Buenos Aires busca ser líder en alumbrado público LED en América Latina




Una smart city necesita un smart-lighting. Así lo entendió el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que hace dos años comenzó a implementar su Plan de Reconversión del Alumbrado Público, dejando en el pasado las tradicionales lámparas de sodio de alta presión para darle la bienvenida a la tecnología LED (Light Emitting Diode).

Actualmente, la capital trasandina cuenta con un total de 126.000 luminarias, de las cuales 70.000 (el 55,5%), ha sido remplazada por LED. Para cuando finalice el proyecto (adjudicado a Philips), en junio del próximo año ese número debería ascender a 91.000 (72%).

Con cerca de US$60 millones de inversión, se transformaría en la licitación de mayor envergadura en la región, posicionando a la capital trasandina como la líder de la modernización del alumbrado público en toda América Latina.

Según explica Milenko Vlatko, gerente de marketing de Philips Lighting Chile,  empresa que invitó a PULSO a conocer el proyecto en Buenos Aires:  “Utilizar tecnología LED para el alumbrado público te va a permitir ahorrar un 50% de energía en relación a las convencionales de lámparas de sodio. Además, sus ampolletas tienen una vida útil cinco veces superior y la ciudad luce mucho más atractiva, al pasar de una luz amarillenta a una más blanca. Se convierte en un lugar más seguro, sustentable y eficiente”.

De hecho, la programación del encendido, apagado y la atenuación en los niveles de iluminación, pueden disminuir drásticamente el consumo de energía, tanto si se utiliza en modo de control automático programado, como si se deja en control de iluminación dinámico. Es decir, que se active en base a condiciones externas, como el tráfico o el clima.

“El alumbrado LED de Buenos Aires cuenta con un sistema de control que permite monitorear en forma remota cómo está la luminaria y cuáles son las necesidad puntuales. Por ejemplo, si ocurre un accidente puede aumentar la intensidad para que los cuerpos de rescate puedan trabajar mejor o, por el contrario, si tienes una vía donde el tránsito vehicular es muy escaso podrías disminuir el flujo lumínico y obtener un ahorro aún superior”, indica Vlatko, quien asegura que LED, sumado a un sistema de control, aumentan el ahorro hasta en 80%.

Esas son parte de las propiedades del alumbrado LED que han llevado a otras urbes en el mundo a tomar la misma decisión que la ciudad porteña, como por ejemplo: Boston, Nueva York, Barcelona y Sidney, entre otras.

En el mundo hay 300 millones de luminarias públicas instaladas, de las cuáles solo el 10% corresponden a tecnología LED. Por lo tanto, el potencial de ahorro es inmenso.

Experiencias locales

Chile también ha comenzado a explorar en el área, con la comuna de San Clemente (Región del Maule) como piloto. De acuerdo al programa desarrollado por el Ministerio de Energía e implementado por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE), en esta localidad se cambiarán un total de 2.104 lámparas de sodio por tecnología LED.

Hasta el momento ya son 15 las comunas que se verán beneficiadas y el próximo año se sumarán 55 más, como parte de un programa que contempla el recambio de 200.000 luminarias a lo largo de todo el país.

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