Vivianne Blanlot, sobre el estallido social: “La mayoría de las empresas importantes no tenía conciencia de que vivíamos en un país con tanta desigualdad”

Vivianne Blanlot

La directora de empresas expuso en el lanzamiento del libro Net Positive, de Paul Polman, ex CEO de Unilever e integrante del panel ONU que desarrolló los ODS, donde sus participantes abordaron los desafíos sociales y ambientales de las empresas. José Ignacio Escobar, gerente general de Colbún, planteó que es clave que estas salgan de su zona de confort y no se conformen con hacer las cosas menos mal, sino que la meta sea hacerlas más bien.


“Se ha hablado mucho sobre las razones del estallido social (…) Pero hay un factor bastante determinante y es que la gran mayoría de las empresas importantes de nuestra economía no tenía conciencia de que vivíamos en un país con tanta desigualdad. Por conversaciones que tuve hace 10 o 12 años con mucha gente me di cuenta de que no conocían esta realidad. Por tanto, todos fuimos algo cómplices de que se hubiera producido este estallido y creo que es fundamental que avancemos rápido en integrar en nuestro ADN la visión de que somos parte de un sistema que depende de nosotros”, afirmó la directora de empresas y ex ministra Vivianne Blanlot en la presentación del libro Net Positive, del que Paul Polman, ex CEO de Unilever e integrante del Panel de la ONU que desarrolló los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es coautor. El evento fue organizado por la empresa Colbún.

Para ahondar en su diagnóstico, Blanlot afirmó que Chile es un país donde el 2% de la población vive en una economía desarrollada, mientras el resto vive entre el tercer y cuatro mundo. “Tenemos una brecha que se manifiesta en términos de bienestar; queremos que la gente que viva en paz y con cierta seguridad y que eso sea más o menos generalizado. Hay una brecha de conciencia sobre la realidad que vivimos. Esa es la primera brecha y esto tiene que ver con todo porque cuando se habla del salario, por qué no estamos hablamos de condiciones de vida”, dijo la ejecutiva.

Blanlot es directora de Colbún, del grupo Matte, y Antofagasta Plc., el holding minero del grupo Luksic. Antes fue secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y ministra de Defensa en el primer gobierno de Michelle Bachelet. “Si las mujeres somos el 50% de la población, es incompresible que no tengamos el 50% del talento del país incorporado plenamente. El problema es que por razones políticas llegamos súper tarde a la fuerza que cobró en Latinoamérica la incorporación laboral de las mujeres y eso es una brecha difícil de romper porque no se rompe con leyes: es un proceso. El panorama ha mejorado y por distintas razones vamos a seguir avanzado, pero aún gran parte de los liderazgos en Chile siguen sin comprender la sociedad en que vivimos. Por lo tanto, si eso no cambia, no tendremos la posibilidad de tener realmente un país neto positivo”.

Gonzalo Muñoz, emprendedor y experto en economía circular, champion de la COP25, planteó que la confianza nunca es obvia: “Tenemos que empezar por reconocer que como organizaciones empresariales vivimos mucho tiempo creyendo que da lo mismo: tienen que confiar en mí porque yo lo digo (…). Luego tendemos a creer en la trampa de que basta con la transparencia para construir confianza, pero que simplemente declaremos lo que se estamos haciendo o vamos a hacer es insuficiente. Necesitamos tener un objetivo que genere confianza y sea compartido por la sociedad”.

Muñoz añadió que también se debe tener cierto grado de competencia, un historial de resultados, y “algún grado de crédito en el banco social”. Y que si hay algo donde han estado faltos es en visión en cuanto a formarse de manera distinta: “Ciertos valores que probablemente nos mueven a todos en el ámbito familiar y personal deben traerse al ámbito laboral. Hay stakeholders que nos necesitan y ahí están las oportunidades. Nos hemos cerrado a creer que siempre tenemos la razón y que somos capaces de controlar lo incontrolable; y después nos vemos sorprendidos con reacciones que no nos gustan. Por eso tenemos que ser buenos vecinos del planeta”.

Paul Polman enfatizó que las empresas están cada vez más desafiadas por las exigencias de los ciudadanos y la confianza en ellas ha caído, así como en otras instituciones que inciden en la sociedad, pero que este difícil contexto es una oportunidad para analizar y revisar las brechas. Planteó que no se puede tener personas saludables en un planeta enfermo, ni pretender seguir aumentando la producción en un mundo con recursos finitos, por ello hizo hincapié en que en la actualidad no se requieren liderazgos competitivos sino colaborativos, que propicien modelos de producción regenerativos. “Las empresas neto positivo asumen la responsabilidad de su impacto en todo el mundo; buscan retornos financieros, pero también generar beneficios en la sociedad”. A su juicio, con 25% a 30% de las empresas que cambien de mentalidad es suficiente para trabajar con los gobiernos y lograr cambios en los sistemas de producción de sus sectores que los hagan sostenibles.

Cerró el evento José Ignacio Escobar, gerente general de Colbún, quien planteó que las empresas deben salir de su zona de confort, desafiarse, ponerse objetivos más ambiciosos y cuestionar lo que están haciendo y no tratar de hacer las cosas menos mal, sino más bien. Llamó a trabajar la cultura de liderazgo desde las bases, a mirar la cultura organizacional con una mirada de largo plazo y cultivar alianzas. “Necesitamos de las otras empresas, de los gobiernos, de las organizaciones civiles para alcanzar esos propósitos y velar por el objetivo común de tener un mejor planeta, una mejor vida y un mejor bienestar”.

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