Vuelve a subir riesgo de automatización en el mercado laboral: trabajadores de mediana calificación son los más expuestos

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Un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales muestra que en 2020 el 25,6% de los ocupados estaba en alto riesgo de automatización, cifra ligeramente mayor al 24,8% observado en 2017, aunque menor al 29,7% exhibido en 2015.


El mercado laboral está en permanente cambio. La implementación del teletrabajo o trabajo a distancia se aceleró rápidamente durante la pandemia, sin embargo, ahora ha vuelto a niveles similares a la prepandemia, aunque con una prevalencia mayor en trabajadores más calificados. Otra modificación que se mantiene como riesgo es la automatización del empleo.

De acuerdo a un estudio del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), en base a los datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), se estima que la probabilidad promedio de automatización del empleo en Chile fue de 50,7% en 2015, de 47,7% en 2017 y de 43,6% en 2020.

Sin embargo, el informe menciona que una medida mucho más relevante en términos analíticos y de política pública es el porcentaje de trabajadores con alto riesgo de automatización, es decir, aquellos que presentan una probabilidad superior al 70% de ser automatizados y, por ende, de desaparecer.

En este caso, las cifras revelan que en 2020, el 25,6% de los ocupados estaba en alto riesgo de automatización, cifra ligeramente mayor al 24,8% observado en 2017, aunque menor al 29,7% exhibido en 2015.

En el desglose se muestra que una mayor prevalencia de ocupados en alto riesgo de automatización se concentra entre quienes ejercen una ocupación de mediana calificación, con un 36,5% Se trata principalmente de hombres, de quienes pertenecen a los quintiles intermedios de ingreso (2, 3 y 4), de quienes trabajan como dependientes y de quienes se desenvuelven en las ramas de las actividades inmobiliarias, actividades financieras y transporte y almacenaje, según el reporte.

A su vez, los resultados muestran que, entre quienes ejercen una ocupación de alta calificación, el 15% estaba en alto riesgo de automatización en 2015, el 15,9% en 2017 y el 20,9% en 2020.

En cambio, los empleados que se desempeñan en trabajos de baja calificación registraron una baja importante en cuanto al riesgo de ser automatizados. Si en 2015 el 25,9% tenía ese riesgo, en 2020 ese porcentaje sólo llega al 3,7%.

En los años 2015, 2017 y 2020 se repiten como relevantes dentro de los ocupados en alto riesgo de automatización, trabajos como conductores de vehículos motorizados; vendedores de tiendas, almacenes y puestos; encargados del registro de materiales y transportes; operadores de instalaciones fijas y máquinas; y, vendedores de entradas y cajeros.

Los autores del informe, los economistas Juan Bravo y José Acuña, sostienen que “el contexto de progreso tecnológico permanente en el que vivimos impone la exigencia de aprendizaje continuo, dejando obsoleto el paradigma en donde el aprendizaje finaliza con la obtención de un título o de diplomas, pues las capacidades de las personas requieren estar permanentemente adaptándose a los cambios”.

En ese sentido, subrayan que “el proceso de avance tecnológico acelerado implica que los conocimientos y habilidades adquiridas van quedando obsoletos con mayor rapidez que en el pasado, por lo que quienes permanentemente continúen perfeccionándose y adquiriendo nuevos conocimientos podrán adaptarse mejor al cambio tecnológico y, en consecuencia, aprovecharán mejor las oportunidades que ofrece el surgimiento de nuevas tecnologías”.

Así, enfatizan que “un funcionamiento eficiente del sistema de capacitación, formación continua y reconversión laboral es indispensable para evitar que los trabajadores se queden anclados en ocupaciones altamente reemplazables y sin las capacidades necesarias para poder adaptarse y seguir trabajando”.

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