Diputados: Chile Vamos no logra la mayoría y el Frente Amplio se convierte en la tercera fuerza del país
Pese a los esfuerzos que hicieron, el conglomerado de Sebastián Piñera obtuvo 74 de los 76 cupos que necesitaba para tener la mayoría simple, es decir, más de la mitad de la Cámara. Pero la gran sorpresa de la jornada la dio el Frente Amplio: hasta anoche, obtenía una veintena de diputados, resultado que ni ellos se esperaban, mucho mejor que el que obtuvo la DC, y que los transformó en la tercera opción política de Chile.
No lo vaticinaron las encuestadoras ni lo advirtieron las coaliciones tradicionales. Ni siquiera se lo esperaban ellos mismos, pero fueron protagonistas. Se trata del Frente Amplio, el bloque emergente con menos de un año de vida que anoche obtenía una veintena de diputados, convirtiéndose en la tercera fuerza política del país.
Según los cálculos internos, el conglomerado debía obtener entre 10 y 15 diputados, pero les fue mucho mejor: sus candidatos a diputados sumaban el 16,6% de los votos, logrando resultados tan sorprendentes como el de Giorgio Jackson (RD), quien en el Distrito 10 sacó un cuarto de la votación y arrastraba consigo a otros dos postulantes: Natalia Castillo (RD) y Gonzalo Winter (MA).
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Algo similar ocurrió con el autonomista Gabriel Boric, quien en Magallanes se convirtió en la primera mayoría (35% de los votos), pese a que había dudas sobre su reelección. Y lo propio hicieron los liberales, con la reelección de Vlado Mirosevic en Arica.
Además de ellos, destacaron la elección de los humanistas Tomás Hirsch (en el poderoso Distrito 11) y Pamela Jiles, No salió, sin embargo, Alberto Mayol, pese a que sumó más que otros de sus pares frenteamplistas en el Distrito 10.
Con todo ello, proporcionalmente, aumentaron su representatividad en la Cámara de Diputados desde el 2,5% al 13% de lo escaños, con lo que serán una fuerza decisiva para la aprobación de leyes en los próximos cuatro años.
Chile Vamos no llega a la meta
Chile Vamos, la coalición de Sebastián Piñera, también tuvo un buen desempeño: hasta anoche obtenían entre 73 y 74 diputados. Con ello, su representatividad en la Cámara aumentó del 40% al 47%. Sin embargo, no obtuvieron la mayoría simple de 76 escaños, que es vital para aprobar proyectos de ley sin problemas, y que era una de las metas que le puso el ex mandatario a su alianza.
Pero además, el resultado deja entrever una pugna interna, pues RN ganó 36 cupos, más que los 32 escaños de la UDI, con lo que desplazaron al gremialismo como el partido más grande de Chile.
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El gremialismo, en esta oportunidad, tuvo grandes derrotas. Una de ellas es Claudia Nogueira, quien no logró la reelección. Otra situación particular se dio en el Distrito 10, donde el UDI Pablo Terrazas perdió ante su par Guillermo Ramírez, cuando los cálculos preveían que el resultado sería al revés.
Pero la situación más complicada de todas la vivió el PRI, pues hasta anoche no había alcanzado ningún cupo, ni siquiera con Alejandra Bravo, su presidenta. Pero eso no es todo: de acuerdo a la nueva normativa electoral, este partido quedaría disuelto al no alcanzar una votación mínima. Según el analista electoral de Tresquintos, Kenneth Bunker, serían 10 las colectividades que estarían en problemas.
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La derrota de la NM
Pero el peor escenario, sin duda, es para la Nueva Mayoría, la gran perdedora de la jornada. Anoche, las listas La Fuerza de la Mayoría (los partidos "guillieristas") y Convergencia Democrática (la DC) sumaban entre 56 y 57 diputados, con lo que redujeron su representatividad de 57% a 36%.
Así, cayeron algunas figuras históricas, como Osvaldo Andrade, quien perdió en el Distrito 12. Tampoco lo lograron algunos presidentes de partido, como Ernesto Velasco (PR) y Gonzalo Navarrete (PPD).
Pero la elección perjudicó sobre todo a la DC, que ayer redujo de 19 a 14 sus diputados, en un escenario en que la Cámara pasó de 120 a 155 escaños. Es decir, su peso bajó a 9% de representatividad.
Cabe mencionar también la irrupción del PRO, con Marisela Santibáñez, quien luego de tres intentos logró llegar a la Cámara y romper con la exclusión del progresismo.
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