Un paso más: Banco Central iniciará ronda de diálogo y consultas para avanzar en la emisión de una moneda digital
En un informe publicado este miércoles, el BC señala que la emisión de una moneda digital es “una buena alternativa para hacer frente a la potencial masificación de las llamadas monedas virtuales”. Además dice que contribuiría a lograr un sistema de pagos “competitivo, innovador e integrado, inclusivo, resiliente y que proteja la información de las personas”. El resultado del proceso de diálogo será presentado en un segundo informe que se publicará hacia fines de 2022.
En septiembre del año pasado, el Banco Central anunció que iba a comenzar a estudiar la emisión de una moneda digital para un uso masivo que permita pagar a nivel nacional en todo tipo de comercio. Para aquello, se conformó un grupo de trabajo “de alto nivel” dentro de la institución, con la tarea de generar una estrategia de mediano plazo sobre medios de pago digitales en el país.
Y un paso inicial para avanzar en esta estrategia es la publicación del primer informe sobre monedas digitales del Banco Central, donde se ponderan los beneficios y desafíos asociados a su emisión.
El documento señala que “el interés del Banco Central de Chile por evaluar la pertinencia de emitir una Moneda Digital de Banco Central (MDBC) se da en el contexto de un marcado avance en la digitalización de las transacciones, fenómeno que, apoyado en la incorporación de nuevas tecnologías y de nuevos actores, ha ido transformando la forma en que las personas pagan”.
De acuerdo al instituto emisor, este informe es el primer paso para sostener una conversación con los demás agentes, públicos y privados, interesados en este proceso. “El éxito de un medio de pago depende de la aceptación que este tenga en el público general, para lo cual es importante incorporar de la mejor forma posible los distintos intereses de los múltiples agentes involucrados”. Por esta razón, el ente rector realizará “durante este año una ronda de diálogo y consultas con los distintos agentes interesados”. Según el BC, el resultado de este proceso será presentado en un segundo informe que se publicaráhacia final de este año.
La necesidad de realizar esta ronda de conversaciones se debe a que“el Banco considera que todavía no existe información suficiente para tomar una decisión definitiva respecto de la emisión de una MDBC”. Sin embargo, puntualiza que “considerando su alto potencial, y que la experiencia internacional muestra que es un proceso que puede requerir años de estudios y pruebas, se considera apropiado continuar con las actividades orientadas a la implementación futura de esta nueva forma de dinero”.
Así, menciona que “en esta primera etapa, esas actividades incluyen recabar información de distintas partes interesadas en el proceso, y la exploración de alternativas para el desarrollo de pilotos o pruebas de concepto que permitan crear capacidades y tener un entendimiento más acabado de los desafíos que este proceso supone”.
La visión preliminar
En el informe se menciona que el Banco Central es “de la opinión que la emisión de una MDBC contribuiría a lograr un sistema de pagos competitivo, innovador e integrado, inclusivo, resiliente y que proteja la información de las personas”. Además, si bien una MDBC no busca reemplazar al efectivo, “proveería de un medio de pago emitido por el Banco Central a quienes el uso del efectivo les sea menos atractivo en una economía cada vez más digitalizada”.
El ente rector enfatiza que la emisión de una MDBC es “una buena alternativa para hacer frente a los desafíos asociados a la potencial masificación de las llamadas monedas virtuales, las que, si bien por ahora tienen un rol muy reducido en el sistema de pagos, podrían alterar el funcionamiento del mercado financiero y la transmisión de la política monetaria si su uso se masificara”.
Para el Banco Central, son varios los desafíos para la emisión de una MDBC. En primer lugar, afirma que “su diseño debe ser cuidadosamente estudiado para minimizar los impactos negativos en el funcionamiento del sistema financiero”. En segundo lugar, “aun cuando no se adopte un sistema directo, como se propone en este informe, la emisión de una MDBC implica una relación más estrecha del Banco Central con el público general, lo que conlleva desafíos tecnológicos, institucionales y reputacionales relevantes”.
Por último, sostiene que “el desarrollo de las MDBC es un área de trabajo en progreso, por lo que no hay todavía estándares internacionales claros, ni modelos que hayan probado lograr de manera masiva y sostenible los objetivos buscados”.
En el informe, el instituto emisor resalta que “es necesario mencionar que el banco considera que el sistema de pagos actual funciona de manera adecuada, y que se ha podido adaptar de buena manera a los desafíos recientes. Esto, unido a diversas iniciativas legales y normativas que buscan perfeccionarlo, permiten abordar de buena manera los desafíos de mediano y largo plazo que la innovación tecnológica y la digitalización de los pagos plantean”.
El Banco Central indica que esta consideración “es importante, toda vez que la decisión final de emitir una MDBC no depende solo del análisis costo-beneficio, sino que también de la comparación con otras alternativas de política disponibles”.
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