En las últimas semanas, el mercado ha sido testigo de un fuerte corrección en los precios de los activos financieros, lo que está en línea con la disminución de la violencia y las medidas del Banco Central. Sin embargo, con miras a 2020, el mundo político mantendrá a prueba la tolerancia al riesgo de los inversionistas.

Además de los episodios de volatilidad que se anticipan por las elecciones en Estados Unidos, los inversionistas expuestos a Chile deberán lidiar con el extenso proceso para una nueva Constitución.

Con estos factores sobre la mesa, sumado a un contexto de bajas tasas de interés, la selectividad en los portafolios será clave para obtener rendimientos.  Y a pesar de las turbulencias por la crisis social,  aún existen oportunidades en bonos corporativos chilenos denominados en dólares.

Respecto a las recomendaciones en renta fija para 2020, JP Morgan destaca que las valorizaciones  de bonos chilenos emitidos en el extranjero, "están comenzando a parecer atractivas en el sector finanzas y de consumo, pero estamos buscando mejores niveles de entrada".

De esta forma, el portafolio de bonos corporativos chilenos del banco de inversión norteamericano se compone por Cencosud con vencimiento en 2045, Colbún a 2024 y Engie a 2025.

Sobre Cencosud, JP Morgan explica que la recomendación se centra en la duración del bono, pues permite reflejar el empinamiento en la curva de tasas.

En el caso de las eléctricas, el banco de inversión indica que ambas compañías iniciarán 2020 con balances saludables, los cuales permiten absorber futuras inversiones, crecimiento de cuentas por cobrar y una "posible desaceleración" de la economía local.

El precio del bono de Cencosud a 2045 acumula una caída de 12,6% en 2019, mientras que Engie 2025 y de Colbún 2024, se encaminan a despedir el año con avances de 9,5% y 8,4%, respectivamente.

Respecto al rendimiento, el spread del bono de Cencosud registra una caída de 21 puntos base en el año. En tanto, el diferencial de tasas de Engie y Colbun apuntan retrocesos de 85 y 106 puntos base, respectivamente. (Ver gráfico)

Credicorp también mantiene la fe en instrumentos corporativos en dólares, pero se centra en aquellas compañías con menor exposición al ciclo económico local.

En el universo High Yield, el bono de Latam Airlines con vencimiento en 2026 es una de las opciones favoritas de Credicorp Capital para el próximo año.

"Creemos que depreciación el peso, potencial baja en demanda y costos laborales más altos en el mediano plazo, serán parcialmente contrarrestados por su fuerte posición de mercado en la región y, en particular, su exposición al mercado brasilero. Además, la reciente asociación con Delta podría tener upside importante en términos de rentabilidad y flujo de caja", explica el analistas, Alejandro Toth.

El precio del Latam 2026 se encamina a despedir el año con alza de 9,2%, mientras que el spread acumula una caída de 128 puntos base.

Dentro de los bonos Investment Grade, la deuda de CMPC con vencimiento en 2027 es una buena apuesta según Credicorp Capital.

Pese a la caída en los precios de la celulosa, la intermediaria explica que la compañía cuenta con ratios de apalancamiento saludables frente a sus pares.

"No vemos requerimientos de CAPEX fuerte en los próximos trimestres, por lo que es nuestra favorita en el sector de pulpa. Además de lo anterior, está poco expuesta a las dinámicas que hemos visto en Chile en los últimos 2 meses", agrega Toth.

El precio del bono de CMPC a 2027 se ha elevado 10,6% en el año y su spread apunta un retroceso de 64 puntos base.

Eso sí, Credicorp  Capital destaca que los resultado en 2020 podrían ser mixtos, debido a la volatilidad "que se ha visto en los mercados internacionales y las dinámicas políticas y sociales en la región, todo esto acompañado de tasas relativamente bajas con respecto a su historia. A pesar de lo anterior, siempre hay oportunidades y dónde estar invertidos será clave para que la cartera tenga un buen rendimiento"