Andrés Chadwick: el segundo tiempo del poderoso hombre de Piñera
Ex parlamentario, ex ministro y coronel UDI. Esas son algunas de las credenciales de quien fue el generalísimo del Presidente electo. A pesar de que luego de los resultados de la primera vuelta su rol estuvo cuestionado, el aplastante desempeño electoral conseguido el domingo lo volvió a consagrar como una de las cartas fuerte del futuro mandatario.
La tarde del 19 de noviembre Andrés Chadwick no estaba feliz. Se paseaba por los pasillos del hotel Crowne Plaza esquivando a la prensa. Ese día Sebastián Piñera logró pasar al balotaje con casi el 37% de las preferencias, a lo menos cinco puntos menos de los que esperaba conseguir el piñerismo. El entonces jefe político tenía razones para mostrarse preocupado.
Esos números provocaron que algunos dirigentes de Chile Vamos pusieran sus ojos en el círculo cercano a Piñera y especialmente en Chadwick. La crítica apuntaba a que su presencia como principal vocero no ayudaba a transmitir cercanía con las personas y no colaboraba a la idea de la renovación en la derecha. Sin embargo, existieron otros personeros que le bajaron el perfil a esos reproches ya que admitían que era un costo que se debía asumir para privilegiar el peso político de Chadwick.
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El remezón en el comando provocó la incorporación de varios voceros sub 40. El diseño puso además especial énfasis en Felipe Kast, quien incluso fue considerado para algunos en Evópoli como el "generalísimo". En esas semanas Chadwick se vio poco, estuvo recluido en las oficinas del comando en Enrique Foster o en Apoquindo 3.000.
Las cosas estuvieron así hasta la primera semana de diciembre cuando el piñerismo se complicó con el polémico episodio de los votos marcados. Fue ahí cuando Chadwick volvió a aparecer en escena. Para varios en la oposición, eso fue una demostración de que el histórico militante de la UDI era el único capaz de hacer contrapeso al poderío de La Moneda.
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El pragmático
El domingo pasado se escuchó en más de una persona que el aplastante resultado de Piñera puso a Chadwick en el lugar que se ha ganado todos estos años. Su cercanía con el futuro mandatario partió por un lazo familiar: los dos son primos. Pero su vínculo político adquirió especial fuerza en julio de 2011 cuando Chadwick llegó a La Moneda como vocero. Desde ahí se consagró como el soporte político del entonces Presidente Piñera y más tarde como titular de Interior consiguió construir el equilibrio político de Palacio con los partidos de la Alianza.
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La mayoría lo define como el representante de la UDI en el piñerismo, pero eso está lejos de ser así. De hecho, no es tan cercano a la presidenta de la tienda, Jacqueline van Rysselberghe, y desde la colectividad no todos lo cuentan como un UDI.
Lo que más resiente el partido es su excesivo pragmatismo. Varios militantes históricos incluso comentan que el gremialismo que representa Chadwick es muy distinto al que simboliza otro de los coroneles: Jovino Novoa. En el ex timonel del partido ven una UDI ideológica y con un claro camino doctrinario más cercano al estilo de Jaime Guzmán. Pero el mano derecha del Presidente electo en este sentido es más parecido a Piñera y, para ejemplificarlo, algunos militantes UDI comentan el episodio vivido durante la primera vuelta cuando accedió a reunirse con el Movilh.
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El encuentro para algunos fue el símbolo más evidente de que el militante gremialista es capaz de dejar de lado ciertos principios para dar señales políticas que en ciertos momentos parecen ser necesarias. Sin embargo, el mismo ex senador descartó categóricamente esa interpretación, aclarando que no por reunirse con el Movilh está renunciando a sus convicciones ya que su rol como jefe político implicaba juntarse y escuchar a todos.
Otra vez en La Moneda
El domingo pasado Chadwick transitaba por los pisos 21 y 22 del hotel Crowne Plaza cuando ya las mesas de votación estaban cerradas. Estaba con un cuaderno siguiendo los resultados y, según contó él mismo ese día, a las 18:35 vio la proyección de la radio Bío Bío que daba por ganador a Piñera por un 54% y se calmó. Subió a la sala donde estaba el ex Presidente y le dijo que el triunfo ya era una realidad.
Casi una semana después de ese momento, el ex generalísimo de Piñera es parte del exclusivo grupo de cuatro personas junto a Gonzalo Blumel, Cecilia Pérez y Magdalena Díaz que han tenido contacto permanente con Piñera. Estos días sus reuniones han estado marcadas por el inicio del proceso de instalación del futuro gobierno, lo que implica empezar a buscar nombres para las ministerios.
Chadwick aparece como la carta natural para volver a estar en el Ministerio del Interior. La incógnita perdurará varios días y algunos plantean la opción de que eso no sea así. Quienes lo conocen aseguran que ya no está para volver a asumir toda la carga de trabajo que implica esa cartera. Volver a hacerse cargo de la seguridad del país, entre otras funciones, no sería tan atractivo esta vez.
El ex ministro suele ver varias series políticas norteamericanas y la figura de la Casa Blanca de "jefe de personal" es algo que le llamaría la atención. Ese cargo es parecido al que asumió la jefa de gabinete de la Presidenta Bachelet, Ana Lya Uriarte. El rol y poder que ella ha construido en la actual administración dejaría el camino hecho para volver a replicar una estructura similar.
Otros incluso barajarían la opción de que pueda instalarse en Segpres y que el poder político de Palacio se traslade a esa ministerio. Cualquiera sea la decisión que tome Piñera, el segundo tiempo de Chadwick en La Moneda ya partió. Su nombre fue probado entre 2011 y 2014 y casi no hay razones para pensar que eso no vuelva a ser así a partir del próximo 11 de marzo.
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