Anglo busca minimizar el daño tras salida de Carroll




La decisión de Cynthia Carroll de dejar la minera Anglo American se produce en momentos en que el grupo enfrenta uno de sus momentos más problemáticos desde que fue fundada en 1917 por Ernest Oppenheimer.

La empresa está luchando con problemas, algunos de los cuales han escalado a crisis, en una serie de unidades: la de platino en Sudáfrica, mineral de hierro en Brasil, cobre en Chile y carbón metalúrgico en Australia.

El retorno sobre el patrimonio de la compañía -medida clave del desempeño financiero- cayó en el primer semestre a 8,3%, el menor desde la Gran Depresión de 1929, y cerca de la mitad del nivel promedio de 16% alcanzado desde que la empresa fue fundada.

Pero los problemas financieros de Anglo difícilmente se arreglarán simplemente remplazando a su directora ejecutiva.

“Carroll no puede llevarse los problemas de Anglo con ella”, plantea Heath Jansen, analista de minería en Citi, quien comparte la visión de muchos. Primero, la empresa todavía tiene que encontrar un director ejecutivo, proceso que podría tomar varios meses. El viernes, Carroll dijo que no había sentido de urgencia y que podía permanecer hasta el próximo año.

Segundo, el directorio permanecerá igual, sugiriendo que la dirección completa de la empresa, a la cual muchos observadores culpan del bajo desempeño financiero, también será la misma.

Tercero, algunos problemas parecen fuera de alcance. Los sobrecostos y las demoras han perseguido a su unidad de mineral de hierro brasileña Minas-Río, pero Anglo ha gastado más de US$10 mil millones en su adquisición y desarrollo del proyecto como para salirse ahora.

Tampoco hay una salida fácil desde su posición de 77% en Anglo American Platiinum, que se ha visto envuelta en la ola de huelgas de la industria minera sudafricana.

El nuevo director ejecutivo tampoco logrará revertir la venta forzada de un 50% de participación en otra unidad importante de cobre en Chile o la adquisición de un 40% de participación en el productor de diamantes De Beers por US$5.100 millones este año. Puesto de manera sencilla, cualquier nuevo director ejecutivo buscará minimizar el daño.

El pobre desempeño financiero ha sido una fuente de descontento por parte de los accionistas por años. BlackRock, el gestor de fondos estadounidense que es el mayor inversionista en Anglo con n 5,7% de participación, exigió cambios en la estrategia hace dos años. Sin embargo, el descontento de los accionistas se ha incrementado luego que la Corporación Pública de Inversión de Sudáfrica, el segundo mayor accionista, también buscara cambios y presionara la salida de Carroll.

Aún así, el directorio de Anglo, liderado por Sir Mark Moody Stuart en el momento de reclutamiento de Carroll y desde 2009 por sir John Parker, la ha apoyado. Sir John el viernes insistió que Carroll no había sido despedida, aunque admitió que había oído críticas por parte de los accionistas. Los analistas apuntan a que la falta de un nuevo director ejecutivo sugiere que ella, y no el directorio, decidió el momento de su partida.

“Uno nunca satisface a todos los accionistas”, planteó Carroll. “Siempre es un desafío. Habrá algunos accionistas que nunca estarán satisfechos”, agregó.

Carroll no logró cumplir con proyectos en cuanto a tiempo y presupuesto, pero el mayor problema -las grandes asignaciones de capital de los últimos años- es responsabilidad del directorio. La estrategia establecida por el directorio, particularmente en los últimos años con sir John asumiendo un rol prácticamente de presidente ejecutivo, fue pobre, según el consenso entre los accionistas institucionales, banqueros y ejecutivos rivales.

Ellos sugieren que el mejor camino para restaurar el desempeño financiero es dividir la empresa en dos. Esto involucraría revertir la integración de 1999, cuando Anglo se fusionó con Minorco, con sede en Luxemburgo, la cual hasta entonces era responsable de sus activos internacionales, con Anglo American Corp, la responsable de su unidad sudafricana, para convertirse en una empresa listada en Londres.

La cirugía mayor que muchos sugieren como la mejor solución resume los desafíos que el nuevo CEO enfrentará el próximo año.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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