Bachelet llama a la unidad del progresismo y asegura que se necesita un gobierno más para los cambios

La Presidenta Michelle Bachelet llegó ayer cerca de las 17:00 horas a La Moneda para esperar los resultados de las elecciones con su gabinete. Minutos después entraron al Palacio uno a uno, los ministros, subsecretarios y jefes de servicios, entre otros personeros, que estaban invitados para ver desde el salón Montt Varas el conteo de votos de las presidenciales y parlamentarias.

Con tres televisores y un variado cóctel, las máximas autoridades del Gobierno vieron el minuto a minuto y las primeras proyecciones. La primera sorpresa fue la votación que superó los 6 millones y medio de personas, sobrepasando incluso los mejores vaticinios del Gobierno. Luego el comentario obligado fue el desempeño del aspirante de Chile Vamos, Sebastián Piñera, que fue más bajo de lo esperado al sacar un poco más del 36% de las preferencias. Sin embargo, la sorpresa de la noche fue el tercer lugar de la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez que con el 20,3% le pisó los talones al candidato de la "Fuerza de la Mayoría", Alejandro Guillier (22,7%).

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Fueron precisamente esos tres factores los que cerraron el discurso de la Presidenta y también la performance que dio pasada las 21:00 horas, donde hizo un llamado a la unidad de las fuerzas progresistas, repasó sus principales reformas, y aseguró que lo que los ciudadanos habían dicho en las urnas era que "Chile quería seguir avanzando".

"La tarea es ardua y requiere más de un Gobierno para completar y profundizar los cambios. Esa es la oportunidad y la exigencia que hoy tiene Chile. Por eso quiero, en primer lugar, hablarle a esa mayoría de chilenas y chilenos que hoy han dicho que quieren que el país avance y consolide las transformaciones que harán posible una vida mejor y más justa para todos", dijo Bachelet acompañada atrás por todo su gabinete, menos los representantes de la DC que a la misma hora estaban con Carolina Goic. Sólo el ministro del Interior, Mario Fernández estaba en el encuentro.

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La mandataria que habló de gratuidad, de economía sustentable y diversidad, dijo que sabía que los avances eran posibles, "pero para eso necesitamos la unidad de todos los que quieren las transformaciones que el progreso de Chile requiere", agregando que es el momento "de la generosidad en torno a los verdaderos principios y valores" que comparte el progresismo.

Tras su intervención, el mensaje fue reforzado por los ministros. Uno de ellos, fue el titular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien aseguró que pese a que "elección que continúa abierta", el país quiere "crecimiento económico, pero también quiere justicia social".

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"Tenemos que hacer nuestro análisis todavía no tenemos bien clara la elección de parlamentarios, que es una cosa muy influyente para saber cómo se va aspectar el nuevo Congreso, pero creo que lo más destaca esta noche (ayer) es que el triunfalismo del candidato Piñera no tenía realmente fundamento", señaló Eyzaguirre.

El llamado a la unidad de Bachelet era parte de los tres escenarios que La Moneda había analizado previamente. Es que durante el día, los ánimos en el Ejecutivo evolucionaron y mejoraron. De hecho, hasta media tarde no estaba cien por ciento zanjado que la mandataria diera su discurso, pues según fuentes de Palacio, si la situación era muy desfavorable para el oficialismo y la distancia con Piñera era muy alta superando los 15 puntos, la que iba hablar sería la vocera de Gobierno, Paula Narváez (PS) junto al subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy (PS).

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De hecho, el comité político de ministros se reunió ayer a la hora de almuerzo y después a las 18:00 horas para analizar la situación. Incluso uno de los puntos que no estaba claro era si de tener un buen resultado en el balotaje iban a saludar o no a Guillier, quien a pocas cuadras de La Moneda tenía su comando en el Hotel Fundador.

Finalmente, la decisión se despejó un poco antes de que candidato oficialista diera su discurso cerca de las 22:00 horas. La primera señal fue que cuando terminó de hablar Bachelet, su gabinete se quedó por varios minutos aplaudiendo y gritando. Incluso, ya a puertas cerradas, se escuchó en varias oportunidades, "por amor a Bachelet, votaremos por Guillier".

Luego varios secretarios de Estado, encabezado por el ministro de Justicia, Jaime Campos (PR), se trasladaron a pie hasta Serrano con la Alameda para saludar y acompañar al senador por Antofagasta, pero el comité político evaluaba aún si era prudente o no el gesto.

Sin embargo, el ministro Eyzaguirre, se adelantó la decisión y decidió cruzar junto a sus colegas, de Salud, Carmen Castillo (PPD) y de Educación, Adriana Delpiano (PPD).

Así, después de conversarlo rápidamente con el ministro Fernández, el núcleo político de La Moneda, se sumó a la celebración de Guillier y la ministra Narváez, junto al titular de la Segpres, Gabriel de la Fuente (PS) y la jefa de gabinete de la Presidenta, Ana Lya Uriarte, aparecieron en el comando.

Aunque en el Palacio había buen ánimo, la preocupación por los resultados de la DC fue la piedra de tope para una noche redonda. El mal desempeño de Carolina Goic y el complejo resultados de las parlamentarias fue un "golpe duro", según comentaron las autoridades demócrata cristianas.

De hecho, varios ministros y subsecretarios, llegaron a La Moneda después del discurso de la Presidenta, luego de acompañar a Goic. Así mientras, la mitad del gabinete iba donde Guillier, algunos se quedaron en el salón Montt Varas conversando unos minutos más con la Presidenta.

Con todo, mañana a las 8:30 horas la Nueva Mayoría se reunirá nuevamente en el Palacio, para analizar los resultados más enfrío y también para ver cómo el Gobierno terminará su agenda legislativa entre el balotaje y el fin de la administración. Una tarea ambiciosa para el bloque oficialista, que ayer tuvo varias bajas emblemáticas.