Y ya hay liquidador: Loreto Ried se encargará del cierre de Claro Vicuña Valenzuela
El tribunal designó a la abogada el 3 de noviembre, tras tener el apoyo de los tres principales acreedores de la constructora. La abogada de la Universidad de Chile lidera hoy más de 120 quiebras. "Será un proceso de los destacados de este año...de todas maneras, por el nivel de pasivos que va a tener”, señala Ried a Pulso.
Han pasado tres semanas desde que la constructora Claro Vicuña Valenzuela decidiera poner fin a sus más de 60 años de historia. Tras acumular deudas por más de $44 mil millones, la empresa pidió el 21 de octubre pasado su liquidación voluntaria. Acusaron directamente al Ministerio de Obras Públicas de ser uno de los grandes causantes de esta crisis: dijeron que les debían $17 mil millones, pese a que la cartera aseguraba haberles adelantado $8 mil millones por obras sin terminar.
El pasado 3 de noviembre, el tribunal comenzó a materializar el cierre y designó a quien liderará este proceso. Y tal como ya se intuía en la plaza local, la abogada Loreto Ried Undurraga quedó al mando. Como suplente fue nombrado Eduardo Godoy Hales.
“El Liquidador titular aceptó y juró/prometió desempeñar el cargo fielmente de conformidad a lo dispuesto en los artículos 37 y 116 de la Ley N.° 20.720″, subrayó el documento ingresado al 9° Juzgado Civil de Santiago. Aún falta que el tribunal publique el acta de sentencia de liquidación, dando inicio al proceso, para que la abogada asuma la representación legal de CVV.
Ried es socia de Ried & Camus Abogados. La abogada de la Universidad de Chile ha liderado importantes procesos como la Universidad del Mar, minera El Toqui y minera San Esteban. Además, lleva adelante la quiebra de la empresa de Francisco Frei, Almadena. Hoy trabaja con un equipo de diez personas.
Sus principales rubros tramitados -destaca la información oficial- han sido el del comercio y automotriz. En segundo lugar se ubica la construcción. Es que esa industria no es nueva para ella. Lidera el proceso de la constructora Beltec que quebró en julio pasado, de la Constructora 3L S.A, entre otras.
Además tiene experiencia en la industria manufacturera, la agricultura y el transporte.
La designación de Ried, según dice la normativa, debía ser propuesta por los tres mayores acreedores de CVV. Y remitida a la Superintendencia de Insolvencia para que la notifique al tribunal.
El primero de ellos es un fondo de inversión de Vantrust, al que la constructora adeuda unos $ 6.551 millones. Se trata del Fondo de Inversión Privado Claro Vicuña Valenzuela II, el cual está bajo la administración de Vantrust Capital Administradora General de Fondos. Según registros oficiales de la Acafi al cierre de 2021, el FIP Vantrust CVV II tenía un patrimonio de US$ 8 millones y sumaba 46 partícipes. En ese caso, en torno a un tercio de los aportantes de ese fondo son los socios de la misma compañía.
El segundo es Banco Santander, con pasivos por $3.576 millones. Y el tercero, es Baninter Factoring, con pasivos por $1.531 millones.
Sus honorarios promedio percibidos bordean los $13.791.479 anuales.
Los cinco acreedores que han votado con mayor frecuencia por la abogada son el Santander, la Tesorería, el Scotiabank, BCI y Banco de Chile. Justamente el primero de ellos está hoy en CVV.
Loreto Ried: “Será un proceso de los destacados de este año”
Loreto Ried fue síndico hasta 2014. Tras el cambio normativo a la nueva Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, pasó a ser denominada liquidadora. Según la página web de la superintendencia del ramo, ha llevado adelante unos 384 procesos. De ellos, 261 están terminados, y 123 vigentes. Y este sería clave: “No seré si será el más grande, porque todavía no sé cuánto va a ser el pasivo y activo, pero claramente será un proceso de los destacados de este año...de todas maneras por el nivel de pasivos que va a tener”, señala Ried a Pulso.
La liquidadora resume así el proceso que viene: luego que se publique la sentencia de liquidación, la abogada quedará nombrada judicialmente; luego de ello, pedirá la incautación de bienes que probablemente partirán en las oficinas de CVV, se levantará un acta, y al mes después vendrá la primera junta de acreedores que es básicamente de carácter formal que se realiza en el tribunal, donde se establecen las reglas de funcionamiento. Para luego avanzar hacia una segunda junta -la primera de carácter ordinario- donde se podrían acordar las ventas de inmuebles.
“Lo más seguro es que aquí se va a levantar de inmediato la cobranza de las cuentas por cobrar que se puedan intentar sobre los distintos mandantes de Claro Vicuña”, dice Ried. Agrega: “Es probable que en esa junta venga un análisis de las obras pendientes, probabilidades de recuperación y paralelamente, lo más seguro, es que me tenga que reunir con el MOP para ver el avance de las distintas obras”. No descarta que haya que demandar para obtener el pago de cuentas.
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