swell Capital es una sociedad cuya reorganización judicial se aprobó en enero de 2022. En ella, se aprobó la venta de una propiedad para pagar la deuda hipotecaria con Banco de Chile, y convertir las acreencias de Swell con los aportantes de los fondos en nuevos créditos por $3.000 millones.

Respecto de Sartor, los aportantes y la gestora llegaron a un acuerdo en el trimestre de 2021, el que consideró la oferta de compra, por parte de Sartor, de la totalidad de las cuotas en los Fondos, como una manera de anticipar el resultado de los juicios que se han iniciado contra Swell Capital.

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