Bonos respaldados por créditos de consumo

Por Aldo Reyes. La securitización de créditos de consumo fomentaría el dinamismo del mercado y tendría impacto social.




Los créditos de consumo, por su relación riesgo-retorno, representan uno de los productos más atractivos para los bancos; no obstante, no se observan esfuerzos para desintermediar este tipo de operaciones. Las iniciativas que se pudieran poner en marcha en esta dirección redundarían positivamente en el costo del endeudamiento para las personas y en la rentabilidad de los inversionistas. En este sentido, la securitización de créditos de consumo podría ser una herramienta útil para aproximarse a este objetivo.

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No se desconoce los riesgos implícitos (en préstamos de consumos la mora sobre 90 días es levemente sobre el 2%), ni se obvia los gastos por su administración, pero la amplia diferencia entre la tasa de interés del sistema bancario y la rentabilidad que obtienen los fondos de pensión tipo D, intensivos en renta fija, es muestra palmaria de las posibilidades de la desintermediación. El diferencial supera los 1.000pb para créditos inferiores a UF 200 y cerca de los 2.000pb en tarjetas de créditos.

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Desafortunadamente no habrá incentivo para la desintermediación mientras los bancos tengan relativamente cautivos a sus cuentacorrentistas y, además, se beneficien del bajo costo provisto por los fondos de pensión. Dado ello, no parece inapropiado que la autoridad incentive la securitización, ya sea con mecanismos para contabilizar la operación fuera de balance, comprar bonos subordinados o con regulaciones propicias para fondos cuyo fin sea la desintermediación. Se trata de medidas pro mercado, ya que su propósito es fomentar el dinamismo del mismo, y que además tendrían impacto social, al desahogar la carga financiera de los hogares y contribuir a mejorar la rentabilidad de los fondos de pensión. En la actualidad, los fondos de pensión mantienen cerca de US$ 13 millones en depósitos a plazos y US$ 29 millones en bonos bancarios, con un retorno muy inferior a la tasa de los créditos de consumo y de las tarjetas de créditos. Adicionalmente, la securitización ofrecería títulos de renta fija con distinto riesgo, de tal forma que los inversionistas que lo deseen podrán mantener un riesgo equivalente al que hoy representa su exposición en el sistema bancario. P

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*El autor es gerente general de Humphreys.

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