Axel Christensen, de BlackRock: "Las perspectivas de recesión en el corto plazo son poco probables, pero crecientes en 24 meses"
El director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, además, afirma que la mayor competencia entre Estados Unidos y China, no solo en lo comercial, llegó para quedarse.
Los últimos días han estado cargados de noticias relevantes para la economía global y los mercados financieros, donde se han robado la película, al menos dentro de los mercados emergentes, la nueva escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos y la estrepitosa derrota sufrida por Mauricio Macri ante la fórmula kirchnerista en las elecciones primarias de Argentina.
El primer hecho ha movido los activos e instrumentos financieros en el mundo y el segundo dentro de América Latina y mercados emergentes.
En ese contexto, Axel Christensen, director de Estrategia de Inversiones para América Latina e Iberia de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, aborda las señales que apuntan a una posible recesión económica global, el impacto de la guerra comercial entre las potencias y los efectos que podría tener la situación de Argentina en sus pares.
-¿Qué efectos podría tener para el mundo la nueva escalada en la guerra comercial entre China y Estados Unidos?
Las recientes correcciones del mercado, una vez conocido el anuncio de incremento de aranceles por parte de EEUU a USD 300 mil millones de productos chinos a partir del 1de septiembre, ya apuntan a esos efectos: el riesgo de que la economía global se desacelere más rápidamente, aumentando la probabilidad que se produzca una recesión. Ahora bien, el anuncio de postergación de esos aranceles hasta diciembre otorga cierto alivio, pero no afecta mucho el ánimo general menos positivo respecto al crecimiento global.
-Algunos estiman que la guerra comercial durará un par de años, donde habrá momentos de tregua y otros de escalada. ¿Concuerdan con esa mirada?
Una mayor competencia entre China y EEUU, no tan solo en lo comercial, pero también en tecnología y recientemente en monedas, creemos que llegó para quedarse. Se pueden producir treguas en determinados momentos del tiempo, pero serán temporales y no demasiado profundas en sus efectos.
-De persistir por un tiempo prolongado, ¿qué impacto tendría para Chile?
Un menor crecimiento global, junto a mayores fricciones al comercio, no son buenas noticias para Chile, cuya economía deriva parte importante de la exportación de sus productos en comparación a otros países. En particular, el efecto que la guerra comercial pueda tener sobre el crecimiento en China (el mayor socio comercial de Chile) afectará la demanda y precio de muchas de nuestras exportaciones.
-¿Ven espacios para un posible acuerdo? ¿Sería más en el corto o mediano plazo?
Si bien es posible, es cada vez menos probable un acuerdo. Algunos factores políticos en EEUU (las elecciones presidenciales del 2020) generan incentivos a que la incertidumbre que ha generado la escalada comercial se quiera mitigar con un acuerdo en el cierto plazo. Pero como se comentó anteriormente, éste probablemente sería un acuerdo muy frágil y temporal.
-Dentro de los mercados emergentes, ¿cómo ve la derrota vivida por Mauricio Macri el domingo en las primarias presidenciales de Argentina?
A nivel global en mercados emergentes, y a pesar de la significativa corrección observada en activos argentinos, el contagio hasta el momento a otros países ha sido muy acotado (y caso exclusivamente en monedas). Ahora bien, es difícil separarlo del impacto que están generando las manifestaciones políticas en Hong Kong, que han tenido un impacto creciente en la manera en que los inversionistas miran a China.
-¿El impacto visto en los mercados es algo puntual o podría prolongarse por algún tiempo?
Por lo que se observa, podría ser más bien puntual lo de Argentina. De todas maneras, no hay que olvidar que es un resultado preliminar (primarias) y que el resultado definitivo será a partir de octubre. En ese entonces el efecto puede ser algo más prolongado, dependiendo de las señales que genere un nuevo gobierno, de haberlo.
-¿Qué efectos podría tener para los mercados emergentes y latinoamericanos una victoria de Alberto Fernández y Cristina K en las presidenciales de octubre?
Los impactos más permanentes sólo se podrán medir una vez que se confirme la eventual victoria de FyF en las elecciones de octubre próximo, así como conocer en mayor detalle su programa económico. En lo último, habrá una particular atención en las medidas para estabilizar el mercado cambiario, reducir la inflación y retomar el crecimiento; asimismo, de qué manera abordará la carga financiera y desequilibrios fiscales. Hasta ahora, el significativo ajuste de precios en activos argentinos refleja la actual situación de incertidumbre –en muchos casos, anticipando el peor de los posibles escenarios- y no necesariamente reflejan una visión respecto a la conducción económica y política del próximo gobierno. Dicho lo anterior, el efecto de Argentina hacia mercados emergentes y América Latina es relativamente acotado, más pronunciada en renta fija (donde los bonos argentinos tienen una mayor, aunque baja, representación en las carteras de referencia) que en la renta variable (por ejemplo, Argentina representa apenas un 1% en el índice MSCI Emerging Markets, el índice de referencia más frecuentemente utilizado por los inversionistas en este tipo de mercados).
-¿Qué impacto concreto podría tener para Chile?
Tomando mi respuesta anterior, es muy difícil hacer un pronóstico preciso sin conocer en mayor detalle las directrices económicas del próximo gobierno en Argentina. Ciertamente un canal de transmisión será a través de las empresas chilenas con presencia trasandina.
-¿Es momento de salirse de Argentina? ¿Por qué?
No es posible dar una respuesta única a esa pregunta. Para aquellos inversionistas más adversos al riesgo (que probablemente no deberían haber invertido en activos argentinos en primer lugar, dada la volatilidad observada desde el 2018) puede ser necesario reducir su exposición dado el incremento de incertidumbre. Por otro lado, para aquellos inversionistas con mayor tolerancia al riesgo y horizontes más prolongados de inversión, puede ser un buen momento para explorar las oportunidades que la reciente corrección les puede ofrecer, tomando en cuenta que los precios de activos hoy pueden estar reflejando el peor de los posibles escenarios posibles. Eso sí, deberán estar dispuestos a convivir con elevados niveles de volatilidad, pero pueden verse recompensados por rentabilidades muy atractivas si la realidad termina siendo menos negativa de lo que se vislumbra hoy (como fue, por ejemplo, el caso en Brasil cuando fue electo Lula, en su primer periodo).
-La curva del rendimiento del bono de Estados Unidos se invierte por primera vez desde 2007, por lo que ese país paga más por financiarse a dos años que a 10. ¿Hay posibilidades claras de una recesión global en el corto plazo?
Efectivamente, la inversión de la curva de rendimiento ha sido históricamente una señal que anticipa una recesión (en EE.UU., no global). Luego, es consistente con el ajuste observado de activos que dependen en su valor de las perspectivas de crecimiento futuro (como es el caso de las acciones). Dicho eso, es también importante identificar otros factores que explican esta inversión, más allá de una señal de recesión. En ello habría que mencionar el incremento en demanda por activos de refugio, cuyos valores suben cuando hay mayor volatilidad (como es el caso de los bonos del tesoro de mayor plazo), reaccionando al riesgo que significa la escalada comercial. Con todo, y en base a los comentarios recientes de la Fed al rebajar la tasa recientemente, la economía de EEUU sigue mostrando razonables niveles de actividad, aunque desacelerándose, por lo las perspectivas de recesión en el muy corto plazo son aún poco probables, pero crecientes en un horizonte de 24 meses y más.
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