Los bonistas también le temen a Latam
El bono a 2026, que el martes transaba a US$78,18, bajó estrepitosamente ayer hasta los US$30,42.
El brote del coronavirus tiene a las compañías aéreas con los aviones en el suelo, al igual que sus valores. El riesgo de la sostenibilidad financiera ante las cuarentenas a nivel global se ha incrementado, y Latam Airlines, cuyas acciones hasta ayer acumulaban un desplome de casi 80% en el año, lo está sintiendo, al igual que su competencia en la región.
Pero en paralelo a las acciones, los inversionistas de deuda también están vendiendo sus posiciones en bonos de las líneas de la región.
Los bonos de Avianca a 2023 llegaron ayer a un precio de US$30, una baja de 68% desde el cierre de febrero, mientras que los papeles de la brasilera Azul a 2024 pasaron desde los US$99,28 del 28 de febrero, a los US$58,96 de ayer miércoles. En tanto, en el mismo periodo, Gol pasó de US$93,9 a US$38,28.
Pero en el caso de la aerolínea chilena, la caída fue aún más dura. El bono a 2026, que el martes transaba a US$78,18, bajó estrepitosamente ayer hasta los US$30,42. La baja, en el precio, en lo que va marzo, es de 69,72%.
La situación para la compañía es crítica, y ante ello la gerencia se reunió con los sindicatos para proponer una baja de 50% en los sueldos de los trabajadores mientras dura la crisis. Y es que, a pesar de contar con caja por unos US$1.500 millones al cierre de 2019, -a lo que suman algunas líneas de crédito disponibles- sus costos fijos mensuales -que se ubican en torno a los US$350 millones y los US$400 millones- solo permiten que la empresa pueda costear unos pocos meses sin funcionar.
Y si bien el gobierno declinó prestarle apoyo financiero, en la compañía no dan por cerradas las tratativas.
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