Usuarios de tarjetas de crédito, débito y prepago: cómo los afecta la rebaja de cobros a emisores
Este miércoles un comité de expertos acordó reducir el cobro de bancos a adquirentes. Sin embargo, existen dudas sobre si esta baja necesariamente la verán reflejada los clientes de tarjetas. Incluso, hay quienes advierten que podrían verse mermados algunos de los beneficios que hoy tienen.
Una importante reducción en las tasas de intercambio fijó este miércoles el Comité para la Fijación de Límites a las Tasas de Intercambio. Sin embargo, existen dudas sobre si la baja de este cobro necesariamente la verán reflejada los usuarios de las tarjetas de crédito, débito y prepago. De hecho, hay quienes, incluso, advierten que podrían verse mermados algunos de los beneficios que hoy tienen.
La instancia técnica, creada por ley en 2022, indicó que tras seis meses de la publicación de la resolución en el Diario Oficial de su resolución, el límite máximo de la tasa de intercambio para las tarjetas de débito será de 0,5% sobre cada transacción, para crédito de 1,14% y de 0,94% para el caso del prepago.
Estos máximos están por debajo de los vigentes hasta la fecha, pues para el débito el cobro máximo era de 0,6% sobre el valor de cada transacción. En tarjetas de crédito ese límite se sitúa en 1,48%, y en tarjetas de prepago está en 1,04%.
Sin embargo, en 18 meses habrá más cambios, y las tasas para los plásticos de débito bajarían a 0,35%, mientras que para crédito y prepago alcanzarían un 0,8%.
¿Cómo beneficia esto al consumidor? El efecto es indirecto. La tasa de intercambio es la remuneración que paga el adquirente, como Transbank por poner un ejemplo, al emisor de la tarjeta, como un banco o una casa comercial. Pero dicho pago es uno de los tres componentes que conforman lo que se denomina merchant discount, que es la comisión que el adquirente cobra al comercio que vende.
Ese cobro al comercio, además, está compuesto por el costo de marca, que es lo que paga el adquirente a las marcas de tarjetas, y el margen adquirente, que es la remuneración que recibe el adquirente por sus servicios. Entre estos tres elementos se configura el cobro a los comercios, que es un porcentaje de la transacción con la tarjeta. En la teoría, al reducir uno de estos componentes, esa transacción será más barata para el vendedor, y se podría traducir en un menor precio en los productos.
De acuerdo a varias fuentes consultadas, hoy el 70% de ese merchant discount, o cobro a comercios, está compuesto por la tasa de intercambio, por lo que al reducirse, los comercios recibirán más dinero por cada transacción realizada.
Ello implicaría un incentivo a los pequeños negocios a contratar el servicio de POS, que es la máquina que recibe la tarjeta y concreta el pago, pues el descuento que se realiza por cada transacción sería menor, y por tanto habrían más comercios que ofrecerían más productos a los tarjetahabientes.
Por otro lado, si un comercio recibe más dinero por transacción, podría llevarlo a reducir los precios de sus productos. Sin embargo, eso no es tan seguro, dice otra fuente. Y es que las grandes casas comerciales, por ejemplo, ya tienen un merchant discount reducido, y adicionalmente las empresas siempre buscarán aumentar sus márgenes, por lo que no necesariamente reducirán el valor de sus productos.
Junto con ello, podría existir un efecto sobre los programas de fidelización. Fuentes de la industria de los emisores de tarjetas sostienen que bancos o casas comerciales, en calidad de emisores, podrían reducir sus programas de fidelización, como la entrega de puntos por cada compra, pues estas iniciativas se financian por la tasa de intercambio que se acordó reducir.
Por otra parte, también podría presentarse la posibilidad de aumentar las comisiones de mantención y operación de tarjetas, pues al reducir sus ingresos producto de la rebaja de las tasas de intercambio, podrían buscar compensar ese menor ingreso subiendo otros componentes, como comisiones.
Con todo, los efectos de la reducción de las tasas de intercambio es algo que, en todas las industrias, sean emisores o adquirentes, están analizando, y su implementación será clave para entender sus efectos.
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