Andrea Pradilla: "La gestión y el reporte de sostenibilidad no pueden ser un monólogo"
Si hay una meta que buscan muchos reportes de sustentabilidad en el mundo es lograr la certificación GRI (Global Reporting Initiative), el estándar internacional para este tipo de informes.
Con datos en mano, Andrea Pradilla, directora Punto Focal para Colombia y la máxima autoridad para Hispanoamérica de Global Reporting Initiative, indica que entre 2013 y 2014 ha habido un importante aumento de la reportabilidad en América Latina con el sello de esta entidad.
El país que lleva la delantera es Colombia, con 178 reportes entregados el 2014, seguido con bastante distancia por Argentina (79), México (47), Perú (41), Chile (39) y Ecuador (14). “Hasta diciembre de este año, las versiones G3 y G3.1. serán válidas. Hemos visto un incremento progresivo en las empresas que deciden elaborar sus memorias usando la versión G4. Por ejemplo, en Colombia, 47 lo hicieron el año pasado y en Chile, la cantidad llegó a 20 el mismo año.
¿Cómo ha sido el período de transición desde versiones anteriores de GRI a la última versión?
Como un proceso lleno de aprendizajes para las organizaciones reportantes y en nuestras discusiones con los pioneros, vemos cambios importantes, donde el proceso de elaboración se convierte en una herramienta cada vez más estratégica para las organizaciones.
¿Qué industrias son las más avanzados en esta materia en la región?
En Hispanoamérica los sectores que lideran las tasas de reporte son energía y servicios públicos de energía, servicios financieros, minería y, alimentos y bebidas.
¿Hay mucha diferencia entre los países de Latinoamérica, con respecto a otras regiones en cuanto a la conciencia de realizar reportes?
No existe una medición exacta con relación al nivel de conciencia sobre la realización de reportes en cada región, pero entre 2010 y 2013 sí observamos un crecimiento del 73% en los mercados desarrollados y del 124% en los mercados emergentes. Hay definitivamente mucho potencial de crecimiento.
Materialidad, la clave
¿Cuál crees que debería ser el primer paso de una empresa que quiere comenzar a reportar?
Todo proceso debe arrancar por la definición de la materialidad de la organización. De esa definición viene un análisis de asuntos relevantes y otra de aspectos materiales en los que se debe enfocar la organización. Para esto, la entidad consulta grupos de interés y analiza impactos externos en sostenibilidad. De ese proceso surge la definición de aspectos materiales en los que se va a enfocar y, desde ahí, se puede pensar en metas, levantamiento de información e indicadores, entre otros elementos a considerar en el reporte.
¿Pero las empresas en Latinoamérica tienen claro la importancia de poner más énfasis en la materialidad?
Definitivamente. Cada vez son más conscientes. Es para algunas la parte más compleja de la metodología, pero la que mayores beneficios ha generado. Ha logrado que las empresas se enfoquen en lo que importa, dónde y a quiénes. Así, se piensa más en el proceso de elaboración de la memoria desde la estrategia, la oportunidad y el riesgo.
¿Están las empresas latinoamericanas entendiendo el valor de las comunidades y de los stakeholdres en general, en sus estrategias de sustentabilidad?
La materialidad de la guía G4 las han hecho aún más conscientes de la necesidad de relacionarse con las partes interesadas. La gestión y el reporte de sostenibilidad no pueden ser un monólogo, deben ser el resultado de un diálogo efectivo con las partes interesadas. Es un error estratégico ignorar los grupos de interés. Siempre hay potencial de mejora y crecimiento, pero entre las que son pioneras de G4 sí observamos una conciencia más clara con relación al papel que juegan los grupos de interés y los beneficios que se derivan de mantener un diálogo efectivo como parte de la estrategia.
¿Cuáles son las diferencias entre hacer un reporte de forma interna o externalizarlo?
Los beneficios asociados con el proceso de reporte sólo pueden ser evidenciados cuando se apropia y lidera desde el interior de la organización. Es factible apoyarse en profesionales de la sostenibilidad, pero no es recomendable tercerizar la elaboración de la memoria de sostenibilidad. Conocemos ejemplos de muchas organizaciones que después de tercerizarlo, leen el producto y sienten que el reporte no los describe ni los representa. La responsabilidad ante los grupos de interés, externos e internos, por el contenido y la calidad de la memoria, así como por su impacto, recaerá siempre sobre la organización.
¿Existe un seguimiento de parte de ustedes como entidad con respecto a los compromisos que asumen las compañías en sus reportes certificados con GRI?
No. El GRI entrega el estándar global para la elaboración de memorias de sostenibilidad como un bien público gratuito. Cualquier organización, de cualquier tamaño y en cualquier lugar del mundo, puede hacer uso de la metodología. El seguimiento a los compromisos asumidos corresponde a la organización, a sus grupos de interés y al público en general.
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