Arturo Tagle y cajeros: "Sentimos que la preocupación del regulador ha estado en culpar a los bancos"




Ss termina un año difícil para la banca, según el gerente general de Banco de Chile, Arturo Tagle. El ejecutivo advierte que esto puede sonar contradictorio tras resultados récord con utilidades por $462.947 millones a septiembre y un ROE de 25,32%, en ambos casos primeros del sistema, debido a que fueron impulsados en gran medida por componentes atípicos. Con todo, el Chile evidenció un crecimiento en torno a 3%, lejos del 9% proyectado a fines de 2013. Y en este contexto, la batalla se ha dado para ir contra esta corriente, buscar negocios. “Todos los bancos enfrentamos esa misma realidad. Y cuando uno prepara la máquina para un determinado nivel de crecimiento y no lo encuentra, se le hace difícil”, dice. Sin embargo, espera un 2015 más positivo, lo que no necesariamente se reflejará en la última línea. Otra cosa son los desafíos regulatorios, donde Ley de Sernac y cajeros parecieran concentrar la agenda.

Este año ya está cerrado, ¿cuál es la evaluación a nivel industria y del banco?
Ha sido difícil y eso puede sonar contradictorio con los buenos resultados que ha mostrado la banca. Visto de afuera yo siento que existe incomprensión sobre el sector. No se considera que las utilidades tienen dos componentes atípicos y que no son proyectables al largo plazo. Uno, que la inflación ha sido más alta que la esperada, algo que no se va a repetir y en adelante se va a moderar completamente. Y dos, el efecto contable del impuesto diferido.

Y ustedes han declarado que es por una vez.
Absolutamente. Y eso el mercado accionario especialmente lo tiene bien descontado, porque el precio de las acciones del sector no ha saltado especialmente. Además, el banco tiene una política de dividendos que contempla la retención de los efectos de inflación del capital.

¿Qué deja 2014 en materia de competencia?
Este ha sido un año de una competencia intensísima. Cada crédito se compite con tres, cuatro o cinco bancos. Estábamos acostumbrados a que eso pasara en las grandes corporaciones, pero hoy las personas también lo hacen. Es más, si se despeja la variable inflación, los spreads están cayendo.

¿Cuáles podrían ser los motores del crecimiento en 2015?
Estamos optimistas. Esperamos un poco más de dinamismo en las colocaciones, con una expansión del orden del 6% real. Esperamos un comportamiento distinto en la demanda, especialmente hacia el segundo semestre, con la inversión moviéndose más, con un aumento en nuevos proyectos.

Creemos que será un año de menor inflación y de menor volatilidad en tipo de cambio y tasas, que son saludables para la economía aunque no favorecen el resultado de corto plazo del banco.

Lo que sí, se intensificará la competencia. Dos bancos de tamaño mediano deberían estar fusionados y activos; y entre los bancos más grandes, nadie le cede un metro a nadie. Además debiera haber mayor preocupación por los costos ante la ausencia de ganancias transitorias por la inflación.

¿Y para el banco?
Nosotros nos definimos como banco universal, y como tal, estamos convencidos que nuestra potencia está muy asociada a la explotación correcta de las sinergias que hay entre los distintos negocios. Por esto, no hay ningún área a la que le pongamos mayor énfasis el próximo año. Pero sí buscaremos mejorar la eficiencia, estamos empeñados en proyectos de mejoras de procesos que redunden en una mejor calidad de servicio.

¿Cómo ven la regulación?
Este ha sido un año de mucho defendernos y de medir impacto de cambios que están teniendo efectos este año, por ejemplo, la Tasa Máxima Convencional (TMC), el Decreto 222 de los cajeros y el congelamiento de tarifas; y uno nuevo que es la reforma al Sernac.

No hay grandes avances ni resoluciones.
En TMC, la discusión está en torno a cuáles están siendo los impactos porque hay un componente en esa ley que permite a la autoridad evaluar el avance. Y creo que se está cumpliendo al pie de la letra lo que advertimos: que las rebaja de la TMC llevaba a desbancarización.

¿Y esperan que esa revisión suavice la próxima caída?
No estoy tan seguro. Estamos actuando considerando que no va a cambiar. Redefinimos qué tamaños de créditos podemos hacer, qué segmentos podemos atacar en función de lo que está en el proyecto de ley, y hasta el momento nos ha ido bien.

Distinto es el tema de la seguridad: los cajeros, el transporte de valores. Pareciera que el año termina peor que al inicio...
En el banco estamos terminando el año mejor de lo que partimos. En términos de seguridad, el segundo semestre ha sido mucho mejor que el primero.

¿Les reventaron menos cajeros?
Nos han robado, en términos efectivos, mucho menos que el primer semestre. Las inversiones que hemos ido haciendo en seguridad están teniendo efecto: los cajeros reemplazados no los han podido robar, el pilar frontal frenó el robo con explosivos y creo que la policía está siendo más efectiva en detener a algunas bandas. Lo que sí, el segundo semestre fue más malo en otra faceta de la seguridad: los asaltos. Sentimos que su mayor frecuencia es una respuesta a la mayor dificultad de robar cajeros.

El tema concentra la molestia de la ciudadanía.
Cuando se nos imputa que hemos retirado cajeros y deteriorado el servicio, hay que tener en cuenta que entre 2012 y 2014 nos han destruido 342 cajeros, de los cuales 108 se los han robado. Hay mucha plata involucrada. Todos debiéramos estar empeñados -industria, autoridades, policía, poder judicial- en hacer menos rentable este delito, porque con las penas y la probabilidad de que los atrapen todavía parece muy rentable. Sentimos que la preocupación del regulador ha estado en culpar a los bancos y no mirar en que esto puede ser una escalada y venir más violencia.

¿Qué pasa con los cajeros dañados, se vuelven a reponer inmediatamente?
El Decreto dice que el cajero atacado tiene que tener al menos una de medidas adicionales de seguridad para reemplazarse. Hoy toma harto tiempo reemplazarlo: hay que certificarlo, tiene que ser autorizado por carabineros; además, la demanda por cajeros está tan alta que hay lista de espera y su costo es mucho más alto. Entonces, hay puntos en que no se puede reemplazar. Pero nosotros hemos sacado cajeros principalmente de centros comerciales y lugares en que teníamos más de un cajero. Eso tiene como efecto que hay más transacciones por cajeros.

La norma de la SBIF sobre la tasa de disponibilidad de ATM exigiría un up time de 95%, ¿es alcanzable?
Antes de los últimos dos años y medio era perfectamente alcanzable, pero no mientras estemos en el proceso de reemplazo del parque.

Esta va a ser una norma bien inédita en el mundo y difícil de medir. Hay casos excepcionales que no sé cómo se van a abordar. Por ejemplo, con el corte de energía en el metro semanas atrás a nosotros se nos apagaron unos 70 cajeros, y eso nos echa a perder las estadísticas completas del mes. Además, se desconfiguraron varios cajeros y al día siguiente costó retomar la operatividad ¿Pero es atribuible al banco eso?

Ahí lo importante es qué considerará la metodología de medición para determinar la disponibilidad de los cajeros.
Claro… saber qué se dejará afuera.

Pero se ha destacado que estará a cargo de la SBIF.
Sí. El superintendente ha dicho que va a ser gradual para poder adaptar completamente el decreto 222, cuya implementación es bien larga. Recién estamos en el 30% y ha sido difícil cumplirlo. Este año pretendemos hacer otro 30%.

¿Eso implicaría invertir otros $8 mil millones?
El próximo año tenemos contemplado una inversión de $10 mil millones, monto que incluye no solo los cajeros sino su instalación, alarma, protección… Las inversiones son grandes. Y, por otra parte, en la contabilidad del banco también hay que castigar los cajeros actuales, algo que nos duele. No les sirven a nadie. En este país hay bodegas llenas de cajeros automáticos reemplazados por los bancos.

Pero habrá un mercado secundario…
Lo hemos intentado pero nos ha ido mal.

Todas estas inversiones implican sentarse a discutir las tarifas interbancarias.
Ya solicitamos a la comunidad bancaria rediscutir las tarifas porque la metodología con que se calculó el año pasado contempla como componente bien importante la inversión inicial, que cambió. A eso hay que sumar que estamos en la discusión de nuevas tarifas con las transportadoras de valores por la nueva norma.

¿Ahí también hay un desafío? Este año se intensificaron los robos en este servicio
Sí. En esa materia siento que necesitamos más efectividad en la investigación de esos delitos, que son bien especializados. No son bandas amateurs, sino que grupos bien especializados. Por el bien del país tienen que aclararse esos delitos, lo que pasó en el aeropuerto no puede quedar impune. Creo que está avanzando, pero me encantaría que hubiera sido más rápido, porque esto alienta que empiecen a preparase otras bandas.... Y billetes hay que seguir moviendo en este país.

En la operación de cajeros, ¿los costos superan los ingresos?
Depende de si eres muy receptor de transacciones. Pero hoy operamos a pérdida. Y si bien uno podría decir que es parte del servicio de cuenta corriente, en nuestro caso, del orden del 70% de las operaciones en nuestros cajeros no son de nuestros clientes, por lo que ahí le estoy prestando servicios a otros bancos. Y si bien también ocurre viceversa, con la tarifa actual se está perdiendo plata.

Los bancos tienen diferentes medidas de seguridad. Ustedes implementaron los pilares, Santander el entintado... ¿sería más útil para la autoridad uniformarlos?
No. Diversidad es mejor. Hay que hacerle difícil la tarea a quienes están ideando cómo robar cajeros.

Salió un artículo duro en Bloomberg, en que decía "en Chile ya no se roban los cajeros, los revientan".
En esta misma entrevista, es impensado gastar tanto tiempo hablando de cajeros, en desmedro de otros temas como las pymes, que es un tema relevante en donde se debe seguir avanzando en perfeccionar las garantías, y en eso queremos seguir estando más y más presente. En microempresa estamos orgullosos, aunque no es mucha noticia, pero hay cosas que se están haciendo. Hace dos años comenzamos tratando de imitar algo de lo que ha hecho BancoEstado y tenemos hoy $35 mil millones prestados a microempresas alojados por nuestra división CrediChile.

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