Andrés Chadwick: "Si lo que viene es seguir esclavizados al programa, el 2015 será peor para el país que el 2014"




EN UNA SEGUNDA línea pública, pero colaborando "a full" con la Alianza, dice estar Andrés Chadwick desde que dejó su cargo de ministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera.

Repartiendo su tiempo entre el ejercicio privado como abogado y a la cabeza de la Fundación Avanza Chile, el histórico dirigente de la UDI alza la voz para evaluar los ocho meses de gestión de Michelle Bachelet, y advierte que si la mandataria decide mantener el pie en el acelerador y enfatizar un rumbo ideológico, lo que viene el 2015 puede empeorar el destino del país.

Los líderes de la antigua Concertación, plantea Chadwick, al referise a figuras Ricardo Lagos Escobar, Camilo Escalona, Gutenberg Martínez, Edmundo Pérez Yoma, Sergio Bitar Bitar y Óscar Guillermo Garretón, "vienen expresando cada vez con más fuerza que las cosas no se están haciendo bien".

En algún momento del Gobierno del Presidente Piñera se cuestionó el tardío ingreso de políticos al gabinete, ¿cree que en la actual administración pasa lo mismo, teniendo en cuenta las críticas a la conducción?

-Difícil pregunta. No cabe la menor duda que la Nueva Mayoría es algo extraordinariamente complejo y tiene una falla estructural en su composición, dada por la visión distinta entre la DC y el PC, y entre la Concertación y la Nueva Mayoría.

¿Complicó aún más el panorama que las grandes reformas se hayan presentado al mismo tiempo?

-Un Gobierno de cuatro años no puede plantearse como un Gobierno refundacional hoy día en Chile, ni puede tener una agenda legislativa que vaya desde una Reforma Tributaria, educacional, laboral, previsional, de Salud, de las aguas y remate con una reforma constitucional, es demasiado. Si estos primeros ocho meses de Gobierno no les ha enseñado que tienen que cambiar su rumbo, descomprimir su agenda legislativa, buscar los objetivos centrales en cada reforma, no seguir improvisando, generar acuerdos y consensos, si lo que viene es seguir esclavizados al programa y amarrados a una visión ideológica y con la pretensión de hacer cambios culturales o construir sociedades nuevas, obviamente que el 2015 va a ser un año lamentablemente peor para el país que el 2014, y por Dios que ha sido malo el 2014.

Dada esta serie de conflictos este año, ¿cree que están las condiciones para que el 2015 una nueva Constitución  sea prioridad?

-Si lo que se ha llamado el corazón de este Gobierno, las reformas ejes, que son la tributaria y educacional, han generado este nivel de conflicto y discrepancia al interior de la propia Nueva Mayoría y este nivel de desconfianza y rechazo mayoritario en la ciudadanía, yo sólo quiero ver, si es que mantienen este estilo de gobernar, lo que va a ocurrir con las reformas laborales, previsionales y para qué decir con una reforma constitucional.

¿Cómo se arregla el panorama entonces con miras al próximo año?

-La expectativa es sobre si la Presidenta va a seguir igual o va a haber un cambio de rumbo. Esto no se trata sólo de un cambio de gabinete, sino que vaya acompañado de un cambio de rumbo, con contenidos distintos. Si eso no ocurre el 2015 lamentablemente para el país será peor que el 2014.

Ante el cambio de rumbo que usted plantea, y viendo que dirigentes históricos de la Concertación como Escalona y Martínez han reaparecido, ¿cree que el 2015 pueden regresar formalmente a la primera línea?

-Ahí hay un eje de conflicto, el de la antigua Concertación versus la Nueva Mayoría. Uno está observando que los líderes de la antigua Concertación, los Lagos, Escalona, Martínez, Pérez Yoma, Bitar, Garretón, vienen expresando cada vez con más fuerza que las cosas no se están haciendo bien, tanto en los contenidos de las reformas como en los estilos políticos que se están utilizando, además hacen sentir que hay un punto de diferencia importante con un sector de la Nueva Mayoría, que se ha olvidado de los 20 años de Gobierno de la Concertación, que ha ninguneado esos 20 años. Sin duda que la Nueva Mayoría si tiene como presidente del PS a Camilo Escalona y como presidente de la DC a Gutenberg Martínez, es otra Nueva Mayoría.

¿Y cómo sería  esa una Nueva Mayoría con Escalona y Martínez presidiendo el PS y la DC?


-Mucho más en la línea de lo que representó la Concertación en sus 20 años de Gobierno en estilos y lo que representaron.

Usted que los conoce de cerca, ¿hacen falta hoy Escalona y Martínez en el escenario político actual?


-Desde la perspectiva de Gobierno no cabe la menor duda, porque los gobiernos de la Concertación comparados con estos ocho meses de la Nueva Mayoría supieron hacer las cosas mejor de lo que lo está haciendo el Gobierno de la Presidenta Bachelet.

¿Este conflicto entre la Nueva Mayoría y la Concertación pasa también por la evidente distancia entre el polo DC y PC?

-Ahí hay un conflicto que hace algunos meses uno lo podría haber llamado un conflicto latente, pero hoy es un conflicto actual. Hoy la Nueva Mayoría pasa por distintos ejes de división y que le representan desafíos importantes. Claramente uno es ideológico, es distinto armar una coalición para ganar una elección que después pueda gobernar. En una coalición para ganar una elección puede ser que por las exigencias electorales pueda existir la DC y el PC, pero en una coalición de Gobierno, donde las exigencias son completamente distintas, lo que han demostrado estos meses iniciales de Gobierno es que la coexistencia de dos visiones ideológicas tan diferentes como la DC y el PC hace que sea extraordinariamente difícil, es juntar el agua con el aceite.

La desaceleración económica es hoy día para muchos la prioridad a enfrentar, ¿cuándo debiera darse el punto de inflexión para Chile?

-Siempre la expectativa y la esperanza que uno tiene es que sea lo más pronto posible. Lamentablemente las cifras que vamos conociendo y esa expectativa que se había generado y que el propio ministro de Hacienda había comprometido de que el cuarto trimestre de este año iba a marcar un rumbo de inflexión y que el 2015 íbamos a tener un crecimiento del país mayor. Lamentablemente las últimas cifras y las tendencias que ellas indican, y la caída tan fuerte que ha tenido la inversión, no permiten todavía visualizar ese punto de inflexión, y lo que se esperaba para el cuarto trimestre ya no es el cuarto trimestre y la expectativa que se estimaba para el 2015 también ha sido ajustada y va a tener que seguir siendo ajustada. Entonces uno quisiera que fuera ahora, pero lamentablemente no se generan todavía las condiciones de confianza, de credibilidad, de certeza, que son fundamentales en el manejo y desarrollo de la economía y que no sólo es decir vamos a crear una agenda público-privada, sino que es mucho más profundo.

¿Es insuficiente la señal de la alianza público-privada?

-Siempre es una buena señal, pero completamente insuficiente si no va acompañado de que se sienta que hay un cambio de actitud, eso todavía no se logra, los números están reflejando que la expectativa de cambio al parecer lamentablemente va a tener que tomar más tiempo.

Considerando lo ocurrido en la tramitación de la Reforma Tributaria, donde se acusó que fue prácticamente inconsulta, ¿hay espacios para lograr acuerdos en materia económica?


-Nosotros como coalición política y creo que todos compartimos esa visión, y lo hemos señalado reiteradamente y hasta el cansancio que el camino no sólo tiene que estar dado por esa búsqueda de acuerdos, sino que estamos siempre disponibles a prestar nuestra colaboración a construir acuerdos y a colaborar con políticas que sean en beneficio real del interés del país, pero no basta con la voluntad nuestra, la responsabilidad fundamental es de la Presidenta.

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